Contract |Seungyoun|

No todo está perdido

Mi despertador sonó indicándome que debía ir a trabajar. Pero lo cierto es que lo que menos quería era salir de la cama. Seungyoun dormía plácidamente a mi lado, lo observé detenidamente recordando cada facción. Se veía tan tranquilo y relajado mientras dormía que me sentí culpable de despertarlo. Por ello no lo hice, lo dejé dormir mientras yo desayunaba y me arreglaba. Me enfundé en una falda de tubo negra y una camisa blanca. Peiné mi cabello lo más liso que pude y decidí que Seungyoun podía dormir un poco más. Escribí una nota que decía: tienes el desayuno y una pastilla en la cocina, puedes irte cuando estés listo yo he tenido que irme a trabajar. Cierra la puerta al salir. Me debatí sobre escribir algo más cariñosos al final pero opté por no complicar más las cosas. Dejé la nota sobre la mesilla de noche y me fui. Mientras conducía de camino a la oficina mi mente no paraba de divagar en los acontecimientos sucedidos la noche anterior. Recordé una a una las palabras que Seungyoun había pronunciado y me pregunté una vez más si eran ciertas o solo algo causado por su intoxicación etílica. Lo único que sabía es que esa noche había trastocado mi cabeza. Después de dos días sin verle ya me había hecho a la idea de que eso debía ser así pero de repente reaparece de esta forma en mi vida, revolviendo todo a su paso y eso era algo que no podía manejar. Suspiré y centré mi cabeza en la carretera. No sabía que hacer, debía decirle lo que sentía o debía dejarlo ir. Mi cabeza era un completo lío en estos momentos.Mi móvil sonó y puse el manos libres del coche. 

-Dígame. 

-Soy Yujin. Espero no estar interrumpiendo algo bueno en estos momentos. 

-Estoy en el coche de camino al trabajo. 

-¿Qué pasó anoche? 

-Seungyoun comenzó a decirme que me echaba de menos y que no quería olvidarme nunca. Yo lo metí en el coche y se quedó dormido así que no tuve más remedio que llevarlo a mi casa. 

-Dime que os habéis acostado. 

-Yujin, estaba completamente borracho, apenas podía caminar. 

-¿Sigue en tu casa? 

-Sí, está durmiendo. 

-¿No te has quedado con él? 

-Tengo que trabajar. Además no sabría como afrontar la situación. 

-Eso es porque vives con miedo, debes dejar eso atrás. 

-No es tan fácil ¿sabes? Tengo que dejarte, he llegado a la oficina. 

-Está bien pero piensa en lo que hemos hablado. 

-Está bien. 

Salí del coche peor de lo que estaba, mi cabeza no tenía ni idea de lo que pensar. Esa mañana tuve un par de reuniones importantes y el no haber dormido apenas me estaba afectando. Cuando terminé mi segunda reunión mi móvil vibró indicándome que había recibido un mensaje. Era Seungyoun. 

"Gracias por el desayuno y por todo lo que hiciste anoche por mí. Estoy un poco avergonzado, siento haberte causado problemas. Gracias de nuevo"  

Extrañé en ese mensaje alguna de sus habituales palabras de cariño para mí. Pero de nuevo no podía quejarme por algo que ni yo misma había sido capaz de hacer. Respondí a su mensaje. 

"No fue nada. Y no tienes nada de que avergonzarte, todos hemos tenido un episodio así alguna vez. Espero verte pronto" 

No tardó más de cinco minutos en contestar. 

"Acabo de salir de tu casa y ya te extraño" 

Y ahí estaba el Seungyoun que conocía.