Capítulo 16

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Domingo 10 mayo, casa de los Lacunza, 14:05.

Natalia llevaba de la manita a Laia por el pasillo que iba desde la entrada de la casa al salón dónde las esperaban sus padres. En cuanto Alba saludó a su novia con un corto beso la niña se aferró a la mano de la morena cómo un salvavidas. Su madre la había contado que hoy comerían con la familia de Natalia y que era importante para ella por lo que la pequeña no pudo evitar ponerse nerviosa. Había elegido su ropa favorita para la ocasión, su camiseta de lentejuelas que cambiaba y unos pantalones con un dibujos de mickey. 

La anfitriona entró al salón con la niña de la mano quien al ver cómo sus padres y Elena se levantaban se vio un tanto acorralada y se escondió detrás de las largas piernas de la novia de su madre. Mientras que sus padre saludaban a Alba, Natalia se agachó para hablar con la pequeña.

- ¿Tienes vergüenza? - la preguntó con delicadeza a lo que la nñla respondió negando con la cabeza- Sólo son mis papis y mi hermana, pero no tienes que saludarlos si no quieres...¿te apetece que te coja en brazos?- Laia asintió saliendo de su escondite. 

Desde arriba la pequeña empezó a mirar todo con curiosidad, recorriendo el salón con sus ojos y después a las personas que había dentro.

-Alba tu hija es monísima, me la como- dijo Elena acercándose a la niña.

- No la atosigues pesada- la recriminó su hermana.

Después de charlar un rato y de que Elena bajase algunos de sus antiguos juguetes para ganarse la confianza de Laia, la puerta principal volvió a abrirse, esta vez, para que un chico cómo Natalia de alto y con el pelo cómo el de Elena entrara en la casa.

- Hostias que hoy era la comida, se me había olvidado.

- Santiago esa boca- regañó su padre- Mira llegas justo a tiempo para ayudarme a poner la mesa.

- ¿Y Elena qué? - se quejó el chico.

- Elena no ha llegado tarde después de haber prometido que si le dejamos ir a ese partido iba a llegar puntual- defendió la madre haciendo que Elena le sacase la lengua a su hermano mayor que, a su vez, provocó la risa de Laia.

La comida trascurrió tranquila. Alba respondía a la preguntas que la familia de Natalia la hacía. Sus padres eran cercano y mucho menos intensos que a lo que ella estaba acostumbra con su madre. En cuanto a sus hermanos, eran casi lo opuesto. Elena era más loca y habladora mientras que Santi era más calmado.

Cuando terminaron se movieron al sofá mientras los padres de Natalia fueron a la cocina hacer unos cafés. Santi su marchó a su habitación tras dar dos besos a Alba y chocar los cinco con la pequeña, quien ya estaba más tranquila.

En cuanto se acomodaron en el sofá Laia se sentó encima del regazo de Natalia quien acogió a la niña encantada. A la izquierda de la morena estaba Elena jugando con Laia y su derecha Alba. Sus padres llegaron y se sentaron al lado de la pequeña de los Lacunza. Retomaron la amena conversación hablando de la universidad, de sus carreras, de pelis o simplemente contando anécdotas de cuando Natalia era pequeña. En algún momento de ese rato Laia se recostó sobre el pecho de la más alta quedándose dormida casi al instante.

Esto no sorprendió a Alba, y es que últimamente la niña había cogido mucha confianza con la morena ya que esta bajaba con ellas al parque muchos días. Sí que la sorprendió lo que hizo Natalia pues pasó su brazo de manera instintiva por el cuerpo de la pequeña para rodearla y que no se cayera, además pidió a su hermana que la pasará una manta fina que había para tapar a la niña. Aquella imagen era demasiado tierna. 

Cuando Mikel y su mujer se marcharon con los vasos del café Elena también se retiró a su habitación dejando a la pareja solas con Laia. La rubia no pudo evitarlo y sacó su móvil para guardar aquel instante. Imagen que subió a una story de instagram que leía " mis chicas".

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