Si te quisieras de verdad, ¿lo harías?
•
¿Qué haría en este momento un ganador? ¿Cómo pensaría? ¿Qué emociones experimentaría?
Si te quisieras, ¿qué cambiaría en este preciso instante?
Un ganador no es alguien con superpoderes. Tampoco especialmente masoca. A veces, lo único que cambia es la clase de preguntas que se hace la mayor parte del tiempo.
¿Quién ganará el partido?
¿Con quién se casará el príncipe de Frunlandia?
¿Qué político es más corrupto?
Éstas son preguntas que se hace constantemente la persona normal. El atrapado de turno invierte la actividad de su cerebro en cosas sobre las que no tiene poder alguno.
La diferencia del ganador es que simplemente se hace preguntas de mayor calidad. Se cuestiona sobre aspectos que pueden marcar una diferencia en su vida.
Preguntas como:
Esto que estoy haciendo… ¿me acerca a lo que quiero de verdad o me aleja de ello?
A la larga, ¿va este alimento a darme más energía o me la va a quitar?
¿Cómo puedo hacer mi trabajo más estimulante?
¿De qué forma puedo empezar el día sintonizando con la frecuencia ganadora?
¿Me estoy queriendo lo suficiente en este momento?
Como tanto se ha cansado de machacar Anthony Robbins, la calidad de tu vida guarda una estrecha relación con la calidad de las preguntas que te haces.
Oliva: Es que a veces me siento perdida…
Mario Luna: Pues usa la brújula…
Pollo: ¿Cómo?Tómate un minuto y pregúntate:
Si me quisiera de verdad, profunda y honestamente, ¿me permitiría experimentar lo que estoy experimentando en este momento?
Es decir:
¿Me hablaría como lo hago?
¿Sería más suave o más firme?
¿Alimentaría mi cuerpo como lo estoy haciendo?
¿Y mi mente?
¿Estaría haciendo esto u otra cosa?
Este pensamiento, esta acción, esta comida… ¿me construye o me destruye?
¿Me hace fuerte o debilita? ¿Me da poder o me lo quita?
Para que termines de entendernos:
¿En qué estaría empleando mi tiempo, energía y atención AHORA si me quisiera con toda mi alma?
Haz de esta pregunta tu brújula.
De hecho, a menudo nos referiremos a esta pregunta como la brújula del ganador.
Usa la brújula constantemente y podrás conquistar a MIA para que ésta te suministre las capacidades que necesitas.
Conviértela en tu mantra. Y tu vida cambiará para siempre. A mejor.
¿Listo?… ¿Preparada?…
Deja el libro.
Enciende el cronómetro o el temporizador. Sólo te pedimos una hora de tu tiempo. Una hora en la que vas a usar la brújula constantemente.
O sea, de cada cosa que comas, hagas o pienses te vas a preguntar:
Este pensamiento, esta acción, esta comida… ¿me construye o me destruye?
¿Te hace fuerte o debilita? ¿Te da poder o te lo quita?
O sea, vas a aplicar la brújula:
Un verdadero ganador, ¿lo haría? ¿Lo pensaría? ¿Se permitiría sentir algo así? ¿En qué estaría empleándome a fondo si me quisiera de verdad?
Pollo: Pero… ¿no habría que echarle más rato?
Oliva: Sí, habría que hacerlo siempre, ¿no? ¿Una hora no es muy poco?…
Mario Luna: No subestimes una hora.
Tu Mejor Tú: Tomarte en serio una hora puede ser más potenciador de lo que imaginas.
Oliva: Mmm… Potenciador…
Mario Luna: Para un ganador, todo es potenciador o limitante.
ESTÁS LEYENDO
Psicología Del Éxito.
De TodoADVERTENCIA: ESTE LIBRO PUEDE QUE NO SEA PARA TI. Si esperas alcanzar el éxito visualizando intensamente tus metas o pidiéndole favores al universo, NO LO COMPRES. Psicología del Éxito es otra cosa. Está diseñado para personas comprometidas a camb...