Episodio 12

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Con pasos cuidadosos empezó a vigilar al pelinegro, al cabo de unas semanas sus sospechas desaparecieron ya que se veía como un hombre normal apesar de estarlo "acosando".

Al retirarse después de dar el comunicado de que no hay sospecha algúna se topó con el pelinegro, la mirada de este parecía traspasarle el cuerpo sintiendo al mismo tiempo un escalofrío en la espalda.

—Disculpe.- dijo abriéndose paso entre la gente.

Zeale parecía no agradarle la idea de que alguien le vigilará ,el inspector o espía, no era tan sigiloso como le hacía creer.

—¿Qué tal todo?.- le recordó una voz femenina. Rosé.

—Oh, bien algo pesado el trabajo.- dijo dejándole el licuado de fresas con un pequeño pie de queso, era algo que Zeale hacía por cortesía.—Este.. puedo tomarte una foto?.- se atrevió a preguntar.

Rosé lo miró y con una pequeña sonrisa asintió permitiéndole el paso de tomarle foto, ella pensaba que lo hacía por ser una abogada reconocida y al verla todos los días en el mismo lugar tendría la dicha de tener una foto con ella como si se tratase de una celebridad.

Una foto, una foto que se volvería miles en algún momento o... que ya lo fueran sin darse cuenta.

El día pasó, la misma rutina de todos los días esperando el momento preciso para hacer su cometido. Creyó que sería distinto pero es igual, lamentablemente es igual que en años pasados.

 Creyó que sería distinto pero es igual, lamentablemente es igual que en años pasados

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—No!, espera!.- gritó la mujer protegiéndose de cualquier arranqué de irá.—E-esta vez me portaré bien, s-solo no m-me ates.- dijo tartamudeando y con voz temblorosa, su cuerpo temblaba del miedo.

Zeale miró a la mujer estaba enojado, no era la primera vez que intentaba escapar, aquella chica albina le había acarreado problemas.

Se acercó a ella lentamente haciéndole ver que no la lastimara, le tocó la cabeza y ella se estremeció en su lugar. Al estar más cerca la abrazó acurrucandola en su regazo, era muy delgada no entendía como estaba en ese estado si le daba de comer sanamente.

Tranquila, cariño.- le dijo al oído.—Todo estará bien solo duerme.

Empezó a tararearle una sonata de Beethoven, ella sabía que era diferente a personas que había visto. Era aterrador que en cualquier momento el chico dulce que aparenta ser llegará a tocarla de manera perversa o la matará sin piedad maltratandola físicamente.

Está mujer albina era consciente con quién trataba, con tal solo verle a los ojos le da miedo pero a veces parece tener una mirada blanda.

Habían muchas maneras de cómo sería su final, las imaginaba en todo momento solo era esperar para nunca, nunca, ser encontrada. Oh, pobre chica, pensaba que cada vez que la inmovilizada en decúbito supino (tumbada boca arriba), de modo que le cayera una gota de agua cada cinco minutos en su frente, pensaba, que llegaría a atravesarle el cráneo como si una bala fuera.

Después de algunas horas, el goteo continuó provocaba daño físico en su piel (similar a las yemas de los dedos después de un baño de inmersión). Se le conoce como: ⟨la gota china⟩

Zeale lloró desconsoladamente cuando ella murió, ¿fue su culpa?, claro que sí, la mato lentamente.

Zeale lloró desconsoladamente cuando ella murió, ¿fue su culpa?, claro que sí, la mato lentamente

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—Ey, estás bien?.- Rosé ve preocupada al pelinegro.

El parpadeo, no supo en que momento se había ido solo ocurrió.

—Tengo que irme.-

Dicho eso fue a avisar que se retiraba y a como diera lugar salió corriendo hacia su casa, no había notado que su madre tomaba doble dosis de sus medicamentos.

Su corazón se aceleraba cada paso que daba a pesar de estar corriendo para alcanzar a llegar no lo logró, al llegar observó varias ambulancias y algunas patrullas. Observó a su madre sobre aquella camilla con una sábana blanca cubriéndola de pies a cabeza.

Quiso entrar a abrazarla como la última vez, un oficial lo detuvo alejándolo mientras el gritaba por su madre. Aquellos gritos y lágrimas eran algo desgarradores, apesar de su edad no dejaba de ser aquel niño que cuido de su madre.

Nadzeya sufrió una sobredosis por paracetamol (acetaminofeno)*, le informaron los peritos sobre el caso y le preguntaron si su madre tomaba algún medicamento a lo que el contestó que sí debido que tenía dolores de espalda.

Si tan solo él no le hubiera dicho aquellas palabras su madre estaría aún con él, ¿cuál es eran las palabras?, solo el lo sabe pero no lo recuerda.

Su actuar y hablar son diferentes cuando tiene esas fallas repentinas algunas veces por coraje otras sin razón alguna pero puede ser letal para los demás y para si mismo. En su adolescencia era un chico "extraño", oh, pobres animalitos , nadie vio que atrocidades hizo con ellos.

Al aburrirse de aquellos animales empezaría por algo más grande. Empezó a observar a las personas y sus distintas tonalidades de piel, notando que con ellas podría formar una paleta de colores. De la piel más oscura a la más clara y viceversa, después por el cabello.

Ahora se tormenta así mismo tratando de recordar que orilló a su madre para que haya hecho eso.

—Señor, señor.- le repetían varias veces el oficial que estaba con él.

—Si?.- preguntó atónito, desanimado.

El oficial llamó a otro para que lo llevará con una de las ambulancias para que le hiciera algún chequeó. Estaba ido, cuando el otro oficial se estaba por acercar el pelinegro, cayó al suelo sujetándose la cabeza.

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Sobredosis por paracetamol (acetaminofeno)

Los adultos no deben tomar más de 3,000 mg de paracetamol como único ingrediente al día. Debe tomar menos si es mayor de 65 años. Tomar más, especialmente 7,000 mg o más, puede llevar a una fuerte sobredosis.

Thysanura © [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora