[CANCELADA]
Kyome Ubuyashiki, primogénita y próxima sucesora de su padre, Kagaya Ubuyashiki.
Kyome estaba de viaje por todo Japón durante 5 años recolectando información sobre Muzan Kibutsuji, ya tiene 19 años y volverá a su hogar con su amado padr...
Pasaban las semanas, Kyome, los pilares y los sucesores de estos tenian un trato mas que agradable.
Los sucesores... niños muy jovenes.
Se encontraban algunos pilares en el patio entrenando como de costumbre. Hoy era uno de esos dias en que Senjuro por cosas de su padre no podia visitar a Kyome. Así que la muchacha solo se limitó a observar el entrenamiento matutino.
- Kanao y Genya son muy jovenes, practicamente deben de tener la misma edad de Tanjiro y Nezuko... - pensó mientras veía como esquivaban los ataques de sus pilares a cargo. - Dios, Sanemi es demasiado grotesco con su hermano menor... En cambio Shinobu es buena pero estricta con Kanao.
Interrumpiendo los pensamientos de la chica, Sanemi habló.
- Maldito mocoso, no sirves. Será mejor que te retires de esta mierda.
- Hermanito... yo, yo sé que puedo. - dijo el menor de los Shinazugawa apenas con varias heridas en el cuerpo propinadas por el duro entrenamiento.
- "Pobrecito" - pensó una triste Kyome.
- ¡¿Tu? ¿Poder mas?! No me hagas reír. Me voy. - finalizó Sanemi mientras le daba la espalda a Genya.
Shinobu y Kanao no estaban pendiente a la escena, pero la primera al darse cuenta que su compañero pilar se motivaba para irse, habló.
- Kanao, yo tambien me iré. Tengo una mision con Tomika-san. - dijo Shinobu.
Kanao sin decir ni una palabra, soló asintió a su antecesora.
Así dejando a Kyome con ambos niños, uno mas mal herido que otro.
Genya apenas podía pararse, al ver esto la Ubuyashiki decidio socorrerlo. Kyome tenia un don, podía percibir el corazon bueno y el malo, el de una persona pura y el de una persona perversa. Sanemi no era malo con su hermano pequeño porque fuera mala persona, había algo más, habia otra razon.
- Genya... - dijo Kyome ayudandolo a por lo menos sentarse en el suelo. - No te esfuerces.
- Mi hermano me odia, Kyome-san. - dijo cabizbajo.
- Oh no digas eso, Sanemi no te odia. Es tu hermano mayor, el no podría odiarte jamás.
- Si lo hace, señorita. - dijo en un tono muy bajo.
Kyome, delibero no decir nada mas. No insistir.
- Ven, ayúdate de mi. - le dio una mano al jovencito herido.
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Una solitaria Kyome caminaba por las fincas, cuando se encontro a cierto Pilar irritable.
- Sanemi-san. - éste se detuvo al escuchar la voz de la Ubuyashiki.
- Kyome-san. - hizo un diminuta reverencia. - La vi en el entrenamiento pero no la salude como correspondia, disculpeme.
- ¡Oh! no, no. - agito las manos para que este no se sintiera mal por esa "irrespetuosidad". - Me gustaría hablar con usted sobre Genya-kun.
- Tendrá que perdonarme, no tengo nada que ver con ese idiota inutil.
Kyome tomo las manos del pilar, para así detectar alguna señal de maldad en las palabras que éste decia, pero no halló nada.
- Usted quiere a su hermano, lo sé... puedo intuir los sentimientos de una persona al escucharla o con solo tocarla. - Sanemi se dio cuenta del porque Kyome ahora lo tomaba de las manos.
Sanemi la vio a los ojos, Kyome era una mujer dulce y protectora. Copia perfecta de su padre en estos aspectos. El pilar al ver empatía en los orbes ciruelos de la chica le contó el porque él era así con su hermano menor.
Después de que Sanemi finalizo el relato, Kyome decidió hablar.
- Se arrepentirá.
- ¿Hm? - miro confuso.
- Se arrepentirá, la vida es demasiado corta como para que hermanos como ustedes no se dirijan una palabra de fraternidad o de cordialidad al menos. Todo lo que sale de su boca para Genya, Sanemi-san, son mierda.
El pilar quedo atonito ante tal lexico de la Ubuyashiki.
- ¿Pero como es que ella habla de esa forma? ¿Esta jugando conmigo? - pensó por un momento. Kyome al ver la cara absorta del peliblanco se llevo una mano a la boca y comenzó a reír.
- Jajaja, lo lamento Sanemi-san, no tuve que decirlo de esa forma. - dijo un poco avergonzada. La sucesora del patron no podia tener ese vocabulario.
- No.. se preocupe. - la cara con signo de interrogacion en la cara de Sanemi era digna de admirar.
- Bueno Sanemi, era lo único que quería decirte. Iré a comer algo. - Kyome comenzó a caminar pero de un momento a otro paró. - Mejor... ¿Te gustaría acompañarme?
- ¿Yo? ¿Puedo comer con usted?
- Por supuesto. - proyectó una gran sonrisa.
Ambos jóvenes caminaron al lugar donde podrían almorzar tranquilamente.
Cuando se sentaron a matar el hambre con la comida servida, conversaron trivialidades, Kyome teniendo una muy mala imagen de el pudo comprender que su carácter irritable y rebelde solo era una faceta opuesta a lo que realmente era.
Despues un rato Sanemi dio las gracias por la invitacion y se marchó. Encontrandose con Uzui y Kyojuro.
- ¡Hey, Shinazugawa! - grito Uzui.
- Hola. - dijo solamente el nombrado.
- ¡Que tal Sanemi-san! - saludo igual Rengoku.
- Vamos a ir a comer algo, te gustaría ir con nosotros, tuvimos un llamativo entrenamiento. - dijo Uzui.
- Ya almorce con Kyome-san. - dijo friamente.
- ¿Hm? ¿Kyome-san? - pregunto Kyojuro.
- Oh mi amigo Rengoku, ya no eres el unico del cual se preocupe Kyome-san. - dijo Uzui en tono burlón.
Sanemi siguio su camino.
- Tengen, ¿que ha sido eso? - pregunto un Kyojuro molesto pero sin fruncir demasiado el entrecejo.
- Oh vamos, Kyome-san pasa mucho contigo y Senjuro-kun. Ya me parecía algo raro.
- ¿Insinuas algo Tengen?
- Nada. - negó con las manos. - Solo digo, era raro solo verla contigo, a Kyome-san la conozco desde que era jovencita. Pero jamas la había visto tan pegada a un pilar. Ni con tu padre era tan dulce como lo es contigo.
- ¿Hm?
- Jajaja, mejor vayamos a comer, muero de hambre.
Así fue como Uzui dejo con los pensamientos revueltos a Kyojuro Rengoku por toda la tarde.
