EL MEJOR RARA VEZ ES EL CAMPEÓN

463 7 2
                                    

¿Vas a pedirle al árbol su fruto antes de haberlo regado?

·

Un día, viendo combates de la UFC, ²² experimentamos una revelación.

Lo vimos claro:

El mejor, rara vez es el campeón.

El problema de la psicología humana es éste:

Tendemos a ver al campeón como el mejor. Pero rara vez, si alguna, es cierto.

Pollo: ¿Cómo?
Tu Mejor Tú: Como lo oyes...

Mira bien al campeón. ¿Lo ves?

Y dinos... ¿qué contemplas?

Oliva: Alguien que siembra y se trabaja su semilla.

Incorrecto.

Alguien que saborea el fruto de la semilla que sembró y trabajó hace tiempo.

Por supuesto, puede que también a día de hoy siga sintonizando con la frecuencia ganadora. Pero, si lo hace, lo sabrás por su actitud, no porque ostente el título. Pues...

...el título de campeón no te garantiza que eres un ganador. Lo único que te garantiza es que lo has sido alguna vez.

Aplícalo a cualquier deporte.

Toma al campeón. Viaja en el tiempo, a su pasado, poco antes de que lo fuera. Observa a quien ostentaba el título entonces, que lo perdió compitiendo contra el líder actual.

Y pregúntate:

El campeón de hoy -que sólo era un aspirante antes de serlo-, ¿era ya mejor que el campeón de entonces? Las cualidades necesarias para triunfar en ese deporte, ¿las había desarrollado ya más que el otro?

Nueve de cada diez veces, la respuesta será SÍ.

Hazte la misma pregunta respecto al campeón anterior al actual. Y al anterior. Y al anterior...

¿Te das cuenta de que, casi siempre, ya existía alguien mejor que el que es considerado el primero oficialmente?

Dicho de otra forma:

El campeón casi nunca es el mejor en ese momento.

Pollo: Vale, ya empieza a cuadrarme...
Oliva: Entonces, eso significa que...
Mario Luna: Exacto.

Por lo general, cuando alguien llega a ser campeón, ya existe alguien mejor que él.

Lo que ocurre es que al mejor en ese momento aún no le han dado la oportunidad de demostrarlo compitiendo contra el campeón.

Por eso:

La figura del campeón es sólo un espejismo. Porque, aunque parezca que está en la cima del mérito, rara vez lo está.

¿Entiendes por qué hablamos de "ganador" más que de "campeón"?

Desde el punto de vista de la psicología del éxito, el segundo concepto es erróneo, superficial y limitante. El primero, preciso, profundo y potenciador.

Oliva: ¡Es verdad! Tiene sentido.
Pollo: Entonces, hay alguien más cañero aún...

Sí.

Vale que no llama tanto la atención. De acuerdo con que la semilla del éxito sólo se aprecia cuando ya ha florecido.

Pero no te equivoques. Alguno de los aspirantes es ya más ganador. Entre ese tumulto de luchadores apenas distinguible, ya existe alguien que supera al campeón.

No es que el número uno oficial no sea bueno. Ni que no haya sido el mejor alguna vez.

Se trata simplemente de que, con toda probabilidad, ya existe alguien que ha ido más allá.

¿Su diferencia? Que cuando brilla, nadie mira.

Pollo: Pero...
Tu Mejor Tú: ¿Floyd Mayweather?
Oliva: ¿O Muhammad Ali? ¿O Miguel Indurain? ¿O Rafael Nadal? ¿O Ronda Rousey?

O Anderson Silva. O Pelé. O Leo Messi. O Michael Jordan.

Cierto, lo pillamos.

¿Y tú?

¿Te has dado cuenta de que este capítulo se titula "El mejor rara vez es el campeón"? Hemos usado la expresión rara vez, y no siempre, por algo.

Y la culpa la tienen ellos: las bestias del éxito.

Hablamos de auténticos monstruos. Individuos que, durante largos periodos, han sido capaces de permanecer hambrientos en la cima. Pero, una vez más, hablamos de seres cuya motivación abarcaba mucho más allá del logro material y superficial.

¿Cómo, si no, permanecieron poseídos de deseo cuando ya tenían todo lo que el 100 % de los atrapados considera "triunfo"?

Es precisamente en ellos en quienes nos inspiramos para escribir este libro. Y de ellos de quienes extraemos la psicología del éxito que te estamos inculcando.

De los monstruos. De las bestias. De los putos amos.

Excusator: Me hacéis gracia. Queréis dar lecciones de vida, pero no hacéis más que hablar de deportes.
Tu Mejor Tú: No te equivoques. Estamos hablando todo el rato de la vida.
Excusator: Sí, claro. El lector os compra un libro sobre éxito, pero se encuentra algo parecido al Marca. ²³

Pero no.

Cuando te hablamos de campeones y de ganadores, nos referimos a cualquier ámbito de la vida que te interese.

Si elegimos el deporte es sólo porque es más accesible. Porque en él la psicología del ultraganador resulta más reconocible.

Pero no te equivoques.

Te muevas donde te muevas, te lleven tus metas donde te lleven, vas a encontrar ganadores, campeones y atrapados. Y has de saber que:

1. El campeón fue ganador.
2. El ganador será campeón.
3. El atrapado no fue ni será ninguna de las dos cosas.

Oliva: Pero entonces... es como darme permiso, ¿no?
Mario Luna: Efectivamente. Si quieres ser una ganadora, debes darte permiso para ello.

Porque el ganador es ese individuo que, incluso si nadie lo conoce, se sabe ya elegido. Alguien que apuesta por él antes de que nadie lo haga.

La próxima vez que te lamentes por no haber obtenido aún los resultados de quienes están más arriba, pregúntate esto.

Oliva: ¿Si soy yo?

Sí.

Pregúntate si no serás tú, quizás, esa persona que ya es mejor que el campeón.

¿Convencido de que no lo eres? Pues entonces pregúntate qué necesitas para serlo.

Y como un ganador, ten fe en tu semilla. ¿O acaso necesitas que alguien te cuelgue una medalla o te rodee con un cinturón para creer en ti?

¿Nuestra lección?

La misma de siempre: el ganador no necesita espejismos para sembrar y regar su semilla con fe. Se elige antes de que nadie lo haga.

Pues es...

Psicología Del Éxito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora