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Un susto, sólo un susto era lo que quería darle a BamBam. Realmente no hablaba en serio. Hace tres años me prometí a mí mismo que jamás tendría peleas con Bambie y de ser así las solucionaría. Es por eso que planee esto, yo me iría una noche para que se arrepintiera de haberse desaparecido toda la tarde, al día siguiente vuelvo y todo se soluciona. 

Salgo del edificio por el estacionamiento, me llevaría el carro y pasaría la noche en el mismo, salgo y lo estaciono a dos cuadras pasando el edificio, eso debido a hacer vigilia, si BamBam sale yo iré a ver a donde se dirige. 

Por el momento me quedo sentado aún en el asiento del copiloto, no tengo sueño, no tengo hambre, no tengo frío ni calor, sólo quiero que pase la noche y que todo vuelva a la normalidad con Bambie. Y es así como paso muchas horas sentado en el auto, hasta ahora no veo a BamBam salir del edificio y no creo que lo haga, son como las tres de la madrugada. 

Es mi hora menos preferida, en realidad la peor, desde esta hora es la hora en la que mi ansiedad consume más mi mente, llevo muchas noches sin dormir desde hace tres años. Mi mente consume todo mi cuerpo, me vuelve loco, pensar en todo, en cualquier cosa, sea lo que sea que pasa por mi mente empieza a extorsionarme, eso sólo cuando estoy durmiendo, pero cuando permanezco despierto mis manos no dejan de temblar, el sudor corre por mi cabeza, y necesito hacer algo, necesito mantener mi mente distraída porque de no ser así caigo en crisis existenciales que me llevan a un derrumbe de llanto incontrolado o acciones que podrían hacer que me arrepienta de hacerlas. Cuando empecé a tener ansiedad no dormí por semanas, prefería estar despierto en vez de tener sueños como los que estaba teniendo, y en ese tiempo encontré muchas cosas que hacer para mantener mi mente ocupada, cosas como jugar con las manos, hacer cualquier cosa con mi cuerpo, ya sea ejercitarlo que es lo que mayormente hago, también hacer tareas de la casa ya que eso logra mantener mi mente distraída. Pero ahora no logro distraerla, estoy en un auto, no hay nada que encuentro entretenido y mi cuerpo empieza a sentirse más vivo que nunca, mis cinco sentidos se hacen tan agudos que mi vista corre a la casa que se encuentra cruzando la calle cuando escucho a una  joven salir gritando de la propia.

Es un chica de al rededor de quince o dieciséis años, parece ser, la razón por la que grita es que tiene un mano que tira muy fuertemente de su cabellera, guío mi vista hasta la persona dueña de la mano, es un hombre, parece de unos cincuenta años, es delgado pero se notan a simple vista los músculos en sus brazos y espalda. La chica grita muy fuerte pero los golpes del hombre son más fuertes que sus gritos. Haz algo Yugyeom ¿Qué hago? Mierda, va a matarla, pienso al ver como la chica cae al suelo con debilidad pidiendo ayuda y es entonces que ya no pienso más y salgo del auto. 

Mis piernas rilan conforme me acerco a la pareja, ¨déjala¨ grito y el hombre se detiene para verme, cuando su mirada se conecta con la mía empieza a acercarse rápidamente a mí, estoy en problemas, grandes problemas. Al estar lo suficientemente cerca mío aunque el hombre es de menos estatura que la mía logra empujarme con tanta fuerza que de inmediato siento como el cemento impacta mi caída. Ahora sí Yugyeom, estás jodido. El hombre se acerca pero estiro mi pierna impidiendo su paso, y es así como este cae de rodillas al suelo, creí poder hacer algo pero él me gana al depositarme una fuerte trompada en el rostro, el golpe impacta tanto que por unos segundos pierdo el conocimiento, suficiente tiempo para que el hombre pegue sus manos contra mi cuello haciendo presión en este, siento como si mis venas estuvieran hirviendo y el aire deja de entrar a mis pulmones. Trato de luchar con mis manos y apartarlo pero es muy fuerte, mi vista empieza a nublarse. Aguanta, tú puedes. Con la poca eficacia que logro adquirir doblo la pierna provocando que mi rodilla choque con fuerza contra el abdomen del hombre encima mío y logro separarlo de mí, pero antes de hacer algo lo único que me permite hacer mi cuerpo es dejar que mi sangre vuelva a circular con normalidad, en eso el hombre vuelve a golpear mi rostro, esta vez pongo fuerza, mi cuerpo empieza a estar de mi lado y cobro energía al pensar, este hombre es un señor, ella es una niña, lo más probable es que sea su padre y de ninguna manera voy a permitir que me gane en esta batalla. Este hombre no debería pisar este mundo siquiera.

•Hermoso & Nocivo• 2 [YugBam] (Hermanos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora