XXIII: Te quiero

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Narrador omnisciente

Natasha estaba poniendo en la mochila un par de cosas que se quería llevar de la casa de los Barton mientras Steve preparaba el Quinjet.

Desde la ventana de la habitación podía ver cómo los niños correteaban por el patio trasero riendo, no pudo evitar sonreír con melancolía al imaginarse cómo sería tener hijos propios; cómo sería formar una familia con Steve.

- ¿Natasha? - Laura se asomó detrás de la puerta.

La rusa secó rápidamente una lágrima solitaria que se deslizaba por su mejilla pero no fue lo suficientemente rápida como para que Laura no la viera.

- ¿Estás bien, Nat? - dijo ella abrazándola de forma maternal.

- Si, no sé qué me ha pasado. Supongo que no quiero volver al trabajo.-trató de quitarle hierro al asunto la pelirroja.

Laura entendió que la rusa no quería hablar del tema así que decidió no forzarla. Tras todos esos años Laura se había convertido en una hermana mayor para Natasha hasta el punto de poder leerla casi tan fácilmente como Clint.

- Y, ¿cuándo pensabas contarme lo de Steve?- le dió un codazo leve con una expresión pícara.

- ¿Lo de Steve? - decidió hacerse la loca.

- ¡Oh, vamos! Clint puede no haberse dado cuenta pero yo os he calado, querida.-dijo esto tocándole la punta de la nariz.

- No sé de qué me estás hablando, Laura, creo que estás perdiendo tus dotes.-rió la rusa cogiendo sus cosas y saliendo de la habitación para bajar a la planta baja donde esperaban Clint y Steve conversando de trivialidades en el sofà.

Clint se levantó a despedirse de Natasha con un abrazo fraternal y un beso en la coronilla.

- No tardes mucho en volver y ni se te ocurra asustarnos así nunca más, Tasha.

Natasha se limitó a sonreírle y a estrechar más el abrazo.

Mientras ambos hombres se despedían con un apretón de manos y un abrazo, ella volvió a envolver a Laura entre sus brazos.

- Espero no ver otro chiquillo corriendo por aquí la próxima vez que volvamos.- bromeó la del pelo de fuego.

- ¡Oh no!, la fábrica de bebés està cerrada.- rió Laura.

- Así nos basta y nos sobra.- Clint rodeó su cintura mientras el resto reía a carcajadas y los niños aparecían a través de la puerta para decir adiós.

POV Natasha

Saludamos una última vez a través de la ventana del Quinjet a los Barton. La casa se veía cada vez más pequeña. Cuando ya solo se podían ver las nubes me aparté de la ventana para posicionarme detrás del asiento del piloto; donde Steve estaba sentado.

- Gracias.- hablé poniendo mis brazos sobre sus hombros.

- ¿Por qué?- dijo confundido pulsando el botón del piloto automático.

- Por todo; por estar siempre ahí para mí, por conocerme tan bien y por traerme aquí.- ví como sus mejillas se teñían de un leve carmín.

- Pensé que era lo que necesitabas,- pasó su mano nerviosamente por su pelo - que lo mejor era salir de aquel ambiente tan deprimente y que te diera un poco el aire.

De repente, no vi en él la figura corpulenta e imponente del Capitán América; sino a aquel joven delgado y tímido de Brooklyn del que tanto hablaba. Era como si el Steve de anoche se hubiese esfumado solo para dejar a aquel chico de poco más de metro cincuenta.

A pesar de que la gente lo veía como una faceta débil de él, yo lo veía como la época en la que fue más fuerte. Pasó por un infierno antes de convertirse en quien era ahora cosa por la cual yo misma le profesaba un profundo respeto.

Le dí la vuelta a la silla para mirarle a los ojos.

- Te quiero.- las palabras escaparon de mis labios antes de que pudiera frenarlas. Me asusté. No había sentido ese sentimiento nunca.

Antes de darme cuenta, los labios de Steve estaban ya pegados contra los míos. No de manera salvaje ni con lujuria ni deseo; al contrario, nuestros labios se decían mucho más que lo que las palabras nunca podrían expresar. Y yo decía que el amor era un juego de niños...

Cuando mis pulmones empezaron a arder por la falta de oxígeno, él se separó.

- Yo también te quiero.

Soy un desastre, la semana que viene tengo exámenes así que es muy poco probable que actualice. De verdad que estoy intentando no dejar de actualizar esta historia por el mucho apoyo que está recibiendo. Mi razón de escribir sois vosotros. 

PD: Os gustaría que publicara el primer one-shot del libro en el que estoy trabajando? 

- A


La viuda negra  (Romanogers) - ENDGAME ALTERNATIVODonde viven las historias. Descúbrelo ahora