CAPÍTULO XX

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Xavi no entendía nada. - Alfred qué pasa???

_ Por dios avisa a Noe, crisis de ansiedad, Amaia. Meted un video!!!!

Él corrió desesperado por el pasillo de vuelta para llegar a tiempo a los sillones, cuando llegó Noe ya era consciente de lo que pasaba con Amaia y dejó que Alfred entrara y se la llevara.

Los compañeros no sabían muy bien qué pasaba y estaban asustados. Rebe y Mai se miraron, ellas si eran conscientes, otra crisis. Noe entre video y video les explicó brevemente lo que ocurría y que trataran de mantener la calma para no preocupar a los padres de Amaia.

_ Cómo se habrán dado cuenta Amaia no está, le dolía la cabeza y la hemos dado una pastilla y la hemos dejado que se vaya ya a la cama. - Explicaba Noe a los espectadores.

Mientras tanto Alfred llevaba a Amaia en brazos hasta la sala del médico. La tumbó en la camilla con la mayor de las delicadezas y empezó a acariciarla lentamente y a susurrarle al oído, que ya había pasado, que pronto se encontraría mejor, que no la iba a dejar sola,..... Esperando que llegase el médico.

El Chat acabó antes de lo previsto, Noe tenía que ver como estaba Amaia. Envío a todos a la cama y les dijo que Amaia estaría bajo supervisión toda la noche, que se durmieran y que si alguno estaba mal que lo dijera, que era mejor no llegar a la crisis.

Habían llamado al médico y estaba con una urgencia, así que tardaría mucho en llegar, les dijo la medicación que podía tomar y les envió la receta por fax. Además de darles algunos consejos, tranquilidad, música clásica bajita, compañía permanente y mucho cariño. Si no tendrían que llevarla al hospital.

Cuando Noe entró en el gabinete y vio a Alfred, entendió que a falta de médico, Amaia estaba en las mejores manos.

Él había sufrido una crisis en plena Gala y seguramente sabía lo que Amaia estaba sufriendo. Había puesto en su móvil música clásica con poco volumen, la acariciaba lentamente y en forma circular la cabeza y bajaba lentamente a lo largo de la espalda y le susurraba algo en su oído que no logró descifrar.

Cuando Alfred notó que alguien había entrado y les observaba, se alejó del oído de Amaia, pero siguió acariciando su espalda. Se giró y le preguntó entre susurros por el médico. Noe se acercó a él y le explicó al oído que el médico estaba atendiendo una urgencia y que iba a tardar, que les había enviado la receta de la medicación para dársela o llevarla al hospital. Alfred se tensó cuando escuchó la posibilidad de traslado al hospital. Noe, creo que esa opción es la peor, Amaia se va a preocupar más si se ve en un hospital, mírala, ahora está más tranquila, he conseguido que su respiración sea bastante normal, que medicación es?

Noe le enseñó la receta y se dio cuenta que era su misma medicación.

_Ya sabes que yo conozco bien la ansiedad, Noe.

_  Si claro que lo sé, menudo susto nos llevamos contigo también.

_ Bien, si no me equivoco llevo en mi cazadora hay un pastillero con un par de pastillas. Me han cambiado la medicación hace muy poco, es muy suave. No recuerdo bien el nombre, pero juraría que son esas. - Por favor búscalas.

Noe le hizo caso y fue a por la cazadora de Alfred. - Ten Alfred, tú las encontrarás antes. Y le dio su cazadora.

Él inmediatamente sacó una cajita del bolsillo interior y la abrió, le dijo el nombre de sus pastillas, Noe comprobó que eran las mismas que le había recetado el médico a Amaia.

Pues ya está solucionado le damos inmediatamente la medicación y yo me quedo vigilando su sueño, deja aviso al médico que venga por la mañana y la vea, de todos modos quizá sea mejor un psicólogo, no sé ......

EL PODER DE LA SEGUNDA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora