Capítulo 5: Terrícola

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—¿Qué pasó? —preguntó Mark e intentó abrir los ojos, pero no le fue posible, parecía que estaban tapados con una venda que más que para cubrir su principal función era monitorear.

—Doctor, Mark Yenter ha despertado —escuchó una voz, por el tono insípido dedujo que era una inteligencia artificial, y por el que no encajaba con la de alguna especie que supiera identificar con facilidad.

—Hola Mark, por favor mantente quieto —le habló lo que claramente reconoció como otro cemaran—. Algo impactó con tu casco cuando estabas reparando la Fugaz Escarlata. Por suerte aquella protección evitó que perdieras la vida, seguro si el golpe hubiera sido en otro lado hubieras tenido una retirada forzada. Tuvimos que hacer un mínimo arreglo debido a la lesión que tuviste en parte de la cavidad orbitaria, pero fue un procedimiento ambulatorio.

—¿Quien llegó hasta ese lugar?

—El informe dice que una civil humana que iba en la nave te llevó de regreso, y minutos después el Riguroso Cian apareció para terminar con la reparación y regresar a Auri B.

—¿Sarah Montenegro?

—Ah, sí, creo que así se llama. Tuviste suerte hombre. No tuvimos muchos problemas, pero de todos modos necesitamos asegurarnos de que todo esté en orden. Las imágenes muestran una clara contusión, y duraste un buen tiempo inconsciente, así que debo asegurarme de que no te haya afectado tanto en razonamiento, motricidad, y otras funciones básicas —contó el doctor mientras revisaba los datos recibidos, para unos minutos después retirarle la venda.

Mark salió una hora después de aquel cuarto, según ese sujeto no consideraba necesario ser internado, pero que debía reposar y mantener sus niveles de estrés bajos. Acordándose de lo ocurrido preguntó por Sarah, y no tardó mucho en recibir una respuesta, después de todo Provie ya tenía la información sobre sus acciones y el contacto que tuvieron. Le informaron que se encontraba en interrogatorio, como no tenía nada que hacer y sentía que debía hablar con ella esperó a que le permitieran la salida, de cualquier modo, aún no tenía una otra misión que le hubiera sido asignada. No tuvo que estar mucho tiempo apoyándose contra la pared, solo unos 5 minutos para poder volver a verle. Su rostro le daba la impresión de que fue colaboradora y no hizo falta presionarla, hasta estaba sonriendo al salir por aquella puerta.

—¡Mark! —exclamó con sorpresa y alegría al lograr volver a verlo.

—¿Cómo te fue?

—Pues pensé que terminaría con antecedentes o una suspensión de mi licencia, pero solo me llevé una advertencia por hacer "algo que pudo llevar a la muerte de cientos". Imaginé que me atarían a una silla o algo así, pero ella fue bastante amable y comprensiva, y yo no tenía nada que quisiera o pudiera ocultar.

—Me alegra que no fuera a mayores. Aunque era claro que nada de eso fue tu culpa —, dijo el cemaran aliviado por sus palabras. No se percató que la sonrisa de Sarah había desaparecido.

—Ah, Mark, realmente lo siento —, habló ella tocando su mejilla derecha. Más que sorprenderle o incomodarle solo le resultó extraño y algo tonto de su parte.

—¿Te refieres a esto? —señaló el parche que le había colocado aquel médico una vez obtuvo los resultados tras esos exámenes que habían consumido una hora de su tiempo.

—Si... Lamento eso...

—Literalmente no es gran cosa, solamente una conmoción cerebral que me dejó esta pupila dilatada, y un poco de sangrado por algo que ya trataron y de lo que no debería preocuparme ahora —explicó Mark esperando disminuir su preocupación—. Así que como está demasiado sensible a la luz en general, es mejor mantener el ojo tapado hasta que todo regrese a la normalidad. No puedo quitarme esta cosa hasta que alguien me lo autorice.

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