Capítulo 16

2.5K 231 50
                                    

Apoyaba un codo en la mesa, con mi otra mano sostenía la copa de vino y mis ojos se perdían en las llamas crepitantes de la chimenea. Debería estar durmiendo, pero no me permitía a mí misma pegar ojo. Mi cabeza no hacía más que desvariar.

Escuché unos nudillos tocar la puerta de mi habitación y me obligué a mirar a otra cosa a parte de al fuego. Lo cierto es que ya llevaba horas en la misma posición. Era lo más interesante que tenía por aquí.

- Adelante. – mascullé.

La puerta se abrió y se cerró tras dar paso a cierto chico que llamó mi atención. Theon se veía nervioso, casi incómodo, pero estaba ahí, de pie enfrente de mí.

- No sabía si dormirías. – habló para romper el hielo. Por supuesto que había tensión en el ambiente, solo un necio lo negaría

- No puedo hacerlo. – respondí, cortante.

- He venido a despedirme. – prosiguió. – Mañana temprano partiré hacia Invernalia.

- Lo sé, la lucha contra los muertos. Estoy al tanto de ello. – asentí. – Aunque después de tanto tiempo esquivándome, pensé que ni te despedirías.

- Lamento haberte esquivado. No quería incomodarte.

- Precisamente me has incomodado al escapar de mi por todos tus medios.

- Lo lamento. – se disculpó de nuevo. Abrió la boca para decir algo, pero no se le ocurrió nada o no se atrevió. Por ello, volvió a cerrarla y pensó que sería más sensato callar. – Será mejor que me vaya.

- Theon. – le llamé antes de que abriese la puerta. – No debí besarte. No quería que eso arruinara nuestra relación; ni tampoco pensé que podría recordarte a él.

- ¿A él? ¿A quién te refieres?

- A Ramsay. – respondí como si fuese obvio. Un escalofrío le recorrió de arriba abajo, pero seguía igual de desconcertado.

- ¿Qué tiene que ver él con todo esto?

- Tu hermana... tu hermana me dijo que era por eso. – le expliqué, confusa. – Dijo que al besarte te habría recordado a Ramsay. Pensé que por eso no querías volver a verme.

- ¿Qué? – cuestionó, atónito. – No, claro que no es eso. Jamás pienso en él cuando estoy contigo.

- ¿Entonces? ¿Por qué me has evitado todo este tiempo? – inquirí. – Creí que tú también querías ese beso.

- Claro que lo quería.

Le di un trago a la copa de vino y negué con la cabeza.

- Será mejor que te expliques, Theon, porque no entiendo nada.

El chico se pasó la mano por el pelo y miró a todos lados salvo a mí. De nuevo volvía a tener algo que decir, pero no se atrevía a hacerlo. Le costó varios minutos, pero preferí no presionarle.

- Cualquier hombre en este mundo anhelaría un beso tuyo. – masculló. – Pero no puedes besarme. A mí no. Sé que lo haces por mi recuperación, pero no debes.

- ¿De nuevo sigues con eso? – me quejé, poniéndome en pie al instante. – Te dije que lo hacía por mí, no por ti.

- No puedo creerte, Vhaera.

- ¿Por qué no? ¿Por qué no entiendes mis palabras?

- Porque nadie en su sano juicio se acercaría a mí sabiendo lo que he sufrido. – soltó. – Mi mente es inestable y soy un cobarde. En cualquier momento empiezo a temblar sin motivo. Además... sabes de lo que carezco, por eso jamás seré un hombre de nuevo.

Una obsesión letal | Ramsay BoltonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora