Capítulo 11: Te mereces todo lo bueno que te pase

9.9K 423 25
                                    

Hace 10 años y 10 meses

- Nat, te dije que no dejaras tu cosas médicas sobre la mesa del comedor, es desagradable. Ahí es donde comemos.

- Lo siento, pero anoche vine cansada y ni siquiera pensé en donde dejaba las cosas. Ahora lo guardo - respondió la morena desde el baño. 

Salió completamente vestida y se dirigió hacia el salón para acatar la petición de su novia. 

- Mírate, si a veces me haces caso y todo - sonrió la rubia al verla limpiar la mesa - ¿Te vas a algún lado?

- Sí, mi profesor de Farma me matará como vuelva a llegar tarde, cogeré algo de comida para cenar cuando vuelva, ¿alguna petición? - la morena se inclinó para darle un rápido beso a su novia en la mejilla. 

- Lo que quieras, no me importa.

- Vale - se inclinó de nuevo para darle un beso ahora el los labios.

Pero el beso duró más de lo esperado cuando los brazos de la morena la envolvieron por su cintura.

La rubia se separó un poco y Natalia gruñó a regañadientes. 

- Vas a llegar tarde, churri.

- Lo sé - se rió entre dientes antes de acercarse de nuevo. 

Era como una droga de la que nunca tenía suficiente por mucho que pasara el tiempo. 

- Te quiero - dijo Alba cuando la morena se alejó finalmente de ella. 

Ambas se quedaron paradas antes de asumir lo que acababa de pasar. 

Natalia se dio la vuelta y la miró con una expresión de sorpresa pegada a su rostro.

-¿Qué me acabas de decir?

- Eh... esto... que... si... eso... quiero decir - los intentos de la rubia de salir de aquella encrucijada no sirvieron de mucho. 

Se sonrojó y se quedó sin palabras. 

- Vuelve a decirlo.

Alba la miró con atención. 

Respiró profundamente y repitió.

- He dicho que te quiero. 

La morena se había olvidado de sus compromisos estudiantiles. 

- ¿Me lo has dicho enserio? - preguntó Natalia con rigidez en su postura. 

La más pequeña frunció el ceño. No era lo que se esperaba escuchar después de su gran confesión. 

- ¿Qué?

- Que si lo has dicho enserio o...- se detuvo.

- Ambas cosas... quiero decir, se me ha escapado, pero de verdad lo siento, te quiero Nat. 

La admisión le devolvió el oxígeno a sus pulmones, pero Alba no se dio cuenta de ello hasta que la morena se acercó a ella, buscando algo en su mirada que todavía no sabia identificar. 

Había pensado mucho en ello, habían estado juntas desde ya hace unos cuantos meses, Natalia pensaba que no era el momento apropiado todavía. Había estado buscando una oportunidad para hacerlo.

- Bien - dijo finalmente la morena con un movimiento de cabeza - Porque yo también te quiero. 

Alba parpadeó dos veces. 

- ¿Lo haces?

- Claro, ¿qué pensabas tonta? Creía que era bastante obvio. 

La rubia no le respondió, pero se lanzó a sus labios  y la besó apasionadamente. 

Entre mis manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora