Las hermanas Black

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Narcisa

Estaba en el ministerio intentando cambiar la situación.... Está este nuevo señor tenebroso que atemoriza a todos. Fudge ya no coopera como antes y está difamandome, sé que Bella no está de acuerdo con las medidas que tomé, de hacer un registro exaustivo a todos los aurors y miembros del ministerio, no quiero llevarme sorpresas, además aumente la seguridad en el ministerio, el callejón diagon, etc.

Alastor entró a mi oficina sin tocar

-¿Nunca te enseñaron a tocar la puerta?-gruñí

-Atrapamos a Rabastan Lenstrenge-dijo, yo asentí y me dirigí a la sala de interrogatorios, ahí estaban Sirius y Bella, el interrogatorio terminó y él fue llevado a Azkaban.

Me dirigí a Sirius para besarlo, él me sonrió y me devolvió el beso

-Debo ir a Hogwarts a entrenar a Silvina, ya hablé con Dumbledore y dijo que no hay problema-sonrió, me volvió a besar y se fue.

Mire a Bella, sabía que estaba enojada, y también sabía cómo hacer para que se alegre

-Tengo una misión que seguro te va a encantar-dije y ella me miró curiosa-Es en Estados Unidos, misión diplomática

-¿Tengo permiso de decir lo que quiera para que me digan que si?-sonrió como niña pequeña

-Claro que no, pero si lo haces se lo dirán a la ministra y bueno ella hará la vista gorda-le guiño un ojo a su hermana y salió del lugar. Le agotaba todo esto, mantener a raya a los aurors, vigilar a los demás funcionarios, estaba yendo a su oficina cuando vio a Cornelius Fudge acercarse con esa sonrisa que odio

-Mañana es la audiencia, señora ministra ¿Lista para prestar declaraciones sobre lo que está pasando en el mundo mágico y que usted no puede controlar?-rió mirándola, pero ella era una Black no dejaría que alguien se ría de mi

-Claro que estoy lista, además para dejar bien en claro las diferencias entre mi mandato y el tuyo-dije para seguir mi camino, nadie iba a insultarme así.

Terminé de firmar unos papeles que Alastor me había entregado, cuando apareció Sirius con nuestros niños, los mellizos que tenían 9 años, las gemelas que tenían 7 años y mi pequeño Charlus de 2 años, abracé y besé a mis 5 niños, los quería tanto.

-¡Mami! Mira te hicimos un dibujo-dijeron mis gemelas, Camille y Sacarlett, tomé el dibujo lo deje apoyado en un marco que tenía una foto mía y de Sirius

-Luego le pondré un marco ¿Donde creen que quede mejor?-le sonreí a mis gemelas, ellas señalaron al estante que tenía al lado de la ventana mientras yo reía, ellas eran fanáticas de decorar cosas, con siete años, vivían haciendo dibujos para colgar en su habitación.

-¡Faltan dos años para que podamos ir a Hogwarts!-exclamó Serpens mientras Cassiopeia a su lado asentía emocionada-Yo quiero ir a Slytherin

-¡Yo a Gryffindor donde viven los valientes!-rió Cassie, Sirius rió mientras la alzaba y la hacía dar una vuelta.

Bellatrix

Me estaba preparando para salir a la misión que Cissy me había encargado, cuando siento que abren la puerta, entrando los trillizos de 7 años con las gemelas de 6 y los mellizos de 4, también entró Fabián cargando a la pequeña Cissy de dos años, sonreí ante la gran familia que había formado, a pesar del sufrimiento, aquí estamos, con 8 de nuestros hijos, Silvina estaba en Hogwarts, solo porque me habían obligado a dejarla, yo la hubiera traído a casa para que no participe en el torneo de los tres magos

-Tranquila, Silvina va a estar bien, cumple tu misión, yo me haré cargo de todo, visitaré a Silvina le daré consejos, no dejaré que los trillizos coman mucho chocolate, haré que las gemelas no se duerman tarde, que los mellis no destruyan nada y que la pequeña Cissy coma bien-me dijo mientras bajaba a Narcisa y se acercaba para abrazarme por la espalda, besando mi mejilla

-Eres el mejor padre y esposo del mundo-dije mientras me daba vuelta para besarlo-Te voy a extrañar tanto

-Y yo a ti mi vida-me dijo mientras me seguía besando.

Andrómeda

Estaba entrando a casa y como venía siendo costumbre, Ted no estaba. Estaba Dora cuidando a su hermano, mi pequeño niño de 8 años

-Te libero hija, yo me quedo con él-dije. Me quedé con Jhonathan hasta que Ted llegó, quería pedirle perdón pero no podía, mi orgullo no me lo permitía

-Puedes irte Andrómeda, si tienes que hacer algo, yo me quedo con él-sabía que me estaba dando la indirecta de que vaya a hablar con mis padres

-Vuelvo tarde-le dije y me dirigí a la puerta.

Salí del Barrio para empezar a caminar, no sabía a donde iba, solo sabía que me quería alejar de todo y todos por unas horas, aún retumbaba en mi cabeza la pregunta de Hydra ¿Había perdonado totalmente a mis hermanas? Las amo, eso lo tengo muy claro y si fuera necesario daría mi vida por ellas, sin dudarlo....Pero aún así ¿Las perdone? ¿O solo estoy con ellas para no quedarme sola? ¿Y si este amor que tengo es hacia Bellatrix y Narcisa con las que me crié? Y no a ellas, que crecieron y me dejaron sola...Pero por otro lado, mi vida sin ellas no tendría sentido.

Éramos las hermanas Black y eso nunca cambiaría






















Me agarró la inspiración y tenía ganas de escribir un poco de la vida "cotidiana" de las hermanas Black, además que le quería dar algo de protagonismo a los demás hijos de las parejas, aunque su falta de protagonismo se debe a que está historia se basa en lo que pasa en Hogwarts y como ellos no entran todavía.

Aclarado eso,
Bye bye

Una extraña amistadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora