Capítulo 35: Retorno

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—Es algo en el sistema inmune anexo, los min pueden funcionar aplicando presión y dificultando el flujo sanguíneo en determinada zona, pero para que eso ocurra la reacción de Mirt debe ocurrir primero y debe detectarse el sangrado, y la respuesta no es tan efectiva. Según los reportes es bastante tardía, y en caso de lesiones severas no es útil. Como puede verse aquí pudo haber muerto, después de todo aquella fractura perforó esta serie de vasos, y cómo son ramificaciones directas era posible que la hemorragia interna hubiese llenado esta cavidad — esa voz femenina le hizo reaccionar, miró hacia el techo encontrando esas irritantes luces—. Entiendo que no se dieran cuenta antes debido al respeto hacia ese comportamiento usual, y fueron eficientes pese a ello. La administración de erpok no es muy frecuente, pero realmente fue útil para ganar más tiempo mientras llegaban hasta aquí. Nada mal.

Lo último que recordaba fue una alucinación auditiva, que avivó los recuerdos de la delicada y dulce voz de su madre; en ese entonces sabía que no era real, eso activó sus alarmas, pero no tenía las fuerzas para estar de pie, y no llegó a tiempo a la puerta a pedir auxilio. Fue un estúpido, no había caído en cuenta de que esos golpes realmente le habían roto algo que le hubiese llevado a su perdición de no ser por quien sea que le hubiese sacado de allí. No tenía ni idea de dónde estaba con exactitud ya que esas instalaciones obviamente no eran de Provie, pero era seguro que requirió de una transfusión. Y que nuevamente le hicieron una intervención. Ya estaba respirando con normalidad, gran parte del dolor había desaparecido, y solo hacía presencia en esa nueva sutura. Tardó en darse cuenta que otra mano estaba sujetando la suya, hasta que una extraña caricia se hizo presente cuando le soltó y pasó a tocar su cabello, un gesto amoroso que rara vez recibía, de inmediato sintió esa incomodidad e inferioridad.

—Todo está bien ahora —escuchó a Kurt, este disminuyó la intensidad de las luces, para luego voltear su cabeza y obligarle a hacer contacto visual—Estás de regreso, Mark.

—¿Qué demonios hago aquí?

—Tus amigos te trajeron, y pues, ya confesaron lo que ocurrió... No hay problema con eso, ya me hice cargo. Como ya te dije, todo está bien. Solo tienes que recuperarte. Melary dice que de momento solo tendrás que administrarte analgésicos para que eso no duela, y que la cavidad torácica está arreglada.

—¿Y dónde están ellos? —preguntó tras ignorar la última oración de su hermano.

—Mark, están bien. Todos ellos no tienen nada por qué pagar en cemara, así que solo están de visita. Ahora, déjame decirte que esa historia médica tuya es horrorosa. Cuando leímos eso realmente pensamos en que... Lo mejor es que te detengas. Fracturas, psicotrópicos, dislocaciones, cortes... No tienes que aguantar todo eso solo por algo de dinero. Sé que eres un kito, y todo eso, pero no por ello vas a vivir de forma miserable.

—Dijiste que respetabas mi decisión —interrumpió Mark.

—¡Lo sé! Pero eso no es vida, solamente te hundes cada vez más. Vas y peleas con un sujeto buscado por La Guardia por un genocidio, te lesiona al punto en que te rompe varios huesos que perjudicaron tu cavidad torácica, posiblemente hubieras muerto desangrado, ¿y quieres más? Si es por papá puedo cuidarte de él, eso ahora sí puedo hacerlo, no va a dañarte si es que tienes miedo de que vuelva a suceder. Solamente sé razonable, recupérate y quédate aquí. Puedes tenerlo todo, incluso sin un apellido.

—¡No es eso! ¡Sólo es la única forma en la que sé vivir!

En esa naciente discusión quienes habían estado hablando con aquella cirujana prestaron atención desde el otro lado, incluyendo a la mujer misma. Realmente imaginaron que iba a tardar más en volver en sí, y realmente era inquietante. Mark se iba a levantar, pero Kurt activó la plataforma que normalmente serviría a modo de mesa, no pensaba darle esa libertad tras enterarse de lo ocurrido. Se sentía culpable, aunque no fue quien le causó esas lesiones, pensaba que todo pudo haber sido diferente de haber en ese entonces defendido a su hermano menor; hubiera logrado mantenerle lejos de los conflictos, o de por lo menos involucrarse en algo tan pesado. El notar el enojo de Mark realmente le lastimaba, pero era él quien estaba equivocado, no podía ser feliz de esa forma; ese distanciamiento debía ser enfermizo y desgastante. En cierta forma él lo permitió al dejarlo partir.

Alerta de proximidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora