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A la mañana siguiente Jinyoung no se encontraba en casa de Jackson, éste estaba en su trabajo, viendo como los menores hacían sus actividades del día de ayer.

Ese día fue el peor, Jinyoung no se encontraba a tempranas horas de la madrugada y tampoco Yugyeom, además de que había faltado a la escuela.

Quizás había sido apresurado. 

Fue lo único que pensó Jackson al ver la habitación vacía.

Jinyoung tomó las llaves del departamento que había comprado y se dirigió a su trabajo, pues había pedido permiso para poder comprar el lugar en el cual iba a vivir con Yugyeom desde ese día.

Dejó a Yugyeom con su abuela y se fue al trabajo.

Sí, efectivamente no le había dicho nada a Jackson, se fue de la noche a la mañana, pero quizás eso era lo mejor. Además de que estaba planeando cambiar a Yugyeom de escuela.

Todo será para bien.

Se repetía en voz baja en cuanto hacía cualquier acción. Realmente sentía una presión en el pecho, pero no quería escuchar lo que realmente sentía, no estaba bien...

Y en cuanto terminó su jornada, se retiró del trabajo, fue en busca de Yugyeom y volvió al departamento que había comprado.

—Yugyeom, lamentablemente al comprar este nuevo departamento necesito trabajar aún más, así que puede que la pases mucho más en la casa de la abuela, ¿si? Por favor, será por un tiempo hasta que pueda buscarte una nueva escuela...

—Está bien...

Jinyoung se extrañó por el comportamiento que estaba teniendo su hijo, pues simplemente se quedaba viendo la televisión o dormía. La felicidad se había ido.

—¿Qué pasa, hijo? —preguntó, sentándose a un lado del infante.

—Nada... Es sólo que extaño mi escuela y a Jackson Hyung, me gustaba cocinar galletas con él.

—Podemos hacer galletas nosotros.

—No quiero... Iré a la cama.

Park se quedó observando como el menor entraba al dormitorio y simplemente él se quedó sentado en el sofá, completamente solo.

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Las semanas pasaron con algo de velocidad, Jinyoung había obtenido unas grandes ojeras y un gran cansancio gracias al trabajo, no había logrado descansar ningún día, había bajado de peso rápidamente y aún así no le alcanzaba para pagar la escuela a Yugyeom y el departamento.

Estaba por rendirse, la historia se volvía a repetir como cuando Yugyeom había nacido, no quería eso para su hijo.

Habían pasado tres días desde que no veía a su pequeño, ya que prefería que este estuviera en casa de su abuela.

Miró la hora y el calendario.

"17 de Noviembre"

Había algo en esa fecha que debía recordar... Aunque no le dió muchas vueltas y prefirió descansar unos cuantos minutos en el sofá de su hogar.

En cuanto sus ojos se cerraron, todo se volvió mejor.



Hasta que despertó en una camilla del hospital.

Sus ojos se desviaron rápidamente a sus manos y luego a su lado, donde estaba su madre y Yugyeom.

—¿Mamá?

—¡Jinyoung!

—¡Papi! —Lloriquió el infante, abrazando a su padre.

—¿Qué... Me pasó?

—Jackson te encontró en el suelo del departamento, no despertabas hace tres días Jinyoung, él me llamó por tu celular y... Pensé que te íbamos a perder, desde el cumpleaños de Yugyeom no contestabas.. Realmemte nunca se me cruzó por la cabeza que te pasaría algo así. —dijo entre llantos la señora Park, abrazando a su hijo.

—¿Por qué nunca me cuentas nada, hijo?

La cabeza de Park estaba echa un caos. Pero una pregunta quedó en su cabeza.

—¿Jackson?

pasos infantiles. | jinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora