Thysanura © [editando]

Episodio 15

La última vez que Rosé piso el lugar de B-E-R fue el 25 de Noviembre un par de días después de que haya asistido al parque revolución. Al caminar entre aquellas calles siendo de tarde comenzando a oscurecer, la pelirroja se acercaba para encaminarse a su hogar.

En cuanto doblo una esquina la mujer pelirroja desapareció sin dejar rastro, solo su bolso de mano que tenía dentro su teléfono y otros utensilios personales como papeles, así que.. bien, vayamos al principio.

Zeale tenía una máscara de conejo, una máscara infantil por los detalles rosados y la pequeña sonrisa que está poseía además de que a Zeale le gustaba usar un artefacto para que no lo identifiquen de manera espontánea, sería un problema delatarse tan rápido.

Rosé Cavalcantí una mujer que ha vivido por sí misma ahora se encuentra, en un lugar que parece ser la casa de las muñecas. Todo estaba de color rosa con tono rojos, fotos de ella por todos lados, atada a una silla antes de ser trasladada a su "lujosa" cama. Rosé va despertando de aquél sueño algo profundo, al abrir los ojos se encuentra con alguien mirándola de cerca, esa máscara le impedía ver a quien se ocultaba debajo de ella.

Intento hablar pero noto que tenía un listón alrededor de su boca, así que comenzó a moverse desesperadamente para tratar de librarse.

—Despertaste.- menciona el aparente desconocido para ella.—Me empezaba a angustiar.

Ella observa su ropa, era gris con figuritas de gatos apto para una pijama, Rosé dejo de moverse, respiró lo más calmada que podía era mejor tratar de mantenerse tranquila aunque quería escapar lo más rápido posible.

El desconocido comenzó a desatarla, las muñecas y los pies le ardían por las ataduras después siguió con la boca al terminal él la agarró trasladandola a la cama que estaba ahí. Agarra los grichetes y lo coloca en uno de los pies de la pelirroja, el lugar parecía amigable pero no hay que confiarse con las apariencias.

Después mirá cómo va a la esquina de la habitación, se recarga y va dejándose deslizar lentamente.

—Rosé sabes que tus facciones del cabello son igual de llamativos que la flor lycoris radiata<¹> o como normalmente es conocida, la flor del infierno.- decía sentado desde la esquina observándola.

Rosé negó con la cabeza, a ella no le gustaba nada relacionado a la jardinería le parecía soso e innecesario.

—Tu cabello es rojo llamativo una singularidad de esta flor tan hermosa.- se levantó caminado a la pequeña mesa que había, justo encima estaba la flor.—Sujétala por mí, no la vayas a lastimar esta flor sale durante el equinoccio<²>, deberías verlas todas juntas es tan... maravilloso.

Suspiró el desconocido, Rosé fue agarrando la flor que el desconocido quería que agarrara, la observó por unos momentos.

—Debes estar hambrienta déjame traerte el desayuno.- comenzó a caminar hacia la puerta, Rosé no desperdeciaría la oportunidad que tenía para hablar, se apuró en eso.

—Q-quién eres?.- preguntó tratando de no sonar asustada.

El sujeto se volteó al mirarla parecía que sonreía debajo de la máscara así que pronunció:—Todo a su debido tiempo querida.- abrió la puerta saliendo de aquella habitación.

Rosé se levantó lo más rápido que pudo arrojando la flor después fue corriendo hacia la puerta, la cadena al llegar a su límite hizo que la pelirroja cayera al suelo, el golpe fue en seco, el sonido fue muy alto. Al levantar la vista solo escucho el sonido de la puerta cerrarse al igual el como le ponían seguro después de un “no trates de lastimarte, porfavor”.

La pelirroja estaba atónita, enojada y asustada, no quería derrumbarse y llorar en un lugar como ese. La cara le comenzaría a arder le dolía al igual que las manos, al tocar su cara sintió algo caliente fue bajando su mano para ver de qué se trataba, era una pequeña gota de sangre.

El suelo no tenía losas asi que estaba segura que se había raspado algún lado de la cara,
no sabe cuántos días estuvo ahí a dentro o fueron horas, solo rogaba que sus familiares o alguien cercano a ella la encontrará lo más rápido posible.

—Por favor... déjame ir...

Rogó mirando hacía la puerta sus ojos comenzaban a humedecerse, en cuestión de unos segundos comenzó a llorar, bajo la cabeza mirando al suelo. Tenía miedo, no quería verse de la manera en que su secuestrador la miraba, comenzó a hiperventilar tratando de aguantar las lágrimas.

¿Que cosas iba a hacerle?

—Maldito seas!!!!.- gritó a todo pulmón como sí eso fuera a servirle de algo, quizás le serviría para desahogar su irá.

Necesitaba planear como escapar de ahí, será difícil pero no quiere verde derrotada por un simple hombre. Lloró hasta el cansancio estaba agotada, el sueño comenzaba a apoderarse de su sistema , se acercó a la cama y se propuso a dormir.

Esperaba que la salvarán del martirio que quizás se aproximaria aunque aún no empezaba ella sentía que ya era así, miraba a la flor en el suelo, miraba cada detalle estaba arrugada por culpa de ella.

Quería desaparecer y aparecer en un lugar seguro rodeada de paz, cerró los ojos pensando que sería una pesadilla en sus años de abogada estaba segura que podrían o no podrían encontrarla con vida, quería que al día siguiente miraría a su familia y a todos que son cercanos a ella, quería todo pero menos ser cautiva de un desconocido obsesionado con ella y las flores.

Una pregunta apareció mientras observaba a aquella flor...

¿Se merecía estar atrapada en el país de las maravillas?

Holi espero que les guste la historia,
cuando esté terminada comenzaré a hacerle unos cambios ;)

Lycoris radiata: [¹]

—⟩ Sale a  principios de otoño (durante el equinoccio), las hojas aparecen en otoño son de color verde oscuro y estrechamente liguladas. Sus flores son rojo brillante y sus tépalos de márgenes ondulados.⟨—

Equinoccio: [²]

—⟩Son los momentos del año en los que el Sol está situado en el plano del ecuador celeste.⟨—