Una voz hizo eco en su cabeza, distinguió al instante que no era Yoongi.
—¿Dónde estoy?
—Bienvenido al infierno.— Susurro un ser de cabello azul y mirada felina entre las sombras.
Jungkook lo miro asombrado, sintió una extraña sensación... Como si algo los uniera.
El ser era alto, probablemente sólo unos cuantos centímetros más que él, un perfecto e impecable traje a la medida, y sus largos dedos estaban adornados por cautivantes anillos de diamantes y zafiros.
—¿Te gusta lo que ves?— Sonrió con cinismo.
Jungkook no respondió, aquel ser lo intimidaba un poco, su poder era electrizante.
—¿Quién es usted?— Susurro Jungkook.
Él ser se movió alrededor de él con una risita burlona.
—¿Quién soy? Soy todo lo que imaginas... Pero mejor. Soy... Soy la oscuridad, soy la peor pesadilla...— Miro a Jungkook directo a los ojos. —Para muchos soy su última y peor desgracia.— Sonrió.
Jungkook se confundió aún más pues no sonaba como una respuesta.
—Puedes llamarme Taehyung...
Jungkook asintió y miró el lugar donde se encontraba.
—No está aquí, lo heriste gravemente así que esta recuperándose.— Taehyung contestó como si pudiera leer su mente.
Jungkook suspiró aliviado y echó su rizada cabellera hacia atrás.
—Si no hubiera llegado a tiempo lo hubieras acabado... Pero en cuanto vi tus ojos supe que no querías hacerlo... Entonces me di cuenta de que eras tú.— Taehyung quito delicadamente su saco y desabotono su camisa de seda.
Jungkook se ruborizó en extremo pero no se incomodó.
—¿Usted estuvo ahí todo el tiempo?— Pregunto Jungkook tratando de verse tranquilo.
—Lo estuve, soy el único demonio que puede entrar al paraíso sin ser invitado... Una vez ya estuve ahí.— Soltó una risita.
—¿Cómo es eso posible?
Taehyung sonrió y se acercó sigilosamente a Jungkook.
—Al parecer tu padre nunca te hablo sobre mi...— Fingió tristeza.
Jungkook no pudo evitar admirar el abdomen desnudo de aquel misterioso ser y vio la marca de la que Yoongi también era portador, solo que esta tenía un color dorado.
Taehyung se dio cuenta de aquella escena y sonrió.
—Sabía que tarde o temprano volvería a pasar... Sabía que te encontraría. En cuanto supe de tu existencia, y que uno de nosotros te quiso acabar lo extermine con mis propias manos.
Jungkook sabía que se refería al demonio que los había secuestrando y hecho recordar lo que era.
—¿Por qué?
Taehyung sonrió de forma tétrica poniendo sus ojos en total negro, pero eso no espantó a Jungkook, parecía ya haberse acostumbrado.
—Soy Lucifer... Y sabes la historia de Lucifer... Fui desterrado del paraíso por Dios, por tu padre y su ejército... Pero lo que no sabes de esta historia es que tu padre era mi hermano... Soy él ángel caído.
Querido sobrino... Te eche tanto de menos.
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