QUERERTE NO ES ESTROPEARTE

405 8 0
                                    

Ese autohomenaje…

¿es para celebrar  lo que has hecho?

¿O para olvidar lo que no has hecho?

En español se dice  malcriarte  o  consentirte.

Pero  en  este  caso  permítenos  decantarnos  por  el  término  inglés: spoil yourself.

Literalmente, “estropearte”.

Así que forcemos un poco nuestra lengua y démosle la bienvenida al concepto de:

Estropearte.

¿Por qué? Simplemente, porque creemos que refleja mejor la realidad de las cosas.

A fin de cuentas, eso es lo que haces cada vez  que malcrías o consientes a alguien: estropearlo.  Y cuando te malcrías o consientes a ti mismo, ocurre exactamente lo mismo.

Oliva:  ¿Pero la gente que se quiere no se da caprichos?

Depende.

Puedes darte un capricho como alguien que se quiere o como alguien que se malcría. Como un ganador o como un gusano.

Excusator:  ¿Y quién decide la diferencia entre  quererse o estropearse? ¿Vosotros? ¡Vaya sistema tan arbitrario!

No.

El sistema para saber cuándo te estás “mimando” como muestra de amor hacia ti y cuando te estás  “echando a perder”  es muy simple.

Pregúntate:

¿Me estoy PREMIANDO o me estoy EVADIENDO?

Si  estás  viendo  ese  partido  o  tu  serie  favorita  después  de  haber dado lo mejor de ti para alcanzar tus metas, te estás  premiando.

Si en cambio lo estás haciendo para “apagar esa voz” que te recuerda  el  asco  que  da  tu  vida  y  lo  gusano  que  eres  por  no  hacer  nada  al respecto, te estás  evadiendo.

Es así de sencillo.

Los ganadores se premian. Los atrapados se evaden.

Cada  vez  que  te  esfuerzas  por  quererte  de  forma  inteligente,  te mereces un premio. Cuando te lo das sin habértelo ganado, probablemente no estás más que tratando de escapar de la realidad.

En el primer caso, te estás queriendo. En el segundo, estropeándote.

A propósito, si tienes hijos o planeas tenerlos, tatúatelo. Porque es el pilar de una buena educación.

Así que a partir de ahora pregúntate:

¿Estoy usando este capricho para premiarme y celebrar lo que me he querido hoy? ¿O lo hago para evadirme de la situación e incluso silenciar esa voz que me castiga?

¿Lo haces para premiar tu esfuerzo o para evadirte de tu incapacidad para esforzarte?

Y ya que estamos… ¿por qué le temes tanto al esfuerzo?

Psicología Del Éxito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora