Enamorado de una imposible (Completa)

No me olvides

Hola!!!! Antes de comenzar a leer creo que debo de colocar esto, esta historia es una secuela del una obra que se llama "Enamorado de mi protegida", es sobre otra pareja pero ahí viene la introducción de como es que se conocieron Nina y Ryan, les recomiendo que vayan a leer esa primero, es todo gracias!!

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"Si usted encuentra a una mujer que puede obtener todo lo que necesita por sí misma y usted no está listo para agregar valor a su vida.... Sólo admírela desde lejos, y no interrumpa su grandeza..." – AUTOR DESCONOCIDO

RYAN

-Por el amor a dios, piérdete – corrí a su lado.  

-No espera, es algo importante

-No me interesa – dijo sin siquiera pararse.

-No Nina por favor no me dejes – dije en tono suplicante arrodillándome tras ella, muchas chicas que estaban en turno empezaron a cuchichear y reírse, con lo cual logre que volteara a verme, al ver mi posición juro por dios que casi me come con la mirada, camino hacia mí y me tomo del brazo para levantarme.

-Qué diablos estás haciendo? – dijo entre dientes mientras me empujaba a un cuarto de archivo y cerraba tras de ella.

-Captando tu atención.

-Estoy trabajando Ryan, no puedes presentarte cuando se te dé la gana y hacerme números como esos, pueden despedirme.

-Solo te pido 5 min de tu tiempo.

-Tienes 2 min.

-El fin de semana hare una fiesta en mi casa y...

-Paso – dijo girando sobre sus pies y dirigiéndose a la puerta para salir. 

-Espera – dije bloqueándole la salida.

-Que quieres?

-Tienes que ir

-Ryan tengo dos hijas recuerdas, no soy una de tus tantas "amigas" que solo se preocupan por que se pondrán mañana.

-Puedes traerlas.

-A una de tus fiestas – entonces rio fuerte – donde hay alcohol por todos lados y las mujeres usan menos ropa que cuando van a la playa, no lo creo.

-Fiesta? ¿Dije Fiesta? No más bien reunión, es a lo que me refería, es familiar vendrá Lya y Brant.

-Aja si claro.

-Tengo una alberca para que las niñas se diviertan.

-Mis hijas no saben nadar y ya quítate que tengo que regresar al trabajo.

-Yo les enseño

-Tú? Si como no

-Soy buen maestro – que diablos estaba haciendo yo no era de niños de hecho soy pésimo tratándolos.

-Amigo... mis hijas te acabaran, no sabes en lo que te estas metiendo ni tu entrenamiento como militar te va a salvar de ellas.

-Pruébame.

-Bien si iré, ahora ya puedes quitarte de mi camino, me están llamando por el altavoz – estaba tan enfocado en ella que no lo había escuchado.

-Es una cita entonces.

-No, no lo es – dijo empujándome y saliendo, me asomé para verla caminar hacia el fondo del pasillo donde estaba el elevador y no pude evitar gritarle nuevamente mientras se cerraban las puertas.