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|CAPÍTULO TRECE|

Perspectiva; aries: Arianne Hoods.

El auto iba en el silencio habitual, no me preocupaba la incomodidad ya que simplemente iba concentrada en conducir.

Mi pequeña hermana iba sonriendo a la pantalla de su celular, a veces deseaba preguntarle o tener algún tipo de confianza con ella más nunca ha sido así. Desde pequeña las cosas entre nosotras solo se han basado en una constante competencia sobre quién tiene más la atención de nuestros padres con simples altas calificaciones.

Era en vano el intentar tener una relación fraternal como cualquier otra.
Elianne y yo éramos un completo lío y nuestra relación de hermanas era un asco.

Estacioné el auto frente a la escuela de la castaña, ella lo notó y guardó su celular acomodando su cabello, se miró una última vez en el espejo del retrovisor y bajó del auto sin siquiera despedirse.
Ya acostumbrada a aquella rutina avancé hacia mi colegio.
No demoré en llegar ya que realmente la distancia entre ambos lugares no era tan larga.

Solté un suspiro al lograr encontrar un aparcamiento libre, tomé mi mochila de los asientos traseros del auto y salí estirando un poco mi cuerpo.

Hoy iba un poco tarde pero eso no era algo que me atormentaba. Las constantes discusiones con mi padre no me dan ánimos de seguir fingiendo que soy una chica correcta y no quiero seguir compitiendo con Elianne sobre cuál de las dos tiene la calificación más alta, nada de eso me interesa; tal vez el salir con Brendon me ha dado la libertad que anhelaba.
En el fondo sé que tomé la decisión correcta al aceptarlo, tal vez no somos la típica relación llena de adrenalina, pero conozco a Brendon lo suficiente como para saber que no es un chico al cual le interese mucho hacer ese tipo de cosas cada tres segundos.

Aun caminando por el estacionamiento delantero del colegio pude divisar a Venus sentada en una de las bancas a las afueras de la estructura, su cabello estaba atado en un moño improvisado mientras que su ceño denotaba concentración en lo que hacía; unos pequeños envases de pintura se encontraban a sus costados.

Avancé mi paso acercándome cada vez más a ella, la de rizos estaba sumida en su pintura como para notarme.

— Vee—llamé y ella dió un pequeño brinco en su lugar—Lo siento, lo siento—me apresuré a decir ya que posiblemente arruiné su trabajo.

—Tranquila Ari, no arruinaste nada—dijo burlona alzando el lienzo hacia mi.

Hice una expresión sorprendida, aunque viniendo de Venus no esperaba menos, la chica realmente sabía hacer arte.
El paisaje me dejó cautivada por unos segundos, lo tomé entre mis manos apreciando cada detalle.

—Dios Venus, esto es maravilloso—la miré sonriente, para luego codearla levemente—¿en qué te inspiraste esta vez, eh?

Sabia que cada cuadro para Venus tenía un significado, tal vez más profundo de lo que solía explicarme, para ella la pintura era como su diario personal y había que conocerla lo suficientemente bien como para descifrar que significaba cada pintura en su vida.

Ella lució pensativa.

—Aún no lo sé.—respondió pensativa—El profesor de literatura no me dejó entrar a clases por llegar tarde y simplemente me senté aquí y lo hice.

Reí en mi lugar, Venus no solía ser muy puntual, raras veces lo era.

Le devolví el cuadro sentándome a su lado.

—Lo más posible es que a mí tampoco me deje entrar, así que mejor me quedo aquí—Venus asintió—Por cierto, hoy iré con Thalía, Leska y Carina al centro comercial, que dices, ¿nos acompañas?

Girls Just Wanna Have Fun | zodiacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora