Microrrelato:
Un trance de algo incontrolable, inquebrantable en toda su belleza verdadera conocida hasta ahora.
Yo solo quiero volver, regresar al mundo real una vez más. Me encuentro en un paradigma perdido por mí subconsciente manipulador de todo daño. Me siento como un títere utilizado.
No, no soy nada. Una pieza que no sabe jugar y que no recuerda las reglas. Alguien que carece de toda humanidad en el sentido de que su alma en trance está. Al más allá se fue ya tiempo atrás cuándo ella solo quería una vida como las demás.
Hoy a un poeta inexistente escribo para que lea semejantes versos muertos. Hoy a alguien invisible que realmente no siente le rezó sin creer en nada, que me marque el camino de vuelta a casa. O que por lo menos me proporcione un mapa que me guie a mí consciencia. Una brújula o algo con lo que orientarme es lo único que ahora mismo ansío.
Aunque tampoco sé si lo merezco, desconozco si realmente soy lo suficientemente digna como para que simplemente se me premie por respirar todavía. Para que me envíen un hilo dorado como el de Ariadna* para lograr encontrarme por el laberinto de mí propia cabeza.
¿Dónde está Teseo?
(...)
Oh, allí lo veo.
Espera, ¿por qué me atacas?
Creo que el héroe nunca se ha mirado al espejo.
*Referencia al mito griego del hilo de Ariadna que guía a Teseo por el laberinto.
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Ansiedad
ŞiirEs de raíz que las palabras existen para poner nombre a las cosas y organizar el mundo. Está bien cuándo adquieres algunas y te identificas con ellas. Nadie no sonríe cuándo le llaman "valiente" o "inteligente"... La cosa se complica cuándo te sient...