Kyome mientras esperaba a sus padres, ordenó lo poco y nada que quedaba de la noche anterior.
La joven de ojos ciruelos suspiró enamorada ya que lo unico que tenía en la mente eran los recuerdos del tacto de su amor.
Unos pasos sacaron del trance a la pelinegra, rapidamente relajó los hombros y el cuerpo como si aquí no hubiera pasado nada. Abrió la puerta encontrandose con sus dos mayores.
- Buenos días, padres. - dijo la menor, haciendo una reverencia para mostrar respeto.
- Buenos días hija mía. - respondió el hombre acompañado de su mujer. - ¿Podemos pasar?
- Por supuesto, no deberías ni preguntarme padre. - haciendo señal de que eran claramente bienvenidos.
- Sospechabamos que alguien podría encontrarse aquí contigo. - dijo friamente Amane-san. Kyome no respondió. - Alguien cuya presencia ante ti no pasa desapercibido.
- Madre, Kyojuro-san se preocupa por mi, tanto como lo hacen otros pilares.
- Dudo que sea igual.
- Querida. - dijo Ubuyashiki-sama haciendo que su esposa parara. - Hija, ¿como te haz sentido? - preguntaba mientra con ayuda de su esposa se sentaba para conversar comodamente.
- Mh, de vez en cuando me duele la cabeza y me mareo, pero Shinobu-san me dijo que era normal despues de la contusion en la cabeza. - respondió tomando la misma postura que su padre al sentarse en el suelo.
- Debes de cuidarte, no me queda mucho tiempo, mi enfermedad avanza cada vez mas rapido y eso quiere decir... - fue interrumpido por la joven.
- Eso quiere decir que tu puesto pasará a ser el mío, lo sé. - habló calmada. - Perdón, se que no debo de interrumpirte. - dijo arrepentida. - Pero rezo todos los días para que te mantengas aquí con nosotras aún.
- Hija mía, ¿lo haces por qué te preocupas por tu padre o por qué no quieres este puesto? - preguntó pacificamente el padre, haciendo que su primogenita se sorprendiera.
Kyome pensó por unos segundos su respuesta. - ¿Quieres que te responda como tu hija o como futura lider de los Cazadores de demonios? - preguntó con un tonó nostalgico.
- Como ambas, ya que eres la misma. - respondió el mayor.
- Si te soy sincera, mi mas profundo deseo es que seas eterno, porque eres mi padre y te amo y te respeto.
- ¿Pero...?
- Pero... tambien siento dudas si es este el camino que quiero seguir. - al decir estas palabras bajó el rostro con tal verguenza la cual su padre siendo ciego pudo notar.
- ¡¡Kyome!! - reprendió Amane-san. - Tendría que darte verguenza. Ser la lider de los Ubuyashiki es un orgullo... Es por él ¿no es así? Antes solías obedecer sin peros a tu padre y a mi, pero ahora...
Oyakata-sama levanto su mano tranquilamente para que su esposa no siguiera regañando a su hija.
- Perdón, me arrepiento de lo que acabo de decir, es un orgullo para mi ser tu hija y ser la proxima Oyakata-sama. - dijo la joven aun con el rostro cabizbajo. - Prometo no traerle deshonor a nuestro apellido.
- Hija mía, jamas he dudado ni un segundo de lo capaz que eres. Haz sido bendecida al no tener esta maldicion. - el Ubuyashiki señaló su rostro. - Pero, maldecida al no poder tener decendencia.
Al escuchar esas palabras, Kyome lo sintió como un balde de agua fría al estar dentro de una burbuja de amor la noche anterior, lo olvidó por completo e imaginó el rostro de su amado Kyojuro enterandose de esto, ¿como se lo diré? ¿seguira amandome despues de esto? ¿debería contarselo? - pensaba la joven de ojos color ciruela que de a poco sintio como un fuerte dolor de cabeza se apoderaba de ella haciendo que se llevara una de sus manos a la frente. - Tambien lo sé, padre.
Oyakata-sama escuchaba aflijida a su preciada primogenita. Su hija sufría y no sabía como ayudarla, se encontraba enamorada de un pilar y él le correspondía. A su esposa no le parecía esta idea, y a el no le incomodaba para nada, el solo deseaba que su niña fuera feliz. - Amane, querida, deberíamos dejar descansar a nuestra hija.
Al salir de la finca de su hija, Ubuyashiki-sama y Amane-san caminaban por el jardín.
- ¿Por qué eres tan permisivo con ella, mi Señor? - preguntó la mujer.
- Es mi hija, deseo con todo mi corazon que ella sea feliz.
- Deberías de reprenderla aunque sea un poco, querido. No me gusta nada para donde va su rebeldía con el joven Rengoku.
- Esposa mía, ¿por que te opones tanto a ese vinculo?
- Kyome es nuestra hija y merece ser feliz con alguien que no este en continuo peligro de muerte. - suspiró pesadamente. - No me malinterpretes, sé que él es un joven de buen corazón y no tengo dudas que la ama, pero no quiero que mi hija sufra por su muerte y menos que se sienta culpable si es ella quien lo manda a una mision en la cual pierda la vida.
- Entiendo. - fue lo unico que respondió el hombre.
Un enamorado Kyojuro iba junto a un serio Tomioka a entrenar.
- Gracias por avisarnos que venian Oyakata-sama y Amane-san. - dijo con un increible sonrisa el precioso sol de Kyome.
- Deberías tener mas cuidado. - le respondió Giyu.
- ¿Hm?
Tomioka paro de caminar. - ¿A donde quieres llegar, Rengoku-san?
- ¿A que te refieres?
- Tu y Kyome-san. Sé que la amas, pero sabes que su madre no la dejará jamas estar con un Pilar.
- Mientras pueda estar cerca de ella para protegerla y admirarla, todo lo demas esta bien para mi.
- Amane-san esta entusiamada con la idea con que Kyome-san se casé lo mas pronto posible, obviamente con alguien que no sea un Pilar. ¿Que pasaría si empieza a buscarle un esposo ella misma? ¿Aun estaría bien solo estar cerca de ella?
El entusiasmado Rengoku solo pudo permanecer en silencio, claramente no dejaría que nadie mas que él la tocara o le dijiera que la amaba a menos que Kyome sea quien se lo pida, pero él ,despues de esa noche, estaba seguro que su preciosa flama no se lo pediría jamas. Aun así, Tomioka tenia razón. Debía convencer a Amane-san de que él era perfecto para su Kyome.
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Okey lo sé, me quieren matar, ha pasado mas de un año que no actualizaba, perdón, pero han pasado cosas... Por favor, mil disculpas.
Espero que disfruten este capitulo y decirles que volví.
Nuevamente, disculpenme.
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THE FLAME OF MY LOVE | Kyojuro Rengoku
Fanfic[CANCELADA] Kyome Ubuyashiki, primogénita y próxima sucesora de su padre, Kagaya Ubuyashiki. Kyome estaba de viaje por todo Japón durante 5 años recolectando información sobre Muzan Kibutsuji, ya tiene 19 años y volverá a su hogar con su amado padr...