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|CAPÍTULO SEIS|

Perspectiva; virgo: Venus Williams (multimedia)

Otra vez tarde.

Hice una mueca mientras caminaba por los vacíos pasillos. Ya casi todos estaban dando clases y yo posiblemente me lleve un fuerte regaño de la profesora de biología.

No llegaba tarde por despistada o algo parecido. Mi situación era diferente, de hecho me levantaba demasiado temprano pero igual seguía llegando muy tarde. El autobús pasaba a una hora específica todos los días, por ello no era mi decisión el llegar temprano o no.

Era una simple becada, el que estuviese en un colegio de alto prestigio no me hacía rica ni mucho menos. De hecho en este colegio habían muchos becados; no eran excluidos o tratados mal, simplemente eran iguales a cualquier otro estudiante solo que de clases sociales distintas.

¿Entonces porqué oculto que soy una  becada?

No lo sabía, simplemente no podía aceptar el hecho de que mis compañeros tuviesen una vida perfecta mientras que yo era totalmente distinta a ellos. Vivía en un pequeño pueblo alejado de la ciudad, mis padres trabajaban arduamente para comprarme los caros útiles escolares que pedían aquí y yo en cambio de estar orgullosa de ello, decidía ocultarlo; presumiendo una falsa vida que no existía.

No era importante. Solo tenía unos cuantos amigos y a ellos no les interesaba mucho mi vida privada, solo sabían que "vivía en una lujosa casa"; no se sorprendían o preguntaban ya que eso para ellos era algo normal.
En ocasiones temía el ser descubierta, no podría soportar una humillación de esa forma.

Tan fácil hubiese sido decir la verdad desde un principio.

Pero en aquel entonces nadie me dirigía la palabra por mi mirada temorosa y mis peinados extraños; pero llegó Arianne Hoods y me habló.
No sé fijó en que mis prendas eran diferentes a las de ella o en qué mi cabello estaba poco cuidado; con el tiempo me fui incluyendo en su grupo de amigos, me sentí aceptada en un mundo completamente diferente al mío. Fue tan irreal desde mi perspectiva.

El miedo de perderlos me invadió y por ello decidí mentir. No quería ser juzgada o que tuviesen lástima por mi o mi situación. No quería que me vieran con compasión como si fuese un perrito abandonado. Todo estaba bien como lo está ahora; ellos me tratan como una más y estaba alegre con ello.
No tengo necesidad de fingir mi personalidad, al contrario, con ellos soy más espontánea. Simplemente mentía en cuanto a mi posición económica; les decía que llegaba tarde porque hacía cosas banales que suele hacer una chica con dinero.

Ellos no hacían preguntas.

De hecho creo que ni siquiera les interesaba.

Pero yo deseaba decirles el porqué. Tal vez era la culpabilidad por mentir o tal vez porque los consideraba amigos y eso es lo que hacen los amigos.

Para ellos no lo soy. Lo presiento.

Sacudí mi cabeza quitando aquel pensamiento; claro que me consideraban su amiga, siempre hablamos, reímos y compartimos anécdotas. Me siento bien cuando estoy con ellos.

Sentí ni teléfono sonar en mi bolsillo. Era Lina.

El pasillo estaba vacío pero de igual forma decidí entrar al baño de mujeres para más privacidad. Tomé aire y contesté.

—¿Hiciste lo que te pedí?—respondió de golpe; rodé los ojos aprovechando que ella no me vería.

— Sí.—intenté contestar sin sonar grosera.

Perfecto mañana tendrás que...

—No—la silencié—ya van tres veces que lo hago Lina. ¿Con eso no es suficiente?

—Venus creí que sabías como funcionaba esto. No quiero sonar brusca pero el dinero que me pides es demasiado y si lo quieres tanto debes hacer lo que te pido las veces que sean necesarias—me recosté sobre el lavabo mientras cuestionaba a mis adentros si todo lo que hacía era necesario—si no quieres seguir haciéndolo está bien. No pienso obligarte.

¿Era necesario seguir? Era solo una fiesta de graduación, aquello no estaba incluído en los pagos de la beca, de hecho la fiesta era solo algo opcional pero de igual forma algo que sería sumamente espectacular. Todos mis amigos irían, ¿qué excusa tendría yo? Quería asistir, lo deseaba pero mis padres no contemplaban aquel gasto.

—Yo... seguiré. Es lo solo que estaba un poco abrumada con todo—respondí apresurada.

—Sé lo que haces Venus. Estos son negocios de mi familia pero te recomendaría que no te metas demasiado en ellos ya que luego de un tiempo no hay salida.—su tono serio me llegó a asustar—No deberías hacer todo esto solo para incluirte en la alta sociedad.

Ella no lo entendía. Era una de las pocas personas que sabían que era una farsante, por no decir que la única; esperaba que al ser de esa familia entendiera que lo que hacía no era nada descabellado y era solo una mentira adolescente más, pero justo como esperaba, Lina solo me había dicho que no era lo correcto.

—Nunca lo entenderás porque tú ya perteneces a ella Lina.

Solo tienes dieziseis. No entiendo tu obsesión por sentirte incluida, tienes unos padres amorosos y un cálido hogar, no eres millonaria pero creeme que serlo no te garantiza la felicidad.

—Esto te beneficia en gran parte a ti. No sé porqué te preocupas.

—Tal vez porque eres mi jodida amiga, a pesar de todo.

—Lina no discutiré eso ahora pero sabes que realmente no eres amiga de nadie.

Lamenté a mis adentros sonar brusca, pero solo decía la verdad. Conocía a Lina desde muy pequeña, mi madre era empleada en su gran mansión, un día me llevó a ella, al ser pequeña e introvertida no demoramos en hacer un pequeño click, sin embargo a medida que crecimos de mi cuenta de que Lina no era un ángel caído del cielo como la pintaban todos.

—Tienes razón Venus. Adiós—su tono fue seco para después cerrar la llamada sin permitirme decir una palabra más.

Cualquiera se sentiría intimidado de que la mismísima Lina Rizzo le haya dirigido aquel tono amenazante; pero ese no era mi caso. Conocía muy bien a aquella pelirroja; era un arma de doble filo y podía usarla muy bien a mí favor. Yo era ambiciosa y ella una perra; nos llevábamos bien, pero no la consideraba una amiga.

Miré la pantalla de mi teléfono y sonreí descarada. Faltaba poco para completar el dinero que necesitaba.

Un estruendo sonó a mis espaldas, dentro de unos de los cubículos del baño. Inmediatamente me recompuse, alterada.

Alguien escuchó todo.

Rápidamente me dirigí al cubículo y forcejee la puerta, más está no cedía.

—¿Quién demonios está ahí?—no recibí respuesta.

Me coloqué de cuclillas y observé debajo la puerta. Mi mano se empañó de algo por lo cual no demoré en dirigir mi mirada hacia ella.

—Mierda, mierda—era sangre, qué carajos estaba pasando.

Volví a mirar y solo vislumbre una cabellera rubia. Estaba tirada en el suelo a pesar del pequeño espacio del cubículo; la sangre salía de sus muñecas.
Me levanté y forcejee con la puerta lo más que me permitieron mis brazos.

Solté un suspiro cuando la puerta cedió. Mis ojos sólo pudieron ver a Acacia Johnson tendida en el suelo con varias heridas en su muñeca mientras que una navaja reposaba en su regazo.

Querido directo, al parecer su hija tiene problemas y no lo nota. Que mal padre.

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Acacia Johnson es acuario
y como ya mencioné en una capítulo anterior Lina es libra.

Girls Just Wanna Have Fun | zodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora