Capítulo 26 (Muestra)

26.3K 1.4K 102
                                    



Capítulo 26

Aurora Flecher

—Espero no volver a verte haciendo ese estúpido gesto —expuso un Alexander, enojado.

—¿Cuál? —pregunté frunciendo el ceño.

Alexander solo me miró como quien dice «Esta nunca sabe de lo que le estoy hablando, si vive más en el país de los elfos que en la vida real»; mirada que provocó que yo soltara un suspiro. Alexander se levantó de su asiento y luego se dirigió a un pasillo.

Saqué el celular de mi bolsillo, lo encendí con la esperanza de encontrar algún mensaje, pero no, no había nada. Apagué el celular y luego lo puse en una pequeña mesita donde también se encontraba el de Alexander.

La pantalla de su celular se encontraba encendida, mostrando pequeños trozos de conversaciones. Cerré los ojos intentando reprimir las intensas ganas de tomar el teléfono y leer lo que sea que estuviera escrito ahí, pero a pesar de no querer hacerlo, terminé por acercarme a la pantalla del móvil. «Señor, perdóname por no resistir la tentación». Mientras más veía, menos creía lo que leía:

«Ya quiero que regreses a Nueva York. Te extraño mucho, amor. Sanya».

«Espero verte pronto, Wunderschönen. Alexander».

«Mis labios anhelan los tuyos, Walton. Sanya».

No podía atreverme a leer más. Las lágrimas insistían en derramarse por mi mejilla, el mal sabor en la boca me mataba, el nudo que yacía en mi garganta era una bomba de tiempo. No puedes confiar en una persona que es capaz de mentirte mirándote a los ojos.

Siempre lo he dicho y pienso mantenerlo: la única y verdadera misión de un mentiroso es hacerte creer que no sabe mentir, y Alexander Walton hizo eso conmigo. Él me mintió mirándome directamente a los ojos, me mintió y esta vez no puedo decir que hay una explicación para lo que acabo de leer. No sé por qué me esfuerzo en creer que un mujeriego, millonario y arrogante podría cambiar su promiscua vida solo por alguien que llegó creyendo que podía cambiarlo o amarlo.

He confesado mi amor por él, le he dado todo lo que he tenido para dar, y aun así ¿no es suficiente?

De cualquier forma, este «matrimonio» solo es un negocio, un negocio que será de por vida, hasta que la muerte nos separe; estoy tan atada a él como él lo está a mí.

¡Ay, Alexander! Si supieras que esto me duele, me arde, me carcome, me mata. Y si por lo menos pudiera entenderlo, fuera algo, pero somos como el agua y el fuego, el agua y el aceite. Unas veces nos entendemos, otras simplemente no. Como me gustaría hacerlo entender...

Me levanté de mi asiento, camino a la cocina, pero al llegar a una de las encimeras, me tropecé, dándome fuertemente en la cabeza. Como pude me levanté, pero al poner la mirada en el piso, un arma se encontraba frente a mí. En la parte inferior de la isla se encontraba un pequeño hueco y, al lado, estaba el arma de fuego. ¿El arma estaba escondida ahí? ¿Qué diablos hace un arma aquí? 

Alexander Walton

Nueva York, Estados Unidos

2 de noviembre. 12:05 a. m.

Nueva York nos recibió con una noche de ambiente frío y cielo opaco. Posé mi vista en el cuerpo de la bella mujer con ojos marrones que se encontraba bajando del jet; una vez que la tuve a mi lado, le extendí una de mis manos y está la tomó con una sonrisa.

—¿Qué te sucede? —pregunté manteniendo los ojos al frente.

—Estoy bien.

La miré.

—No te pregunté si estás bien.

Esta vez quien me miró fue ella.

—No me sucede nada, Alexander —respondió seria.

No sabes mentir, hermosa.

—No te sentó bien leer mensajes privados. —Entorné la mirada.

Giró en mi dirección, dándome la oportunidad de ver sus labios levemente abiertos, mejillas sonrojadas, manos empuñadas, y un pase de saliva forzada.

—No sé de qué hablas —dijo nerviosamente.

—No, no sabes. —Retiré la vista de su rostro para luego abrir la puerta del auto que se encontraba frente a mí.

Aurora entró al vehículo y luego lo hice yo, sin antes confirmar algunas cosas.



Wunderschönen:Hermosa.

______________________________________________________

Puedes encontrarme en Instagram como rosmarlynmateoof y en Facebook como Rosmarlyn Mateo.

¡Muchas gracias por leer !

Me Casaré Con El Magnate  [1] (YA A LA VENTA EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora