XXXIX: Hoy y ayer

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No acostumbro a escrivir lo que uno siente al caer al vacío de una crisis nerviosa, ya que dependiendo del día, el mero hecho de mencionarla ya supone el inicio de ella misma.

En el día de hoy, solamente escribir estas palabras ya me ha entrecortado la respiración.

Por mucho que me duela y ame escribir, tengo que dejar de hacerlo y empezar a respirar sino quiero sucumbir en el intento.

PD: terminé el texto en diferentes días.

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