Capítulo 20

2.8K 146 8
                                        

Domingo, 14 de febrero, un hotel de Madrid, 23:38.

Alba lo tenía todo bien atado, al fin de al cabo llevaba semanas planeandolo. Todo salió según lo previsto. El sábado llevó a su novia la hotel que había reservado. Esta de más decir que prácticamente ni salieron de la cama. Desgastaron el día juntas.

Llevaban unos meses ajetreados y ese fin de semana era justo lo que necesitaban. Y es que hacía justo un año que a orillas del río Manzanares iniciaron su relación. Relación que como todas había tenido sus altibajos pero que siempre habían trabajado juntas para solucionar. Eran un equipo, eso es lo que solía decir Natalia cuando aceptaba responsabilidades que, técnicamente, no la correspondían. Porque la morena podía tener sus defectos, que los tenía, pero si algo no le podía echar nunca en cara Alba es que no estuviese donde la necesitaba justo cuando le necesitaba. Su novia se había comvertido en una segunda madre para Laia. La pequeña ahora tenía a su tía Marina, a su tío biológico, a sus abuelos biológicos y además a Natalia y su familia. Era una niña con suerte. 

-Echo de menos a Laia ¿te lo puedes creer?- dijo la morena.

-Mmh, me lo creo lo que parece raro es que pienses justo ahora en ella- bromeó bajando su mirada hacia sus cuerpos desnudos completamente enlazados debajo de las sábanas.

- Que tonta eres...Pero lo digo en serio ¿como puedo quererla tanto?

-Porque eres una persona increíble con un corazón enorme. De verdad Nat nunca me cansaré de darte las gracias por todo lo que has hecho por nosotras.

-Es que no tienes que hacerlo, lo hecho todo desinteresadamente porque os quiero y quiero veros bien. Además ni que a mi me supusiese un problema quedarme alguna tarde con la niña, hacerle la merienda o ir a recogerla alguna vez al cole así  Gonzalo no tiene que ir a corriendo a por ella, tu madre tiene más tiempo para si misma y tu hermana para estudiar. Total ¿que son un par de horas a la semana? 

-A ella le encanta, se lo pasa genial contigo si por ella fuera no se despegaría de ti ni para dormir.

-Bueno ¿tampoco tiene que hacerlo, no?- Alba la mirada sin entender muy bien a que se referia- Quiero decir que, no sé... yo quiero estar contigo pa' siempre así que Laia podrá pasar conmigo todo el tiempo que quiera- la rubia la beso, enternecida por sus palabras.

-Mientras que no te olvides de mi.

-Imposible... Podríamos hacer más cosas juntas, hay un sitio con tirolinas súper guays a las afueras, podríamos ir un día. O al mini golf, o los karts...

-Creo que la niña es un poco pequeña para es todavía.

-Pues en el futuro- dijo como si fuera algo totalmente obvio.

-En el futuro- respondió para después lanzarse de nuevo contra su boca, aquella ternura de la morena la provocaba muchas cosas que no tenía intención alguna de censurar, y menos esa noche.

Lunes, 10 mayo, casa de Alba, 20:03.

-¡Alba es para ti!- grita Marina desde la puerta de casa- Es Nat.

Que raro, hoy Nat tenía una reunión importante piensa la rubia mientras caminaba hacía la puerta. Escucha como el ascensor va subiendo hasta que se para, abre la puerta encontrándose con la alta figura de su novia quien antes de que ella consiga abrir la boca la esta besando.

-No es para nada que me queje pero entiéndeme, ¿ha pasado algo para que me recibas así?

-Vaya que si Albi, venga vamos a sentaros y os cuento.

Natalia hace que todas las Reche se sienten en el sofá y cuando tiene toda su atención comienza a hablar.

-Pues resulta que llevaba un tiempo escribiendo un guión de una serie cortita, la típica de adolescentes pero que trata temas importantes pues como el aborto, el feminismo , las relaciones sana, la importancia de querer pero de querer bien...- empezó a hablar sin poder acabar porque alguien la interrumpió.

Journey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora