CAPÍTULO VEINTE.

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20| ¿Golpe de calor?

12 de noviembre, 2019.

Naruto.

Sasuke acaricia los hoyuelos que tengo al final de la columna.

-Odio esos pósitos. -susurro, ignorando su comentario anterior, ¿Qué se supone que tengo que decir? ¿Era una pregunta capciosa? Me siento mareado.

-Yo los amo, para mi son perfectos. -sonrió sobre su hombro, estoy enamorado de todos estos pequeños momentos en los que parece que el mundo solo desaparece y somos nosotros dos solos en el universo, sin opiniones ajenas, sin destinos crueles, y sin venganzas, cuando él se olvida de todo y se rinde ante el deseo y la necesidad, tanto como lo hago yo, son tan pequeños y efímeros que deben de apreciarse al máximo. Esto es perfecto para mi. - Los amo por que son tuyos. -

Hiperventilo.

Taquicardia.

Ataque al corazón.

No hay mejor manera que morir de esta manera. Al menos tuve una vida... Interesante.

-¿No tienes frío? - pregunto por lo bajo, aún con mi rostro en su hombro. Sasuke levanta mi barbilla.

-Naruto, frío es lo que menos siento ahora. - suspiro y sonrio extasiado. -Estoy aquí por ti.

-¿Cómo? Me dijiste que te estabas bañando.

-Mentí... -se sonroja. -Te vi salir y mientras venía resbale y caí al agua. - echo la cabeza hacia atrás y suelto una carcajada desgarradora, me retuerzo de la risa tomándome el estómago imaginándome la escena una y otra vez, como me gustaría haberlo visto, me reincorporo respirando agitadamente y sin dejar de reír un poco, pero trato de tranquilizarme para que el no tenga vergüenza.

-Como pude perderme eso...

-Fue tu culpa. -me acusa con el dedo.

-¿Mía? -digo con la voz demasiado fina.

-Si, tuya, caí por venir hacia acá.

-Eso te paso por ser un calenturiento. -Aunque esta serio la sombra de una sonrisa se pinta en su rostro. La luna ilumina su piel y yo se que me estoy enamorando lenta e inevitablemente.-¿Si salgo más veces de noche? ¿Vendrás?

-Si te veo, en cualquier parte del día, no dudaré en ir hacia ti. - lo miro atentamente desde mi posición, el es apenas unos centímetros más alto.

-Y si... -comienzo, pero algo, más bien alguien nos interrumpen.

-¡Eh! ¡Par de idiotas mamones! -Sakura se acerca corriendo y termina jadeando sobre mí hombro.

-¿Sakura porque mierda estas borracha? -me suelto de Sasuke y la tomó por la cintura, si no hacía eso su barbilla iba a impactar contra el suelo. -¿Cómo haces para conseguir alcohol siempre?

-Necesitaba olvidar. -dios, eso me parte el corazón.

-Vamos, ven conmigo. -paso su brazo por sobre mí hombro. - Ya te dije que no tomaras tanto.

-¿Podrás tu solo con ella? - inquiere Sasuke, no voy a decir que me había olvidado de él porque vamos, como olvidarme que tengo un adonis sin camisa a un metro mío.

-Si, esto no es nuevo, nos vemos más tarde. -Sasuke asiente con la cabeza y se pierde entre los árboles, suspiro pesadamente y miro a Sakura con el ceño fruncido, arruinó lo que hubiese sido un tercer beso.

-Tu y tus locuras arruinan mi vida amorosa.

-¿Vida amorosa? -se parte de la risa en mi narices, no sé cómo tiene fuerza para reír de esa manera en el estado que está. -Ahh... Vida amorosa. -suelta una risa nasal y niega con la cabeza.

-¡Si! ¿Y como conseguiste... Eso?

-Mujer precavida vale por dos.

Ruedo los ojos y la meto en mi carpa, no la quiero dejar en la suya por miedo a que haga alguna estupidez, como por ejemplo ir con Kakashi.

-Ya duérmete, de costado. -le hago una cola de caballo y me recuesto a su lado.

-¿Por qué de costado?

-Si llegas a vomitar morirás, por eso.

-Ohh. -sonríe de oreja a oreja. -Gracias por no dejarme morir. Nadie se ha preocupado así por mi nunca.

Le sonrió y ordenó a que se duerma, mientras voy hacia su mochila y de allí saco dos botellas de vodka y una de ron.

-Ay Sakura... - las retiro de allí y me las guardo yo.

Para más tarde jeje.

***

-Wow, que lindo día ¿no? - estoy parado sobre la hierba fresca por el rocío matutino, con las manos en la caderas y el pecho en alto queriendo captar cada pequeño rayo de sol, suspiro y giro mi vista hacia Sakura, quien está sentada en el suelo con unos lentes de sol y un moño desordenado.

-Te odio.

-Ayer estabas cariñosa, ¿no te gusta el sol?-la pico con el dedo-¿Eh, eh?

Sakura me da un manotazo y se cruza de brazos.

-La puta resaca no me gusta. -

-Oh, ¿es que ayer bebiste? -la molesto. -¿Por eso te duele la cabeza?

Sakura gruñe como respuesta y yo me parto de la risa, es su castigo por ser una rebelde.

-No te creas, me acuerdo bien de las cosas.

Mi risa para de golpe, la miró con el ceño fruncido recordando su tan oportuna interrupción.

-Estaban por hacer una peli porno allí, en los yuyos.-Me sonrojo y parto la mirada. - Oh ¿te has sonrojado?-comienza a picarme con un dedo. -¿Eh, eh?

-No estábamos por hacer una peli porno... -susurro por lo bajo.

-¿Qué? No te escuche ¡¿QUE ESTABAN VIENDO UNA PELI PORNO?! -la maldita grita apropósito y como estamos en el centro de las carpas dudo que los dos aquellos no hayan escuchado, me lanzó encima de esta tapándole la boca sintiendo sus carcajadas bajo mi palma. La visión de Sakura bajo de mi se hace borrosa y ya no siento el cuerpo, cuando reaccionó estoy de espaldas en el césped.

-¿Estás bien? -me pregunta, la preocupación siendo evidente en su voz, hasta se le cayeron las gafas dejando ver unas enormes bolsas debajo de sus ojos.

-Sólo fue un pequeño mareo. -trato de sonreírle y me levanto con cuidado, el tema pasa rápido y ya estamos caminado como el pueblo hebreo.

-¿Cuánto falta? -lloriquea Sakura.

-Lo mismo que hace un minuto.

Dios, se me parte la cabeza en dos y estar al rayo del sol escuchando a Sakura agonizar mientras se me mete tierra entre los dedos lo hace peor, el mareo es insoportable, pero de seguro es por el calor horrible y esta caminata inhumana, ya podrían ponernos un auto para hacer las misiones aunque sea una bici o un burro.

Me detengo apoyando mi peso sobre mis rodillas, mi panza se mueve como si un bebé viviese allí dentro, creo que en cualquier momento la cena de ayer saldrá a la luz y no de la misma forma en la que entro.

Sin importar los retos de Kakashi y la mirada preocupada de mi amiga me siento debajo la sombra de un árbol, la brisa es tan escasa que dudo que sea natural, no corre nada, absolutamente nada de viento. ¿A qué tipo de gente le gusta el verano? A los psicópatas que matan gente, a los que no les gusta el chocolate y disfrutan ir a la escuela. A esa gente le gusta.

De pronto mis compañeros se multiplican por tres y todo se vuelve negro.


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