Una última vez [EN PROCESO]

Te necesito...

     Tras hacer la misma rutina al despertarme, me fui directo a la cocina y lo único que desayune fue un simple cereal con leche; hoy mi apetito no está muy bien.

Y mientras comía entra mi padre como siempre, con su semblante serio.

-Buenos días-le dije y este me mira y cambia totalmente su expresión a una mejor.

-Buenos días, hija-me acerca a mí y besa mi mejilla. Solo sonrió y sigo comiendo- ¿Cómo te fue en tu primer día de clases?

Y con eso se me fue por completo el apetito.

<<Si supieras querido padre>>

-Pues...-lo mire y dude si en decirle lo que sucedió ayer seria lo correcto o no- bien...

<<Mentira>>

-Mmm te veo dudosa, ¿seguro que todo estuvo bien ayer?-se sienta frente a mí y vuelve el gran señor Jons.

-Papá...-suspire y lo mejor será decirle, así por lo menos con alguien me puedo desahogar- ayer fue un día de todo y de nada a la vez.

-¿Quieres contarme?

Este me mira y pienso en cómo decirle, sé que cuando suceda algo mi padre va a estar para mí siempre; me lo ha demostrado infinidades de veces. Aparte de mi padre lo considero como mi amigo, con el que siempre puedo llevar y pedir un consejo o apoyo.

-Si-suspiro y él me mira esperando que le diga- primero creo que tuve una pelea con Jace-y no le diré más de él porque ya es vergonzoso recordar en mi cabeza lo sucedido- no sé, pero fue extraño, fue una absurda discusión y luego el entrenador me mato con unos ejercicios solo porque estaba hablando con Parker –de solo recordarlos pongo los ojos en blanco- y para terminar tuve un...-pienso bien si "cita" sería la mejor palabra para describir mi almuerzo con Parker pero desisto porque solo fue un almuerzo de amigos- almuerzo con Parker...

-¿Tuviste una cita?-no me deja terminar mi padre y me mira con seriedad tensando sus hombros.

Si señores, mi padre es un completo celoso.

-Fue una salida de amigos. Él solo me invito a comer, papa.

-Bueno-se relaja y mueve la mano en una afirmación a que continúe.

-Como decía, entonces tuve muchas emociones ayer.

-Comprendo-se queda unos minutos procesando lo que le he dicho y si, sé que no fue muy buena mi explicación pero es todo lo que puedo comentarle- ¿te castigaron en gimnasia solo por hablar?

-Sí y créeme que fue estúpida la razón de mi castigo.

Mi padre apoya sus codos en la mesa mirándome y de la nada de parte de risa ¡¡EN MI CARA!!

-¡Oye! –Me encojo de hombros- no es gracioso.

-Claro que lo es-sonríe- te pareces a mí –al instante sonrió por lo que dijo- yo igual me metía en problemas a tu edad pero la diferencia era que yo si me merecía los castigos-rio de solo imaginar a este hombre que tengo al frente más joven y metiéndose en líos.

-Pero yo no hice nada para merecerlo-solté sonriendo- pero tu mi querido amigo sí.

-Bueno pero cada quien de vez en cuando hace sus travesuras-me guiña el ojo- mira Abby –se acerca a mí y toma mis manos- eres joven, disfruta de la vida ahora que puedes, diviértete, vuélvete loca, rompe las reglas un poco y no dejes que tu vida se vuelva cotidiana y aburrida.

Y este es mi padre, el gran empresario que a simple vista muestra madures y compromiso, pero por dentro es todo un amor. Las personas que no conocen a mi padre de verdad dirán que él es todo un hombre de hielo, pero no es así; mi padre es el mejor hombre y aunque no tenga su sangre, me trata como a su hija y por eso lo amo, amo al hombre que me saco de toda oscuridad y me dio razones para seguir.