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3:30pm

El día soleado era perfecto para salir un rato al jardín.

Ahí se encontraba JiMin sentado sobre su silla de ruedas riendo a carcajadas mientras trataba de alcanzar con sus manos las burbujas que JungKook soplaba para él.

Los dos chicos realmente se divertían, reían y por primera vez en mucho tiempo, JungKook se sentía feliz, como si ahora tuviera un propósito en la vida.

—Ven aquí Kookie — habló Park segundos después palmeando sus piernas. El pelirrojo no lo pensó mucho cuando fue a sentarse sobre éstas y rodeó con su brazo el cuello de JiMin — Me agrada mucho estar contigo ¿sabes?

Una sonrisa iluminó el rostro de JungKook y esque a él también le encantaba estar cerca a de Park.

—Kookie, necesito decirte algo... — el mayor lo miró ladeado un poco su cabeza, notaba que el rubio mordía su labio y parecía estar preocupado de algo. El pelirrojo acarició la mejilla de JiMin y después depósito un suave beso sobre sus labios, mandando una corriente al cuerpo del menor.

El gemelo sonrió con dulzura y apretó aún más su agarre sobre la cintura del mayor, soltó un suspiro y pensó bien en lo que diría, no estaba seguro pero algo le decía que podía confiar en el mayor.

—¿Podrías guardar un secreto? — preguntó y JungKook sólo asintió frunciendo un poco los labios.

Park hizo señas para que Kim se acercara y poder susurrarle al oído.

Tras cada palabra que salía de boca del rubio, JungKook abría más y más sus ojos. Cuando JiMin le contó todo, el mayor se quedó quieto, procesando cada palabra, tratando de asimilar lo que decía.

—Debes tener cuidado JungKook.— habló el menor soltando una lágrima.

El pelirrojo lo observó y limpió aquella gotita salada que resbalaba por su mejilla, dejó un beso en su frente y lo abrazó.

Park correspondió al cálido abrazo y después sus ojos se dirigieron a la entrada de la casa, su mirada quedó fija en el peli rosado que los observaba con un rostro serio.

2:30am
Martes

Namjoon paseaba por los pasillos del hospital, revisando cada habitación y asegurándose de que los pacientes estuvieran sedados y dormidos.

Una vez terminó, caminó hacia su oficina para dejar ahí unos papeles.

Cuando el hombre estuvo frente a su escritorio, dejó todo de lado y sacó de su cajón una fotografía enmarcada.

Dos personas aparecían en dicha foto, una jóven de cabello castaño y piel morena abrazaba a un jóven peli rosa, ambos con deslumbrantes sonrisas.

Los ojos verdes de la chica vivían clavados en su mente, siempre recordándole lo que él permitió que pasara.

El médico dejó escapar una lágrima cuando se dió cuenta de que dejó todo por el jóven de cabello rosa, su vida se volvió un desastre y todo lo hizo por amor, un amor que ahora dudaba fuera correspondido.

—¿Recordando viejos tiempos? — preguntó una voz delicada sacándolo de sus pensamientos.

Namjoon bajó el marco y buscó con la mirada al dueño de dicha voz, la reconocía perfectamente, sin embargo no logró verlo.

Mala CompañíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora