CAPÍTULO XXXIV

1K 47 14
                                    

Amaia cenó con los nervios cogidos en el estómago el tener tan próximo el viaje, la estaba atacando, estaba cagada de miedo. Miedo por no gustarle a Sheeran y a Pixar, miedo al vuelo, a las turbulencias y miedo a que en la proximidad con él, nada de lo soñado se pareciera a la realidad. Pidió a Martí una tila, se tomó la Valeriana, más la pastilla que le había recetado el terapéuta. Decidió que probaría otra vez con una ducha de agua caliente, esperando que se obrara el milagro, pero después de un rato bajo el chorro del agua y no sentirse mejor, pensó que era hora de salir, secarse, ponerse el pijama y meterse en la cama.

Rebeca se preocupó por ella y se acercó al baño para ver si estaba bien, necesitaba algo o necesitaba desahogarse. Abrió la puerta y la encontró secándose. 

_ Está todo bien? Qué ha pasado abajo?

_ Todo bien Rebe. Me han dejado hablar con mis padres para que vieran que mi ansiedad ante el viaje estaba controlada y también he hablado unos minutos con el psicólogo para que me  diera alguna técnica de relajación, para fortalecer mi autoestima y para darme unas pastillas para que pueda dormir estos días.

_ Con Alfred, todo bien.

_ Sí, pudimos despedirnos nada más salir por la puerta, luego ya no tuvimos más opción.

_ Tienes miedo a estar a solas con él. Ya me entiendes.

_ No hay otra cosa que desee más, que poder estar a solas con él, hablar, reirme, cantar y Amarlo. Pero lo tengo tan idealizado que me da miedo que la realidad sea muy inferior a lo que espero, bueno esperamos. Porque él también ha soñado con este encuentro desde que me conoció. 

 _ Es normal tener esos miedos Amaia, pero yo estoy convencida que no os vais a sentir decepcionados. Se os ve una conexión muy especial, que os entendéis con una mirada y sin apenas haber podido hablar. Piensa en positivo Amaia, demuéstrale lo que sientes, no tengas miedo a decirle todo lo que te parezca mal y hazle saber lo que te está gustando, sí?

_ Gracias Rebe, siempre tienes la palabra adecuada para ayudarme. Y tienes razón en lo que me dices, nunca me había sentido tan bien con nadie tan pronto y sin prácticamente haber podido hablar de casi nada con él. La noche que tuve la crisis fue maravillosa, cuidó de mí en todo momento, tratando de no hacer nada que no fuera adecuado para el momento que estábamos pasando,..... No sé Rebe, tengo tantas ganas de poder estar tranquilamente abrazada a él, a besarlo sin miedo a que nos descubran, bueno.... 

 _ Tranquila amiga, mañana a estas horas seguro que ya habréis podido disfrutar relajadamente de vuestro amor. Y eso sí, quiero todos los detalles a la vuelta, porque va a ser seguro mucho más especial que lo te has imaginado. Ella, dio un gran suspiro y ya más relajada al haber liberado parte de sus miedos y dudas se fue a la cama.

Llegó a casa nervioso, la bajada de ella a producción, la charla con sus padres, la medicación de Amaia para dormir,.... no tener ni idea de esas cosas le habían descontrolado un poco, aunque quizás era la proximidad del viaje, de tenerlo todo en orden, de ser puntual, de que ella estuviera relajada para la grabación,.....y sobretodo de estar a la altura de lo que ella merecía. Quería que todo el viaje fuera especial, muy cuidado, pero realmente lo único que le preocupaba es que la noche fuera terriblemente maravillosa. Repasó mentalmente cada lugar al que quería llevarla, cuando y como darle el regalo, donde cantarle su canción y decirle que ella era su inspiración,...y volvió a llamar al hotel para que todos los cambios y peticiones estuvieran bajo control. Pensó que debería llenar un poco su estómago, para así tomarse la pastilla para dormir, que Pep también le había dado a él. Así que se fue a la cocina y no le apetecía hacerse nada. La mejor opción era un buen Colacao caliente y unas magdalenas de chocolate que había comprado recientemente, se tomó la pastilla, lavó sus dientes y se metió en la cama.

EL PODER DE LA SEGUNDA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora