What won't be said

Capitulo 2, Parte 2: El club de estriptis

TSEHAI

No sabía dónde me encontraba, ni qué hora era, lo único que mi cabeza podía almacenar era el despampanante cuerpo de Patata. Me acerque a ella lentamente, con miedo de que si me viera acercarme se ahuyentaría, como si de un animal salvaje tratase. Por mucho qué caminase hacia ella, ella se alejaba, hasta qué entro en un club de estriptis.

Entre en aquel club de estriptis, hipnotizada, ya no sabía que buscaba, pero cada parte de mi cuerpo quería entrar dentro. Nada más entrar un baile empezó, y la bailarina era Patata. Me senté justo delante de ella.

Cada movimiento de cadera, pecho y todos los besos que mandaba al abrirse de piernas con ayuda de la barra, me tenían dominada. Cuando pensé que esa situación era la mejor que podría tener Patata bajo del escenario, empezó a susurrarme cosas bonitas al oído, mientras que yo sentía sus pezones en mi espalda. La boca se me hizo agua.

En un abrir y cerrar de ojos, me engatuso y me llevo a una sala privada. Por primera vez, no tenía incordios con mi cuerpo, para mantener relaciones sexuales, entramos a la sala besándonos, como en esas películas en las que yo me reía tanto por ser tan surrealistas.

La intente agarrar, pero solo aguante un segundo, ya que tenía poca fuerza, nos caímos en la extraña cama que había. Ni siquiera me dio tiempo para tumbarme, me empujo a la cama y me empezó a comerme a besos, mientras que intentaba quitarme los pantalones, pero al ver que tenía cinturón, me arrastro hasta el borde de la cama, y me desabrocho el cinturón sensual y lentamente.

Me quito la camiseta y extrañamente no tenía sujetador, me bajo los pantalones y hecho una risita al ver mis bragas

- ¿Eres una niña? - se siguió riendo, cerré las piernas, e intenté tapármelo con la mano- tranquila, es uno de los detalles que me gusta de ti.

Apartó mis manos besándome, y después me dijo:

-Te quiero- mientras que me hechizo con esas dulces palabras me bajo las bragas, me abrió de piernas, me acaricio desde los tobillos hasta los mulsos, y empezó a soplar, un leve jadeo salió de mí. Aparto uno de mis labios, para poder verme mejor, por dentro. Me avergoncé tanto que cerré mis piernas de golpe.

-Tranquila, déjate llevar-abrió nuevamente mis piernas, se acercó a mi lentamente, como si fuera una víbora, apunto de cazar su almuerzo, pero esta vez no se centró solo en eso.

Esta vez, comenzó besándome, me acaricio los pechos, jugueteo un poco con ellas, hasta que se centró más en los pezones, me mordí mi labio inferior para no jadear, pero cuando, aplasto mi pezón izquierdo, lo estiro y poco después se lo metió en la boca, no pude aguantarme y jadeé intensamente. Mientras que seguía usando la boca, en mi pecho izquierdo, una mano para el otro pecho y el que se le quedó libre, lo utilizo para acariciar mi ombligo, y poco después la bajo hasta mis partes. Me abrió delicadamente de piernas y empezó a acariciar mi entre pierna, dejo de chuparme los pezones y volvió a besarme.

- ¿Segura? - me pregunto, mirándome cara a cara, y en ese momento supe que la quería, ya que nadie me había hecho sentirme igual.

-Te quiero- al decirlo, Patata soltó una sonrisa, aplasto mi clítoris con su mano, me dio un pico para interrumpir mi jadeo, volvió a mirarme a los ojos, sonrió y bajo al pilón.

Me la lamio de arriba abajo y yo ya estaba húmeda, me unto todo el dedo en la vagina y sentí como un rayo me penetraba, y me sofocaba, dejándome pensar solo en la lengua de Patata que me lamia, y el dedo que me seguía untando cada vez más rápido. Agarre la cabeza de Patata y la empuje a mi vientre para que esa llama que me consumía tanto llegara a su apogeo final. Sentía como la electricidad estática recorría todo mi cuerpo, dándole salida en mis pies, haciendo que sufriese unos espasmos. Hasta que llegué al final, y sentí como un rio salió de mi interior, mojándolo todo.

-Tu, tu, ¿Tsehai? ¿Estás bien? - me despertó Itxaso moviéndome- estas mojándolo todo

- ¿Qué?