- Por favor, por favor, Kami-sama te lo suplico... - rogaba Kyojuro mientras corria a toda velocidad. Al no haber descansado como debía sus pulmones lo resintieron, dolían. Detrás de él venía un rapido Tomioka que llevaba en brazos al pequeño Senjuro.
- Tranquilo, Rengoku. Estas agotado. - dijo Tomioka.
Kyojuro no respondió y apuró el paso dejando atras al pelinegro y a su hermanito. - ¡Pero que le acabo de decir! - gritó él pilar del agua enfadado. - Que testarudo es.
- Esta feliz. - habló Senjuro.
- Ya sé que esta feliz. El amor vuelve idiotas a las personas. - "¿Estarás ahí para darme un buen golpe si me enamoro?" - recordó las palabras de su amiga. - Con razón me dijiste eso Kyome-san. - pensó.
El pelinegro apuró el paso para alcanzar al impulsivo Rengoku.
Llegó, por fin llegó a la finca mariposa.
- Rápido, rápido. - se decía.
Los pilares estaban todos fuera de la puerta y algunos sonriendole al pelibicolor.
Shinjuro no estaba con el ceño fruncido como siempre lo estaba, esta vez en su rostro había serenidad.
Le dio la espalda. - Entra. - dijo simplificadamente.
El corazón de Rengoku se aceleró y con su mano temblorosa deslizó la puerta.
Ahí estaba, su preciosa Kyome junto a sus padres. La de orbes color ciruela giró su cabeza en dirección a la puerta donde se encontraba un cansado Kyojuro mirándola con los ojos muy abiertos.
- Kyojuro-san. - dijo débilmente pero esbozando una sonrisa.
Al escuchar su nombre con la dulce voz de su Kyome, su corazón pudo descansar. Y reventó por dentro, sus ojos se aguaron en llanto, no uno desenfrenado si no que uno tranquilo, fue como si quitara un peso gigantesco de su espalda.
Kyome lo vio y sus ojos también comenzaron a inundarse en lagrimas. - Ven.- el Rengoku caminó hacía ella quedando al lado de la cama donde se encontraba.
Kyome lo tomó del kimono haciendo que éste cayera con la parte superior de su cuerpo encima de ella formando un abrazo. - Perdoname, Kyojuro. - dijo cerca de su oido en sollozos. - Perdón por hacerte pasar por esto. Mi padre ya me contó que estuviste todo el tiempo aquí conmigo.
Kyojuro se aferro mas y mas a la joven, como sí fuera a irse. Escondió su cara debajo del cuello de Kyome. - Me obligaron a irme.
- Adivinaré... - dijo en un tono suave. - Tomioka.
- Así es. - dijo el nombrado que recien llegaba a la habitacion con el pequeño Senjuro.
- Gracias. - pronuncio con los labios solamente la palabra sin hacer el sonido. Sonriendole al pelinegro.
Tomioka recibió el mensaje e hizo una mueca que parecía una diminuta sonrisa. Despues de eso, se fue afuera donde los demas pilares se encontraban viendo la escena.
Todos eran testigos del caluroso abrazo de aquellos dos jóvenes.
- Demosles privacidad. - dijo Oyakata-sama.
- Pero querido... - replicó Amane-san.
- Amane querida. - le dio la mano y la acercó a él para hablarle en susurro. - Acéptalo, ellos se aman.
La madre lo miró incrédula y después miro nuevamente la escena y entendió que no debía de replicar mas.
Shinjuro que miraba de reojo a la pareja. - Te enamoraste y casi sientes que la perdiste... Esto no es un capricho. Realmente la amas... Ya no sé si esta bien o esta mal esto... ¿Que le dirías tu amada mía? mi Ruka... - Sintió algo calido cerca de él, como si una mano tomara la suya. - Esta tan enamorado como tú cuando me conociste. - reconoció ese aura tan cálido - Ruka...
Todos salieron de la habitación dejandolos solos.
- Kyojuro, mirame. - dijo Kyome tomando el rostro de éste.
Kyojuro la miró, Kyome con sus pulgares limpio las lagrimas que caían debilmente de los ojos de su querido sol.
- Estoy aquí y jamas me iré. - le dijo.
- Kyome, perdon por llevarte a ese lugar. - decia arrepentido.
- No, no, no. No te disculpes, estar contigo es una de las mejores cosas que me quedan en mi vida.
- ¿Conmigo?
- Sí...
- Santo cielo... No puedo vivir sin ti... - dijo en un susurro y volvio a esconder el rostro.
La pelinegra abrió bien los ojos. - ¿Como?
Kyojuro tomo valor nuevamente y levanto firmemente la cabeza. - Kyome, no puedo vivir sin ti.
- Kyojuro... - se acercaron lentamente hasta que sus narices chocaran. - Sí que puedes...
- Sí, pero no quiero.
Un potente sonrojo se apodero de ambos.
- No volveré a darte un susto así, te lo prometo. - dijo Kyome mientras mantenia la cercania con Kyojuro y tocaba con su pulgar derecho el labio de este acariciandolo.
El pelibicolor sujeto la mano de la joven y besó su lateral. - Nunca mas permitiré que alguien te haga daño. - volvió a besar la mano.
El corazon de ambos iba a mil. Kyome miró intensamente a Kyojuro. - Kyojuro, ¿te acuerdas de la promesa que me hiciste?
- ¿Hm?
- La de quedarte mas frecuentemente en mi finca...
- Claro que me acuerdo. - dijo con una sonrisa.
- ¿La mantienes no es así?
- Sí quiere tenerme cerca, cerca me quedaré siempre.
- Gracias, Kyojuro. ¿Te quedarás esta noche?
- Eso me gustaría.
- Entonces hazlo, por favor. Te necesito. - besó la frente del ojidorado.
- Yo también...
Kyojuro se quedo en la noche en la habitacion. Despues de un rato charlando, Kyome se hizo a un lado, dejando espacio en la cama para que esté se acostara sobre las sabanas.
Así es como pasaron la noche. Durmiendo abrazados, extrañándose como nunca.
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Capitulo nuevo porque mañana no podré subirlo, disfrútenlo 😍💖
Las leo 🔥❤
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THE FLAME OF MY LOVE | Kyojuro Rengoku
Fanfic[CANCELADA] Kyome Ubuyashiki, primogénita y próxima sucesora de su padre, Kagaya Ubuyashiki. Kyome estaba de viaje por todo Japón durante 5 años recolectando información sobre Muzan Kibutsuji, ya tiene 19 años y volverá a su hogar con su amado padr...