Episodio 14.

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Cuando llegó a su paradero se bajó y comenzó a caminar hacia su casa, ya no había nada o alguien que lo esperara

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Cuando llegó a su paradero se bajó y comenzó a caminar hacia su casa, ya no había nada o alguien que lo esperara.

Abrió la puerta que no estaba con seguro y miró en su interior sintió nostalgia, comenzó a llenar una cubeta con agua y sumergió toda su ropa, le puso jabón y un poco de bicarbonato para quitar la sangre, comenzó a tallar la ropa al notar que las manchas se iban le puso acetinol para terminar de quitar algún rastro de sangre.

Hizo lo mismo con el utensilio, lo analizo por un rato supuso que era un bisturí, por el tamaño y la punta.

Lo guardo en una cajonera, fue a ducharse al finalizar miró su rostro no estaba tan inchado como creía, al día siguiente vería la forma de explicar que le pasó.

Estando en su cama miraba sus manos sentía como sí ya lo hubiera hecho antes, se sentía cansado, fatigado pero aliviado a la misma vez sentía que libero una grande carga que no soportaría un día más.

—Gracias, extraño.

La pelirroja había quedado con la intriga de la razón por la cual el pelinegro salió corriendo de esa manera

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La pelirroja había quedado con la intriga de la razón por la cual el pelinegro salió corriendo de esa manera. Al día siguiente fue a B-E-R para preguntarle a él, le molestaba que otras personas dijeran lo sucedido.

Cuando lo miró lo llamo, personas al verlos creían que eran pareja pero solo eran amigos. Uno de ellos si quería algo y el otro una simple amistad.

—Vaya que te ha pasado?.- preguntó la pelirroja ante la leve inchazon que se le veía en el rostro a Zeale.

—Me asaltaron.- contestó con simpleza.-Lamento por irme de esa forma la otra vez, am, había recordado algo.

Ella sonrió.—No te preocupes, al final opté por llevarme lo que pedí, se me hacía tarde.

—Estamos a mano.

Rosé se mordía la uña del pulgar, pensaba que sería imprudente pero lo sería por ese día.—Amm.. qué fue eso que recordaste?

Zeale la miró, le gustaba aquella cara que ponía cuándo la curiosidad la ganaba. La seguía por todos lados, le tomaba fotos de diferentes ángulos.

—Mi madre, cuando llegue me dijeron que había muerto.

Rosé pidió disculpas, Matthew el hijo del dueño del local se acercó mirando al pelinegro.

—Vienes a trabajar o a noviar?.- preguntó con aires de ser el dueño del local.

Zeale revolvió el cabello del joven y pidió disculpas después se alejó para hacer su jornada de trabajo. La pelirroja sonrió al muchacho Matthew y el le regreso la sonrisa.

Matthew se fue después de darle una breve explicación de porque estaba así, atendiendo a cada persona Rosé pago lo que pidió y se fue a su trabajo como era de costumbre después de almorzar ahí .Al cabo de un rato un equipo de seguridad, el mismo que estuvo en el funeral de la enfermera, fue acercándose haciendo preguntas a varias personas de por ahí.

Zeale los reconoció y el señor Cavalcantí salió a preguntar qué hacían por estos rumbos, le mostraron la foto de un hombre el mismo que apareció muerto en el puente.

El pelinegro no reaccionó siguió atendiendo a sus clientes. Lo recordaba perfectamente pero evitaba dar señales de hacerlo, los oficiales se fueron, no había evidencias de quien le había matado pero al ser una persona de la alta sociedad, no dudarían en ningún momento en buscar al culpable.

Los oficiales se hacían una pregunta.
¿Por qué se encontraba merodeando a las personas si tenía demasiado dinero?, seguro estaba bajó el efecto de las drogas y eso estaban a punto de verlo en la autopsia.

¿Por qué se encontraba merodeando a las personas si tenía demasiado dinero?, seguro estaba bajó el efecto de las drogas y eso estaban a punto de verlo en la autopsia

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Rosé últimamente había estado en juicios de homicidios puesto se creían que esas personas habían desaparecido a un niño.

El cuerpo de aquél niño se encontró en una bolsa desmembrado, se le culpa al padre y la madre del niño puesto que ambos maltrataban físicamente al infante hasta llegaban al punto de encerrarlo en su propio cuarto sin comer o un vaso de agua.

—Se le sentencia a cada uno con condena perpetua.- afirma el abogado.

La mujer comienza a llorar desesperada y el hombre se mantenía neutro aceptando su destino, Rosé no podía hacer nada las pruebas estaban encontra de ellos dos.

Rosé observa a los asesinos puesto ella estaba a cargo de descubrir la verdad, pues su cliente, la tía del niño aseguraba que sus padres eran terribles con el infante.

Así fue hasta se había dado cuenta que el juez había sido comprado así que fue sustituido por otro, uno más apto que el anterior. Rosé se acercó a ellos.

—Lo siento.- aseguró tocando la cabeza de la mujer

La mujer seguía llorando era complice de lo que su marido le había hecho al niño. El día terminó el juzgado igual, cada quién se iría a sus hogares pero la pelirroja daría un paseo por el parque local para relajarse.

Caminaba entre esas calles mientras el sol de disponía a esconderse, el frío comenzaba a notarse y las personas se iban...

Al doblar por la esquina para ir a su departamento sintió que alguien la seguía, ella se daba la vuelta de vez en cuando para ver a sus espaldas. Se quedó parada mirando a la calle que tenía, se acomodó su chaqueta y siguió su camino en cuando menos se lo esperaba alguien la jaló hacía los arbustos, nunca se le volvió a ver después de eso.

Algunos quizás pensarían que quien haya hecho eso este vinculado con el reciente caso que ella había ganado.

Shhh.. tranquila pequeña lycoris.

Aquellas palabras se quedarían en lo más profundo de la mente de la pelirroja, lo último que visualizo fue el farol amarillo del parque de donde desapareció, su zapato y su bolso han quedado en aquel lugar.

Lo pensaron bien, si se llevaban el bolso podrían rastrear el celular.

Thysanura © [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora