𝟐

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03 de Julio

Cinco días. Cinco días han pasado.
Cinco días en el que lo único que deseo es cerrar mis ojos y acabar con el dolor que no ha parado desde esa noche del 28 de Junio.

Mi papá ha estado tan concentrado en la construcción que no se ha dado cuenta de que llevo cinco días sin comer y salir de mi habitación. Archie ya se cansó de tocar mi puerta repetidas veces e intentar pasar y yo alejarlo.
No sé cómo reaccionar esto. ¿Lo habrá hecho antes? ¿Será esa la razón por la que la mamá de Betty está en contra de Jason? ¿Sabrá las horribles cosas que hace?
Esa noche, después que Jason se fuera de la habitación, cinco minutos analizando la situación me levanté y me fui. Pensando en cada segundo de la noche, cuando me drogó y cuando hizo lo que nunca hubiera pensado.
Archie detrás de la puerta me regañó por haberme ido sin el, sin embargo no tenía voz para contestarle. A pesar de que quería gritar, sacar el dolor que llevaba dentro, sacar la rabia que estaba acumulada no podía. Por más que quisiera no podía.

Me hice bolita en la cama. ¿Volveré a ser la misma después de esto? Una parte de mi mente me dijera que por favor sí. Que recordara que Allison Andrews es optimista, logra ver el lado bueno de las cosas y también busca una solución a estas.
Inhale y exhalé, buscando una solución.
Quizás nadie me podía salvar a mi, pero yo si podía salvar a alguien.

Marqué el número de Polly que alguna vez había guardado porque a Betty la habían castigado y hablábamos por su celular cuando éramos niñas. Deseo con todas mis fuerzas volver a ese momento, cuando lo peor que nos podía pasar era que no nos dejaran ir a Pop's por una mala calificación.

—¿Allison? Betty está en su habitación. Si quieres le digo que te conteste..—No dejé que siguiera y la interrumpí.

Con todas mis fuerzas, intenté hablar después de noches enteras sollozando y días sin pronunciar palabra alguna.—No yo.. quiero hablar contigo.

—Seguro, ¿qué pasa?—Preguntó tranquila.

—No es.. privado. Es algo serio. ¿Podemos vernos en el parque frente a nuestra casa?

—Okey.. amm, me estás asustando Allison.—Pronunció con un tono de voz confuso.

—Por favor, que Betty no se entere.

—Por favor, que Betty no se entere

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—Hey, Allison. ¿Está todo bien?—Habló la que parecía ser Polly mientras se acercaba a saludarme y sentarse a mi lado. Aparte de tener contacto, las dos éramos Vixens por lo que era cotidiano saludarnos.

—Ummm, creo que no.—Cerré mis ojos y podía sentir su mano en mi boca impidiéndome hablar, cosa que me produjo un escalofrío y Polly se preocupó.

—¿Quieres que llame a Betty y lo hablan ustedes dos?

—No, Polly. Necesito contarte esto a ti. Pero necesito que tengas un poco de paciencia, eres la primera persona a la que se lo cuento.—Respiré profundamente. Vamos Allison, puedes tener ayuda y puedes salvarla del dolor que estás sintiendo tú.—¿Recuerdas la fiesta del 28 de Junio?

—Si, escuché que fue asombrosa. Me hubiera gustado ir, pero ya sabes cómo es mi mamá.

Pensaba en la posibilidad de que Polly hubiera ido. ¿Se lo hubiera hecho a ella o simplemente no hubiera pasado? No pude evitar sentirme un poco enojada al pensar que podría no haberme pasado.

—No lo fue. No tuvo nada de asombrosa.—Mi voz se quebró.—Estaba.. estaba tomando una bebida cuando Jason llegó. Nosotros no hablábamos tanto, solo una vez en Pop's que el me agarró fuertemente de la muñeca sin razón alguna.—Recordé.

—No entiendo porque me estás contando esto.—Su tono de voz se tornó a uno serio.

—Me ofreció un trago, prometiendo que no había rastro de alcohol en el. En vez de eso, contenía droga.—Mis ojos comenzaron a empañarse.—Me dormí, cuando desperté, estaba en una habitación y Jason estaba encima mío. Me estaba quitando la camisa.—Empecé a sollozar, era la primera vez que se lo contaba alguien, no estaba siendo nada fácil. A mi lado, pude notar que los ojos de Polly comenzaban a mojarse también.—Le rogué. Le supliqué porque me soltara. Grité con todas mis fuerzas, intenté sacarlo de encima mío. Todo esfuerzo fue en vano.—Lágrimas comenzaron a caer como cascadas, sin tener que mirar a mi lado sabía que Polly también lo estaba haciendo.—Me violó.—Susurré solo para que ella pudiera escucharlo.

—No.. no.. Jason no es capaz de hacer algo así.—Sollozó.—Jason nunca podría hacer algo así.—Trató de convencerse.

—Pero lo hizo.—Casi grité.—Ahora no sé si algún día podré olvidarme de ese asqueroso monstruo o- —Polly me interrumpe con un grito.

—¡No lo llames así! ¿Quién te mandó? ¿Fue mi mamá? Por supuesto. Mi mamá te mandó a decirme todo esto. No puedo creer que haya llegado tan lejos.

Mi corazón se quebró más de lo que se podría haber quebrado.—Dios. Ella no lo hizo. Ella no me mandó. ¿No lo ves, Polly? Estoy destruida. Es culpa de Jason, ¡abre los ojos!

—No quiero que vuelvas a decirme semejante cosa de nuevo. No quiero que te acerques a mi de nuevo.—Se paró de la banca y entró corriendo a su casa.

Mi mentón comenzó a tiritar, sollocé desde lo más profundo de mi garganta. Mis manos le pegaron a la banca con tanta fuerza que mis nudillos empezaron a sangrar. Cada recuerdo, cada toque se hacía tan cercano. Como si lo estuviera viviendo ahora mismo.

—¿Allison? ¿Qué haces aquí?—Se acercó mi hermano. Al verme despeinada, con la cara empapada y mis manos con sangre su rostro cambió.—¿Qué pasó?

—Estoy sola.—Lloré.—Estoy sola, Archie. Nadie pudo ayudarme, nadie puede ayudarme.

—Mírame, Allison, mírame.—Me agarró el rostro con delicadeza haciendo que lo mirara a sus ojos.—Nunca vas a estar sola. Sea lo que sea que haya pasado lo vamos a resolver juntos, como siempre lo hacemos. Vamos, somos los hermanos Andrews. Nosotros siempre encontramos la salida a todo.

Negué con mi cabeza llorando más fuerte, desesperada.—No la hay, Arch. No hay solución para esto.

Me atrajo hacía el y con sus grandes brazos me abrazó. Era lo único que necesitaba para que me sintiera un poco mejor. Su abrazo era fuerte pero a la vez con delicadeza, como si fuera una caja de cristal a punto de romperse, justo como me sentía. El problema es que la caja de cristal ya estaba rota y no estaba segura de que alguna vez se pudiera reponer.

 El problema es que la caja de cristal ya estaba rota y no estaba segura de que alguna vez se pudiera reponer

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The Town Of Secrets | Jughead JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora