La tranquilidad que aparentemente reinaba se vio alterada el día que los vasallos de Ramsay trajeron ante él a Rickon Stark junto con una salvaje malhablada. Era obvio que la sonrisa maquiavélica de Ramsay significaba que en su mente ya estaba maquinado algo, pero por el momento tan solo había encerrado al más pequeño de los Stark en una pequeña dependencia con vigilancia las 24 horas del día.
- Pensaba que los habías matado.
- Mi señora... – comenzó Theon al abordarle, pero no le permití seguir.
- Dijiste haberlos colgado. A él y a su hermano. – insistí. – Pero yo veo a Rickon muy vivo.
Hediondo se encogió de hombros y observó a un lado y a otro. Poco me importaba ya si alguien más nos veía hablar o no.
- He hecho muchas cosas horribles a lo largo de mi vida, pero jamás sería capaz de hacerle daño a esos niños. – masculló. Sus ojos, como pocas veces, no rehusaban los míos. – Colgué a dos niños, es cierto, pero no a ellos.
Apreté la mandíbula y tragué saliva. Igualmente Theon había asesinado a dos pequeños niños inocentes por estúpidos asuntos de poder y orgullo.
- ¿Y Sansa? ¿Qué pasó exactamente con ella?
Nadie en este castillo se atrevía a mencionar nada acerca de la pelirroja. La duda había ocupado mi cabeza desde el mismo momento en el que llegué para casarme. Había tantas mentiras en el ambiente que comenzaba a dudar de lo que era verdad y lo que no.
- La ayudé a escapar, pero nos descubrieron a tiempo. – respondió. Sus ojos se aguaron y clavó la vista en el suelo. – Las perras de Ramsay se abalanzaron sobre ella. No pude hacer nada por salvarla. A mí me trajeron de vuelta al castillo para recibir mi castigo.
Le observé tratando de no sentir pena por él. Antes de que pudiera debilitarme, opté por marcharme por el mismo sitio que había venido.
- Vhaera. – su mano agarró mi muñeca, deteniéndome. En cuanto me giré recelosa hacia él, me soltó. – He cometido crímenes desde bien joven. He llegado a aceptar que todo lo que he sufrido después me lo merecía... que esto es lo que me merezco. Pero créeme, no hay día ni noche que no me arrepienta de la persona que era antes.
Le observé durante largos segundos aunque sin nada que decir. Por lo menos, notaba la sinceridad es su voz y el dolor que le llenaba con tan solo recordarlo. Quizás el Theon que conocí fuera una mala persona, pero el que tenía delante no era el mismo en absoluto.
- Has estado hablando con Hediondo. – fue lo primero que me dijo Ramsay cuando llegué al dormitorio.
- Sí. – asentí. Era tontería engañarle. – No sabía que lo tenía prohibido.
- Él era quien lo tenía prohibido. – rebatió. – Pero tú deberías saber que no me gusta que lo hagas.
- No puedes controlar cada una de mis acciones.
El silencio fue mi única respuesta, aunque me imaginaba la mueca de inconformismo de Ramsay. Tal vez incluso le pareciera divertido que le enfrentara de esa forma. De espaldas a él, comencé a quitarme el vestido para quedar en uno de los camisones que solía utilizar para dormir.
- ¿Recuerdas a Osha? – fruncí el ceño ante su pregunta.
- ¿La salvaje que vino con Rickon Stark? – cuestioné.
- La misma.
Algo en su tono de voz insinuaba que no me gustaría lo siguiente.
- ¿Por qué lo preguntas? – mascullé al mismo tiempo que me giraba para encararle.
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Una obsesión letal | Ramsay Bolton
FanficSer la única hija de su casa la llevará a aceptar un matrimonio que no desea. Pronto descubrirá que se ha metido en la boca del mismísimo lobo, pero tal vez pueda encontrar cierto placer en ella. 20/7/2020 ➞ #1 ramsaybolton 26/5/2022 ➞ #1 bolton #...