CAPÍTULO XXVIII

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La noche de Amaia fue del todo menos tranquila, a los nervios que tenía por el segundo pase de micros se sumó un sueño de lo más caliente con su Mind y se quería morir. Alfred la tenía arrinconada en una de las paredes del acceso a entreplantas y ella había subido sus piernas a la cintura de él que la agarraba del culo para que no se cayera y para unirla más a él. Los besos eran muy calientes y el ambiente absolutamente tórrido. Ya no podían evitarse, ella le desabrochó el pantalón y él le apartó el tanga a un lado para poder penetrarla. Era rápido, salvaje, terriblemente apasionado, como si se les escapara la vida,... Pero lo que se les escapaba era el tiempo que tenían y el miedo a ser pillados.

Se despertó sobresaltada al escuchar voces que la llamaban. No era otra cosa que Marta avisándola que ya quedaba poco para la clase de Magalí y que ya habían acabado las canciones. Ella estaba desubicada, acelerada,.... Así que salió como pudo de la cama, corrió al baño se aseó rápidamente y se vistió con lo primero que encontró para no llegar tarde. No conseguía quitarse de la cabeza el sueño que había tenido, parecía absolutamente real, podía olerlo, sentir sus manos apretándole el culo, los besos,....Puff, se dijo me estoy poniendo mala otra vez, pensó.

En cuanto acabó la clase salió disparada a la ducha y le dio igual si había compañeras o no porque ella necesitaba acabar con el calentón que llevaba o no iba a poder concentrarse en todo el día en nada y tenía un pase que hacer perfecto.

Alfred cuando la vio aparecer en clase de Magalí, iba súper acelerada y con las pupilas dilatadas y se imaginó que no había tenido buena noche. No sabía que la había pasado pero esperaba que no fuera nada malo. Quizás simplemente se le habían pegado las sábanas.

Siguió desayunando y recogiendo la casa mientras veía o escuchaba el 24 horas de fondo. La vió salir de la ducha envuelta en su toalla, descalza y directa a su armario para buscar algo de ropa. Pero él mientras tanto disfrutaba de toda la piel que quedaba expuesta. Por supuesto que no quería que la toalla cayera y que toda España viera su cuerpo a la misma vez que él, así que ya se lo imaginaba él solito, a fin de cuentas ya conocía un poco como era.

La academia seguía la rutina de siempre, las clases de la mañana acabaron y por fin podían comer. No sabía porqué, pero estaba hambrienta y tenía un enorme antojo de chocolate, pero de eso también se tendría que quedar con las ganas. La comida le gustó especialmente, pasta carbonara y filetes de pollo, pero cuando vio que había mousse de chocolate de postre se puso a dar saltitos por toda la cocina.

Alfred qué la estaba viendo desde casa, se derritió al momento. Era una niña absolutamente con muchas ganas de chocolate y entonces se dió cuenta que a él le había pasado lo mismo el día que tuvo antojo de la tarta de chocolate de Dolors y supuso las ganas de sexo que seguramente tenía. Él al menos podía tener ese sustitutivo cuando quisiera y más facilidad para liberar tensiones que ella. Definitivamente se quejaba de su situación y la que ella vivía en ese encierro era infinitamente más dura.

Amaia paladeó cada cucharada de mousse, casi igual que saboreaba los labios de él. Y la verdad es que pensaba que juntar esas dos cosas sería ya la mejor de las fantasías.

El momento crucial había llegad, las cuatro del sábado y Noe y el profesorado ya ocupaba su sitio. Fueron pasando poco a poco, hasta llegar a su turno. Cogió el micrófono con determinación y comenzó su pase, vocalmente estaba muy bien y la coreografía solo faltaba imprimirle más potencia. El problema es que no quería ahogarse en la gala por forzar mucho el baile.

Vicky le dijo en su clase posterior al pase, que cantará la canción sobre la cinta, para así coger más resistencia y Mamen le ayudó a controlar mejor la respiración y estudiaron a fondo, donde era mejor tomar aire, para que no se viera muy forzado. Y la verdad es que las pondría en práctica el poco tiempo que restaba para la Gala.

EL PODER DE LA SEGUNDA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora