Contract |Seungyoun|

Day 11

No tenía constancia de cómo ni cuándo había llegado a casa junto al pelinegro solo era consciente de la figura de Seungyoun sentada sobre la cama de mi habitación. Yo corrí a por el botiquín nerviosa por toda la sangre que manchaba la camisa del chico. Su labio no dejaba de sangrar y yo solo rezaba por poder parar la hemorragia. Me senté a su lado para quedar a su altura y poder curarlo. Saqué una gasa y desinfectante, mis manos aún temblaban nerviosas después de los acontecimientos sucedidos esta noche.

-Lo siento, esto va a doler un poco.

-Soy un chico fuerte, podré con esto.

Con mis manos temblorosas pasé la gasa por su labio y él hizo un gesto de dolor.

-Lo siento mucho.

-Tranquila.

Seguí curando la herida intentando ignorar las expresiones de sufrimiento del pelinegro. Finalmente pude acabar con la hemorragia y dejar la herida en apenas una pequeña marca. Seungyoun me miró centrando su mirada en mi cuello enrojecido. Acercó su mano y yo me aparté como acto reflejo.

-No quería asustarte.

-Tu eres el único con el que me siento segura ahora mismo. Se que nunca me harías daño.

Tomé su mano y la acerqué a mi cuello. Él lo acarició con suavidad intentando no asustarme. Su tacto se sentía bien sobre mi piel, como si fuera un calmante. Nuestras miradas se conectaron formando una cúpula a nuestro alrededor a la que nadie más podía acceder.

-No soporto verte mal, debería haber llegado antes.

-Me has salvado ¿lo sabes?

-Lo sé.

-Gracias.

-Lo haría una y mil veces.

-¿Puedo pedirte un favor?

-Lo que quieras.

-No quiero hablar nunca más de esta noche ni quiero que nadie sepa lo que ha sucedido.

-Está bien, lo prometo.

-Gracias, por todo.

Me levanté de la cama dispuesta a cambiarme de ropa y meterme en la cama para dejar atrás este horrible día. Cuando salí del baño vi la espalda desnuda de Seungyoun que cubrió con la camiseta que usaba de pijama. Desvié mi mirada a la camisa llena de sangre sobre la cama.

-Mañana lavaré la camisa y no quedará rastro de lo sucedido hoy.

-Puedo lavarla yo, así no tendrás que rememorar lo sucedido hoy.

-¿Eres tan atento con todo el mundo?

-Solo con las personas que quiero.

Mi corazón comenzó a palpitar. Rápidamente me metí en la cama evitando así que Seungyoun viera el sonrojo en mis mejillas. Vi como sonreía así que supuse que había sido demasiado tarde. Se metió conmigo en la cama dejando más espacio de lo normal entre nosotros.

-¿Hay algún motivo para que duermas así de alejado? Ya estoy acostumbrada a tu cercanía.

-No quería incomodarte, pensé que preferirías que me alejara, al menos esta noche.

-Sinceramente preferiría que me abrazaras esta noche.

-¿De verdad?

-¿Es mucha molestia?

-No es ninguna molestia.

Sus brazos me envolvieron y su pecho quedó pegado a mi espalda. El calor que emanaba su cuerpo me hizo entrar en calor en esa fría noche.