Nuevo

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—¡Quiero unirme a su secta!—seis meses habían pasado; la señora Po seguía tan delicada aún pasado tanto tiempo—Quiero ser un discípulo de su secta—el niño seguía en recuperación por su terquedad de querer moverse antes de tiempo, la rehabilitación era lenta y al parecer no del gusto de un niño, pero lo entendía al tener a Cheng sobre sus piernas siendo tratado.

—Primero debe sanar joven Po, tener una buena rehabilitación—Cheng se había torcido el tobillo mientras jugaba con sus canes—Una vez sano veremos sus aptitudes—Normalmente por esto evitaba la enfermería—No dudo las tenga, pero es necesario realicemos la valoración.

—Sé que lo lograrás hijo—con voz débil la antes durmiente mujer se hace presente para animar a su hijo.

El semblante del niño antes altivo cambia a uno de dolor al ver a su madre luchando por sentarse.

—Gracias mamá, no te fuerces—se sienta el niño tomando sus muletas—Duerme un poco más mamá—esto es lo que no le gusta a Fengmian—No te exaltes.

—Estoy bien hijo, ven y dame un abrazo—el ver como empeoraba día con día esta noble mujer, le tiene un gran respeto no podía negarlo, pero la lastima también estaba presente. El niño acude a los brazos de su madre aún cojeando—Mi niño—sentimental abrazo, realmente pareciese el último que le daría.

—Mi señora— entró rápida y silenciosa la fiel acompañante de la señora—Viene en camino el amo Po— aún abrazando al niño sonríe, se acomoda el cabello y ropa—Pero yo no le dije nada mi señora—sonríen cómplices.

—Gracias A-Nao—se escuchan unos firmes pasos acercarse y pronto la puerta se abre dejando ver al noble—No mencionaste los regalos—un leve susurro y una sonrisa débil forman sus labios— A-Bao—las flores y las dos cajas en sus manos son depositados con mimo a los pies de la cama, le abraza con una dulzura y cuidado envidiable.

—¿Cómo te encuentras?—se sienta a su lado tras acomodarle de regreso en la cama.

—Estoy bien, ya estoy mejor—la misma respuesta de todos los días, una a la que el noble solo sonríe y acaricia la mano de su esposa—Enserio.

—Tal vez el médico te permita regresar a casa—sabe no es así al haber hablado antes con el mismo—Tú solo preocúpate por recuperarte.

Fengmian las primeras 3 semanas venía solo a ver su interacción que si bien era de las cosas que creyó eran un amor hermoso, la escena del amoroso padre visitando a su hijo y esposa cada tercer día para saber su estado, pero no era así, no desde hace dos meses.

Esos regalos y flores solo eran engaños.

Flashback

Le seguía en silencio, tenía la intención de visitar a Changze ese día cuando vio al noble.

Caminaba sin prisa viendo las flores silvestres, pronto se agachó y recogió las más bellas entre todas. ¿Haría esto cada tercer día por su esposa?, sin pensarlo mucho bajó sin llamar la atención para observarle teniendo una no grata sorpresa, se sentó en la rama de un árbol curioso y silencioso.

—¿Por qué no se muere ya?—la voz le fue conocida, la mirada del noble era de aburrimiento y la mujer, se corregía aun en pensamiento, la espada se quejaba—¿No es tiempo de que se duerma y no despierte más?

—Aún no es tiempo, todavía nos es útil su estado—otra voz femenina e idéntica a la primera pero con un tono más serio, el hombre les ignora escogiendo las flores.

Largo rato ellas discuten una y mil cosas.

—¿Ya lograron entrar al lugar que buscan con tanta desesperación?—ahora arregla el ramo sin prisa—Respóndanme—alza levemente la vista.

AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora