Capítulo 1: Un trabajo más

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—Mark, tienes una misión —interrumpió una voz mientras aquel cemaran se encontraba comiendo con relativa calma.

—¿De qué se trata esta vez? —habló Mark dejando de inmediato su alimento en aquel comedor.

—Se requiere que te adentres en una nave perteneciente a Orubus para obtener información sobre la supuesta nueva droga en elaboración —habló la inteligencia artificial de aquella nave mientras desde aquella mesa mostraba los datos que serían relevantes para la realización de esa labor—. Tu trabajo consiste en sabotear el sistema de la nave, posteriormente darás la señal y el enjambre hará su trabajo. Esto en pocas palabras.

—Suena bien... ¿Cuánto tardarás en llevarme hasta allí?

—Realizando el salto serían aproximadamente 20 minutos.

Mark solicitó que iniciara el desplazamiento y corrió lo más rápido que pudo hasta la habitación que tenía, como cualquier otro cuarto en la mayoría de las naves no era muy extensa, pero si tenía el espacio suficiente para almacenar sus pertenencias. Debía preparar sus herramientas de trabajo, sobre todo cuando se trataba de involucrarse con Orubus, aquel molesto grupo que se dedicaba al desarrollo de compuestos químicos ilegales que distribuían en sitios tan peligrosos como lo eran Neraru-III y Saito-Beta. Como un agente que laboraba para Provie no podía desaprovechar las oportunidades que se le presentaran, trabajó tanto tiempo como cazarrecompensas y posteriormente ingresando como miembro de uno de los enjambres para estar cada vez más cerca de su anhelo: llegar hasta los altos mandos de Provie.

—Mark no olvides llevar una extensión mía contigo —le dirigió la palabra aquella IA.

—Es imposible que olvide llevarte, Cemitono.

—Lo lamento, pero no confío del todo en la memoria de las formas de vida orgánicas, así que es mi deber recordártelo —, habló Cemitono.

—Ah, no hay problema, solamente dame esa extensión y la guardo de inmediato.

Cemitono era algo molesto con sus recordatorios, pero el joven Cemaran no podía enojarse, después de todo solo seguía su programación, y tenía la función de mantener el debido proceso de Provie, ya que no todos los agentes tenían la inclinación por seguir toda indicación u orden que se le diera. Llevaba un par de meses desde que a él y a otros agentes les habían asignado aquella nave y por supuesto a Cemitono, así que en cierta forma ya estaba acostumbrado a sus indicaciones, y eso mismo aplicaba a sus compañeros que en ese instante estaban ausentes. Guardó el contenedor de aquel fragmento en uno de los bolsillos de su traje, y estando seguro de que tenía todos los implementos que consideraba necesarios caminó hasta la zona de abordaje. Sin pensarlo mucho esperó a que aquella inteligencia artificial le diera el aviso, y así pudiera comenzar y cumplir con ese trabajo. Mientras esperaba miró aquella nave en la que debería subirse, y los demás vehículos que pertenecían a Provie, no es que no le gustara conducir, realmente le agradaba, pero esperaba no tener que hacerlo por décadas. Mark sentía que debía aprovechar su juventud antes de que esta se acabara, después de todo con la vejez debía llegar una decadencia imposible de detener, y debía tener unas buenas bases para poder soportarla; si lograba una de las 10 posiciones más altas de aquella organización podría decir que no tendría mucho de qué preocuparse cuando fuera mayor.

—Estamos lo suficientemente cerca de la nave objetivo Mark, es momento de que pilotees la nave tipo E y empieces a cumplir con tu misión —anunció dando fin a esa espera.

—Ajá... Cemitono, por si acaso deberías preparar un poco la enfermería. Ya que esto no aclaraba con cuantas personas tendré que lidiar si llegan a descubrirme.

—Entendido Mark. Sé prudente, no tomes muchos riesgos.

Ya en aquella nave la dirigió hacia el objetivo, la ventaja de aquel pequeño transporte de sigilo era que le permitiría acceder sin muchos problemas hasta aquel sitio; era una pieza de tecnología creada para ser indetectable mientras los sistemas estuvieran funcionando al cien; pero primero debería deteriorar un poco las defensas del dichoso objetivo, obviamente no podía hacer algo que diese cualquier advertencia o estaría condenado a una muerte estúpida, temiendo tuviera algo que les notificara de que algo se había adherido a la cubierta decidió hacer uso desde el comienzo de aquel fragmento de Cemitono. Sacó ese dispositivo y decidió ponerlo en funcionamiento para que sirviera de apoyo.

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