Epílogo

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Algunas luces de color rojo con azúl alumbrando acercándose a la gran masacre tan cerca del anfitrión que llevaba rato dando el espectáculo.

La oficial Peterson necesitaba refuerzos de manera urgente.—Repito tenemos un 5-08¹ y varios 8-04², necesitamos refuerzos y... una ambulancia.

—Ya van en camino.- se escuchó del otro lado de la radio.

Zeale había atacado a un total de 56 personas, él estaba repleto de sangre tenía un arma de fuego que agarraba con demasiada fuerza se le notaba por los nudillos que estaban tornándose blancos. Después de que Peterson y su pareja llegase al intentar detenerlo uno de ellos obtuvo una bala en la cabeza y otro una bala en el abdomen.

En el mismo momento que se presenciaba este echo Alexander y su equipo al entrar en aquella casa que daba justo en la nada se encontrarían una gran sorpresa, la entrada estaba adornaba como un campo de lycoris radiatas que daban a dirección hacía las escaleras, con un movimiento simple de cabeza el equipo fue siguiendo aquel camino. Al llegar a su destino uno de los hombres se sorprendió a lo que miraba no sabría explicar lo que estaba frente a él así mismo gritó el nombre de su jefe que se encontraba observando el cuarto donde estaba encerrada la pelirroja este olía a orina,heces y desperdicios de comida, repugnante, el lugar lucia espeluznante.  Alexander respondió al llamado subiendo a donde ellos estaban.

—La encontramos.

—¿A quién?.- preguntó desconcertado.

—Rose Cavalcantí.- señaló hacia la dirección donde sus compañeros la estaban rodeando.

La pelirroja estaba en el centro del pequeño campo de lycoris radiata, las paredes estaban pintadas de color negro haciendo resaltar el campo floral. Ella tenía un vestido de color negro con mangas transparentes con adorno de diferentes flores, su cara estaba maquillada disfrazando los moretones y estado del cuerpo, se fue acercando a ella apartando a los hombres que la rodeaban fue agachándose para poder tomar el pulso de Rosé.

—Rapido ayúdenme a levantarla!.- ordenó haciendo provecho a su autoridad.—Los demás quédense y revisen el lugar.

—¿Esta seguro de que aún este viva?

Miguel uno de los recién ingresados fue acercándose a Alexander y ambos cargaron a la pelirroja, él no comprendía el porque del acto de su superior pero supone que aún esta con vida aunque sea por poco.

Ambos la subieron a la parte trasera de la patrulla y Miguel se quedó con ella al tanto del estado de la mujer. Alexander se subió al piloto asegurando las puertas, después prendió las luces y echaron a andar a la pequeña carcacha que él tenía. No le importaba la velocidad que iban solo quería salvar a Rosé.

—Va a ver un grande papeleo después de esto.- suelta Miguel con una risa algo sarcástica.

Alexander asiente a lo que su compañero mencionó, habían perdido la noción del tiempo llegando a su destino Alexander salió abriendo la puerta de atrás, sacando en brazos a la pelirroja, en cambio Miguel entraba al hospital para avisar que tenían a una mujer herida y en terribles condiciones, unos enfermeros llegaron con una camilla y Alexander posicionó a la pelirroja en aquella camilla.

Los enfermeros operaron como cualquier situación después de revisar su pulso, empujaron la camilla llevandosela.

—Qué... le habrá pasado?.- Miguel preguntó acercándose a Alexander.

—Además de lo que es visible no lo sabemos con certeza.

Una ambulancia se llevaba a Peterson mientras la pareja que llego de refuerzo ingresaban a la casa donde se vio entrar al pelinegro. Disparos se escucharon en su interior acertando que aún no se iba, necesitaban detenerlo ahora.

—No dispares, te tenemos en la mirá.- rodearon los oficiales mientras uno le había hablado.

Zeale se había dado la vuelta mirando al oficial, llevo la pistola a su cabeza dispuesto a dispararse su expresión era nula, suicidio era el final de sus actos.

—Baje el arma.- recomendó el oficial mientras poco a poco iba acercándose al pelinegro, al ver que este no cedía la pareja del oficial se abalanzó contra él cayendo al suelo.

Zeale se quejó por el impactó pero ninguna bala salió de aquella arma, el oficial esposo a Zeale que no parecía inmutarse por la retención no se movía tratando de librarse, tampoco hablaba, nada era como un cascarón,ambos se llevaron al pelinegro a la patrulla y al meterlo este recargo la cabeza sobre el vidrio mirando hacia la nada, estaba perdido, perdido en sí mismo.

—Deben limpiar este desastre.- opinó con frustración uno de los hombres, era el tipo de persona que te gustaría conocer un policía no tan único pero valiosos.

Se llevaron a Zeale a una de las celdas provisionales de la estación, consiguiendo la visita de Alexander y Josué.

—Zeale Mitchell García, hombre de 25 años con complexión delgada, nacido en Madrid-España, vivía con su madre y es responsable de la muerte de varias personas tanto hombres como mujeres, especialmente conocidas del mismo.- informó a su superior.

El pelinegro estaba sentado en una esquina de la celda, se pasaba las manos por la cabeza y por su rostro, temblaba al recordar lo que hizo repitiendo que no entendía que hacía ahí.

—Operemos con 220³.- ordenó achicando los ojos, se compadecia en cierta forma.

—Ira a juicio, no?.- se atrevió Josué a preguntar dejando en claro que estaba en desacuerdo con la orden de su superior.

Alexander se hizo de los oídos sordos pasando de largo, no paso un largo tiempo cuando se hizo el juicio donde el juez dando el veredicto de furia espontánea y la sentencia por sus actos.

En cambio a la pelirroja le tomo un par de años recuperarse hoy 29 de Febrero del 23, está visitando a su agresor, estaban frente a frente después de cuatro años. Ella le regaló una spider lily para después retirarse siquiera presto interés a lo que Zeale le iba a decir cuando vio la flor, la pareja de la mujer se acercó en ese preciso momento moviendo la silla de ruedas.

El pelinegro solo podía mirar cómo se iban, hizo una mueca bajando la cabeza para mirar la flor. El daño que le hizo puede que lo recuerde puede que no, se sentía observado por varios ojos que no le quitaban la vista de encima, juzgado, destrozó la flor en su puño que parecía temblar.

 El daño que le hizo puede que lo recuerde puede que no, se sentía observado por varios ojos que no le quitaban la vista de encima, juzgado, destrozó la flor en su puño que parecía temblar

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1. 5-08

-⟩ Persona armada ⟨-

2. 8-04
-⟩ Cadáver en la vía pública ⟨-

3.- 220

-⟩ Reclusión involuntaria CP ⟨-

-⟩ Reclusión involuntaria CP ⟨-

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Thysanura © [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora