Episodio 13

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Cayó al suelo sujetándose la cabeza, los oficiales llamaron apurados a hablarle a unos enfermeros encargados de las patrullas para que lo ayudará, tanto era su dolor que comenzó a apretar la mandíbula

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Cayó al suelo sujetándose la cabeza, los oficiales llamaron apurados a hablarle a unos enfermeros encargados de las patrullas para que lo ayudará, tanto era su dolor que comenzó a apretar la mandíbula.

Le punzaba la cabeza terriblemente, sentía que iba a explotar pero no paraba aquel dolor hasta que cayó inconsciente. Los paramédicos se lo llevaron hacia el hospital parecía estar inconsciente con un pulso acelerado, creían que se les moriría en cualquier momento; tal vez aquella noticia de su madre le haya sido demasiado fuerte al ser el único familiar disponible.

Después de un par de horas comenzaba a despertar sin antes ver una serie de recuerdos que parecían ser parte de su imaginación por lo que le pasó a su madre.

En aquella escena estaban él y su madre en la sala, en silencio sin decirse nada mutuamente. De un momento a otro se les veía discutiendo sobre algo en concreto que no pudo saber con exactitud de que se trataba, el escuchó que palabras le había dicho a su madre antes de salir de aquella casa.

"Nadie extrañará a aquella zorra que le tomaste afecto, si tanto querés estar con ella por qué no te tomas este puto frasco y dejas de estar molestándome de porque hice"

Le había arrojado el frasco en sus pies apesar de que ella estaba en silla de ruedas o eso le había hecho creer. También vio que al salir pasó un pequeño inocente, el estaba con la irá en todo su resplandor puso su mirada en aquel infante.

Miró una escena carmesí y un rostro mirándolo con horror.Cuando abrió los ojos, miraba las blancas paredes con lágrimas en sus ojos, se sentía terrible. Prácticamente sus palabras la habían matado. Un enfermero se acercó a su lugar.


—Vaya has despertado.- dice sacando una lámpara para hacerle un chequeó, empezó por los ojos y después otros lados.—¿Dime, cómo te sientes?

Zeale lo miró.—Bien.- murmuró aguantando aquel nudo que se había formado.

—Que bueno que te trajeron antes de que pasará a mayores, dime, ¿sufres de amnesia u otro parecido?.- era la última pregunta.

—No lo sé.- respondió el pelinegro dejando de mirar al enfermero.—¿Qué.. pasó, y mi madre?.- miraba al enfermero casi en son de súplica.

—Lo siento mucho, ella tuvo una sobredosis por paracetamol.

Zeale lo miró sin decir nada derrepente lágrimas comenzaban a salir, con la sabana que tenía en los pies la apretó sintiéndose impotente, tenía la culpa de que su madre se hubiera suicidado.

El enfermero posicionó una de sus manos en la espalda del pelinegro diciendo algo pero incomprensible, se retiró al cabo de revisar su estado por el monitor que conectaba de su dedo a una pequeña pantalla.

¿Qué le había pasado?, no lo sabe solo trato de recordar lo que pasó en la mañana y aquí fue a parar. Aquél enfermero, era algo alto, robusto pero bien vestido, con una barba de campana.

Le dieron de alta a las 6 de la tarde, no habían encontrado anomalías que se relacionaran a un posible derrame cerebral.

Olvidaba sus acciones que hace mientras está molestó, era la primera vez que lograba recordar algo, pero hubiera deseado que no fuera de su madre.

Al salir del hospital general, se dispuso a caminar para agarrar algún camión para que lo llevará a casa. Caminaba con la cabeza baja mirando hacía el suelo pensando en como pudo evitarlo pero solo la orilló a que cayera en un vacío.

Subía por el puente cuando notó que alguien comenzaba a seguirle, apresuró sus pasos. Casi llegando al otro extremo aquella persona lo detiene, el voltea a ver de quién se trata, arqueo una ceja al ver que la persona tenía buena ropa, bajo la vista hacia sus manos y miró un pequeño utensilio solo para usar de amenaza.

—Dame lo que tengas a la mano si quieres que esto no se ponga feo.- advirtió aquel desconocido.

—Oh amigo, no tiene que hacer esto, no cargo nada estoy vacío.-contesto el pelinegro mostrando sus bolsillos vacíos.

El desconocido comenzó a molestarse gritando que no traté de jugar con él. Zeale hizo una mueca más que una sonrisa, le molestaba que tratarán de cagarle las bolas.

—Lo siento, no hay nada.- respondió dando la vuelta emprendiendo su camino.

El desconocido se le abalanzó, proporcionándole unos golpes que Zeale evitaba que llegaran a su rostro con sus brazos.

—Te advertí hijo de puta.- gritó la persona encima suyo, siguiendo con los golpes cada vez más fuertes.

Zeale miró el utensilio en el suelo sabía que
aquella persona llegaría a utilizarlo, pero que gran descuido, sus brazos no resistieron más, el pelinegro se quejó del dolor y a como pudo acercó el utensilio con la llema de sus dedos.

Zeale sonrió y el desconocido se enfureció aún más por aquella sonrisa.—¿¡De qué te ríes puta!?.- gritó totalmente enfadado.

Cuando el desconocido iba a darle un golpe en la cabeza para que finalmente dejará de luchar contra él, el pelinegro tuvo oportunidad de encajar aquél utensilio en la garganta, cuando ya lo tuvo fue hundiendo más el utensilio.

La sangre comenzaba a saler a cántaros logrando mancharlo, a Zeale y el mismo suelo, el cuerpo cayó inerte encima del pelinegro.

—Uhh...quitate me das asco.- le dijo al cadáver aventandolo a un lado, no podía irse así como estaba. Se tocó el rostro le ardía demasiado, ¿en que momento le había proporcionado golpes en la cara?

Tal vez la adrenalina del momento no dejó que sintiera los golpes hasta el final. Cuando se levantó apuñaló el cadáver varias veces lo hizo hasta cansarse.

—Te.. dije.. que.. no... tenía.. nada.. hijo... de perra!.

Parecía una madre cuando regañaba a un niño que se portaba mal y le pegaba con la chancla, entre silabas.

Se quitó la chaqueta que tenía encima al igual que la camiseta blanca, solo estaba en ropa negra. Se subió a un microbús pago por su pasaje, lo muy poco que le quedaba, nadie había notado la sangre en los ropajes que tenía en la mano o el mismo olor que no muy tarde haría su aparición.

 Se subió a un microbús pago por su pasaje, lo muy poco que le quedaba, nadie había notado la sangre en los ropajes que tenía en la mano o el mismo olor que no muy tarde haría su aparición

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Thysanura © [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora