CÓMO COMPARARTE CON OTROS

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Sólo cuando luchas de verdad por lo que quieres empiezas a entender lo que vales sin necesidad de que nadie te lo diga.

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¿Qué le pasó a Clara, la amiga de Julia?

Oliva:  Se desmotivó por compararse.
Pollo:  Sí. ¿Cuándo me vais a pasar las fotos de la otra?
Oliva:  ¡Primo, céntrate! ¡Estamos hablando de que no hay que compararse!

No.

Hablamos de que hay que abrazar el principio de la vida. Y compararte sólo de una forma que lo permita.

Excusator:  Primero decís que no hay que competir para superar a otros…
Tu  Mejor Tú:  Sí. ¿Y?…
Excusator:  …¿y  ahora  vais  a  hablar  de  cómo  compararte con los demás? Esto es de risa.

Pero no lo es.

Te hemos dicho que no compitas para no superar al de al lado, pero ¿quiere esto decir que no has de compararte con él?

Depende.

Oliva:  ¿De qué depende?
Mario Luna:  De que lo hagas de forma inteligente.
Pollo:  ¿Y cómo me comparo?

Como lo haría un científico.

La comparación con  otras  personas  ha  de  ser  sólo  otro utensilio en  tu  arsenal  ganador.  Una  herramienta  que  emplearás  para  responder a preguntas del tipo:

¿Qué sistema es mejor para alcanzar  x  objetivo? ¿El que está usando Pedro o el que estoy usando yo?

Teniendo  en  cuenta  sus  circunstancias  y  mis  circunstancias,  ¿hay algo que esta persona esté haciendo mejor que yo? ¿Qué debería modificar?

Y realizar los ajustes oportunos.

Oliva:  ¿Teniendo en cuenta sus circunstancias  y las mías?
Tu  Mejor Tú:  En efecto. Esta parte es crucial.
Mario Luna:  Sin ella, sacarás conclusiones equivocadas. Y a veces trágicas.
Oliva:  ¿Como Clara?

Sí.

Y no es lo que buscamos.

Nos comparamos sólo para sacar conclusiones  científicas. ¿El propósito?  Ya lo sabes: ser más eficientes persiguiendo un objetivo concreto.

Por ejemplo:

¿Por  qué tiene  María  más  energía que  yo? ¿Hay  algo  en  su  dieta que deba incluir  en la mía? ¿Algo que deba eliminar? ¿Cuánto y cómo duerme María?

Objetivo: nos gusta  la  energía y  vitalidad  de María y  la  comparamos con la nuestra  para aprender algo que  podamos aplicar  sobre nuestra vida.

Oliva:  ¿Usamos a María para obtener un cuerpo G?
Mario Luna:  Sólo el compararnos con ella, como   herramienta.
Tu  Mejor Tú:  Y lo hacemos con todo aquello que nos importa. 

¿Por qué saca Juan mejores notas dedicando menos tiempo al estudio? ¿Está haciendo algo mejor que yo o simplemente es el nieto bastardo de Einstein?

Ese tipo de preguntas.

Quizás  Juan  sea  el  último  superordenador  de  IBM  disfrazado  de compañero de clase y María un pseudoclón  de Lobezno con injertos del Increíble Hulk. Pero si sus espectaculares resultados se deben a razones de ese tipo…

Oliva:  La comparación deja de ser potenciadora…
Mario Luna:  Exacto.  Y se adentra en el terreno de lo limitante.
Pollo:  Nota:  “dejar  de  compararme con  tíos  guapos y altos”.
Tu  Mejor Tú:  Buena conclusión, Pollo. 
Mario Luna:  Así es.

Psicología Del Éxito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora