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—¿Seguro estarás bien estando solo?— Pregunto preocupada la madre de Jungkook.
—Estaré bien, no es la primera vez.
—Si me lo pides lo haré, me quedaré.
—Estaré bien, te necesitan más en el hospital que yo aquí.
Su madre lo miro con una sonrisa fingida y algo dolida.
—Mamá sabes que no me refería a eso, solo no dejes de trabajar por mí.— Contesto Jungkook apenado.
—Está bien, si necesitas algo llámame.—Salió de la habitación.
Jungkook se recostó en su cama mirando fijamente el techo.
—Hola— Hablo una voz ronca que ya sabía muy bien de quién era.
Jungkook se quedó inmóvil por un par de minutos creyendo que lo estaba alucinando. Se levantó muy despacio y miro de arriba a abajo a Yoongi, se veía sensacional con gabardina de cuero que le llegaba hasta los tobillos, ocultando la ropa tan pegada que traía de bajo.
—¿Viniste a terminar lo que no pudiste aquella noche?— Pregunto sarcástico Jungkook.
—Matarte no está en mis planes... Aún.
Jungkook soltó una risita y miro con odio a Yoongi.
—Lárgate... No quiero tener nada que ver con lo que sea que eres.— Camino lentamente hacia Yoongi sin dejar de hacer contacto visual.
Yoongi por primera vez se sintió intimidado.
—Desaparece o te desapareceré.— Escupió con odio Jungkook muy cerca de la cara de Yoongi.
—No te tengo miedo...— Sus palabras titubearon.
Jungkook volvió a sonreír burlón. Tomó fuertemente a Yoongi del mentón y comenzó un apasionante beso, el calor recorrió el cuerpo de ambos. Yoongi logró enredar sus piernas en la cintura de Jungkook.
—Lo que sea que tengamos quiero salvarlo.— Susurro Yoongi.
Jungkook no dijo nada, él aún quería respuestas al comportamiento anterior de Yoongi.
Pero por esa noche podrían salvar lo que sea que tuvieran.
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