iv. no se puede escapar del destino

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no se puede escapar del destino,

CAPÍTULO CUATRO.

CAPÍTULO CUATRO

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Si te marchas

hazlo con ruido:

rompe las ventanas,

insulta a mis recuerdos,

tira al suelo todos y cada uno

de mis intentos

de alcanzarte,

convierte en grito a los orgasmos,

golpea con rabia el calor

abandonado, la calma fallecida, el amor

que no resiste,

destroza la casa

que no volverá a ser hogar.

Hazlo como quieras

pero con ruido.

No me dejes a solas con mi silencio.

Ruido, Elvira Sastre.


eleonor, escorpio.

Estaban golpeando mi puerta temprano en la mañana. Me sorprendió el hecho de no escuchar nadie pidiéndome que me despertara, ya que generalmente Azul me despertaba para que vaya a desayunar. Quité las telas que me cubrían y caminé descalza por el piso frío hasta la puerta, que fue atacada con tres golpes más.

Me desconcertó la cara masculina y pálida que encontré del otro lado. Sus rulos castaños caían en su rostro con una gracia que me provocó cierta envidia. Sus ojos esmeraldas me inspeccionaron por varios segundos.

—Puedo juzgar que ya te encuentras mejor.

Supuse que era el príncipe y mi sangre comenzó a subir por mis mejillas al recordar la estupidez que hice la noche anterior. Tragué con dificultad. No tenía nada que decirle y a pesar de sentirme mal por no querer casarme con él supe que no había nada que hacer. Pero ahora, al tenerlo delante de mí, mi destino se sentía más real. Este era el momento que no quería que llegara. Tenerlo cara a cara.

No se puede escapar del destino. Eso era algo que mi madre solía decirme mientras se bebía una copa de vino, sentada al calor de la estufa, conmigo a su lado.

broken crown [zodiaco]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora