LXX: Luna

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Baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila.

Todo estalla.

Baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila, baila.

Desde un tejado imaginario yo te escribo y solamente te pido, que dances para mí; dulce luna.

Oh Artemisa, oh dioses griegos ya olvidados por muchos. Salvadme de esta pesadilla.

Salvadme de todo. No os pido compasión, únicamente que por lo menos no mandéis a la mierda mi alma.

A tal punto he llegado, como para pediros ayuda. Figuras inexistentes que me hacen sentir menos solitaria en este presente ausente de si mismo.

Vivir entre lo irreal y lo que no, eso soy yo.

Supongo, no sé.

Yo solo soy una figura melancólica tumbada en un tejado imaginario observando el teñir de luz un cielo oscuro e inexistente.

Perderme en mí cabeza me ayuda a olvidar y distraerme, a seguir cada día como Apolo dictamina.

Oh dulce luna; Luna de Lunático.

AnsiedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora