|CAPÍTULO ONCE|
Perspectiva; acuario: Acacia Johnson (multimedia)
Caminaba por los pasillos aún sintiéndome temorosa. Desde que sucedió aquello siempre solía estarlo.
Y ahora mucho más con todas las miradas puestas sobre las vendas en mis muñecas; intenté avanzar más rápido al sentirme agobiada, los murmullos habían iniciado y me había comenzado a sentir mal con ello.
Todo iba demasiado mal en mi vida.
Quisiera simplemente cambiar el rumbo de las cosas pero desde aquella noche la desgracia parecía ser algo predicho en mi día a día.
Aún con la mirada agachada pude distinguir a Venus cerrando su casilla con unos cuantos libros en mano; aquella chica de rizos había sido mi salvadora, desde el claro punto de vista de mi padre, para mí, bueno, simplemente había aplazado una dolorosa estancia en este asqueroso mundo.
Dudé en acercarme, no obstante, me decidí al recordar nuestra charla el día que estuve hospitalizada.
—Hey Venus—ella volteó a mi dirección y sonrió.
— Acacia, ¿como siguen las cosas?—preguntó mirando el vendaje alrededor de mis muñecas.
—Lo mejor que pueden estar para mí—me miró con pesar.
—Sabes que de ahora en adelante puedes contar conmigo, ¿cierto?—asentí agradecida.
Realmente nos llevábamos bien a pesar de apenas hace una semana entablar conversación más seguido.
Ambas teníamos un secreto que no queríamos que fuese revelado; yo sabía el suyo y ella sabía el mío, supongo que aquel era un gran aliado para que convivieramos seguido.Podía considerar a Venus alguien agradable, más aún no podía depositar toda mi confianza en ella, debía asegurarme de que mi secreto no saliera de su boca hacia otras personas, por ello el mantenerme cerca lo hacía mas fácil.
Podía ser solo conveniencia pero estoy segura que ella piensa exactamente igual acerca de mi.
La castaña frente a mi hizo una expresión asustada viendo algo a mis espaldas, volvió su mirada a mi y rápidamente negó, confundida fruncí mi ceño.
—¡Venus!—giré encontrándome con Arianne, una de las amigas de Venus, ella estaba con...
Maldición.
Sentí mis entrañas revolverse y los recuerdos de aquella noche golpearon mi mente haciéndome tambalear.
Escuchaba apenas como susurros a Arianne hablar dirigiéndose a su amiga; mi atención estaba puesta en sus acompañantes.Leska parecía tener el mismo conflicto interno que yo ya que su mirada estaba puesta en mi, por otro lado su amiga Carina lucía más obvia ante mi presencia.
—Acacia que bueno que hayas regresado.—la voz de Arianne me sacó de mis pensamientos, no supe que responder, aún estaba nerviosa, ella notó mi incomodidad—Bueno las chicas y yo planeabamos ir a comer algo a la cafetería, si quieres puedes acompañarnos.
—¡No!—se adelantó Venus confundiendo a su amiga—, quiero decir, Acacia y yo habíamos acordado ir a la biblioteca antes
—¿En serio?—se desanimó la de cabello corto—Queria que compartieramos todas, pero si estás ocupada no importa te presentaré a las chicas;—Arianne siguió hablando para luego dirigir su mirada a aquella chica— Leska es la hermanastra de Brendon y bueno, nos llevamos bien y Carina es su amiga. Compartiremos más seguido y estaba pensando en que te gustaría a ti también, y a Acacia si así quiere.
Sus palabras hicieron eco en mi cabeza, torturandome ante la simple idea; a Leska parecía darle igual, como siempre, más yo no podía disimular lo mal que me estaba comenzando a sentir.
—Acacia, ¿te encuentras bien?——hasta este punto la voz de Arianne me parecía irritante, tal vez era debido al dolor punzante en mi cabeza pero solo quería salir huyendo.
—Y-yo...—Leska y Carina parecían atentas a mis palabras, sus miradas me recordaron a aquel momento y mis ojos se llenaron de lágrimas al instante—sí, lo estoy.
—Arianne, Acacia y yo debemos irnos.—Venus tomó mi mano—Nos vemos luego.
Arianne aún parecía no entender nada, mientras que Leska me miraba sin expresar emoción alguna, ¿qué acaso no recordaba lo que sucedió?, Carina parecía recordarlo perfectamente, su expresión la delataba, al igual que a mí, al parecer aquella noche la marcó de la misma forma, aunque dudaba que mi situación se pudiese comparar.
Cuando volví a salir de mis pensamientos ya me veía siendo arrastra por los pasillos de la mano de Venus hasta llegar a un punto en concreto, observé a mí alrededor sintiéndome aturdida, pude distinguir que efectivamente nos encontrábamos en la biblioteca.
El lugar estaba prácticamente vacío y tenía consigo el silencio y la paz que tanto buscaba.
Sentándome en una se las sillas me desplomé tanto interiormente como de forma exterior, derramando todas las lágrimas retenidas.
La mano de Venus se posó en mi hombro reconfortandome. Solté un último sollozo para luego hablar:
—¿Sabías que eran amigas?—saqué mi rostro de su escondite el cual eran mis manos, ella rápidamente negó.
—No tenía ni idea, no se porqué Arianne se junta con ellas—explixó Venus confusa—, nunca lo ha hecho, tal vez es por Brendon, lo ama mucho y quiere sentirse incluida en su vida, es lo más probable.
Pobre Arianne.
La culpabilidad me invadió, quise hablar, pero no quería verme involucrada más de lo que ya estaba con Leska O'donnell.
Seria mi fin. Aquel es su más perverso secreto.
—Entiendo, ella no sabe mi situación, ni mucho menos sabía que hablo contigo, fue algo inesperado para todas—titubeé.
Venus soltó un suspiro y yo seque todo rastro de lágrimas en mis mejillas.
—No creo que sea conveniente que Arianne se junte con ese par, ya me contaste lo que han hecho y es un total asco—asentí en concordancia.
—Arianne debe tener mucho cuidado, Venus.
—¿De que debe tener cuidado Arianne?—una tercera voz se escuchó a nuestras espaldas, rápidamente volteamos asustadas.
Roberth y Thalía estaban frente a nosotras, Venus pareció aliviada de que fueran ellos, después de todo eran de su círculo de amigos.
—Arianne se está juntando con Leska O'donnell y Carina Lester—confesó la de rizos a la pareja.
Ambos respondieron con sorpresa.
—¿Hablas en serio, Vee?—habló Roberth preocupado, sin notar el ligero sonrojo la castaña al ser llamada así.
Venus solo asintió jugando nerviosamente con sus manos.
—Creo que debemos hablar primero con Arianne y luego sacar conclusiones—opinó Thalía abrazando a su novio.
Miré a Venus esperando por ver su reacción, pues una ligera sospecha estaba comenzando a nacer en mi, más esta parecía querer ignorar la pareja frente a nosotras, no supe si tomarlo como un comprobante a mis sospechas; no quería sacar conclusiones rápidas, pero se notaba que Venus sentía algo por el castaño.
Pero... él tiene novia. Rápidamente negué a mis adentros.
Eso no era un impedimento en lo absoluto, yo era el vivo ejemplo.
______________________________________
Roberth es un personaje SECUNDARIO del signo piscis y Thalía es un personaje también SECUNDARIO del signo cáncer.