"-Tengo miedo de herir el corazón de alguien
-Por qué?
-(suspiré) Porque sé cómo duele" - EL PRINCIPITO, ANTOINE DE SAINT-EXUPERYNINA
1:00 am...
1:30 am...
2:00 am...
3:00 am...No vendrá, ahora lo sé, espere y espera y jamás escuche la puerta abrirse, sé que no debería solo quedarme y esperar que él de el paso ya muchas veces lo había hecho antes, pero me da miedo, me aterra me lastime, pero a quien quiero engañar ya es demasiado tarde, el ya tiene el poder de hacerlo, aunque no lo crea.
Empuje la cobija con las piernas y me senté en la cama, sentí el miedo arremolinándose en mi estómago, tenia miedo de ir porque bien podría ser rechazada y eso no solo dolería si no seria un golpe bajo y tal vez merecido después de batearlo por tanto tiempo.
Camine lentamente por el pasillo, primero pase al cuarto de las niñas y abrí la puerta para comprobarlas, efectivamente estaban acostadas y dormidas, las mire un rato y me gustaron los recuerdos que vinieron a mi mente, era Ryan jugando con ellas en la alberca, Ryan desayunando con mis hijas, Ryan acostado junto a ellas en la pequeña casa de campaña rosa y de alguna manera eso solo hizo que sintiera como mi corazón se hacía chiquito.
Cerré la puerta y caminé hacia la habitación de Ryan, abrí la puerta y encontré oscuridad total, esperé para que mis ojos se acostumbraran un poco y vi que la cama aún estaba tendida, la puerta de su baño estaba apagada, ¡¿Qué rayos?!
Camine por el pasillo hacia la sala y mucho antes de que llegara escuche su voz.
-Nina? – llegué a la sala y lo encontré sentado con las luces apagadas, había descorrido la cortina de la ventana corrediza principal y veía hacia la alberca que estaba iluminada por la luz de la luna, pequeños rastros de una leve lluvia se comenzaban a notar.
-Ryan? – pregunte suavemente, quería decirle, ¿qué rayos haces aquí? ¿porque no estás en mi recamara?, pero espere a que el dijera algo.
-Ocurre algo?
-Que haces aquí? – pregunte mientras me sentaba a su lado.
-Me gusta ver la lluvia caer en la alberca, me ayuda a pensar y aclarar dudas.
-Y se puede saber que estabas pensando? – yo lo miraba a él, pero él parecía más interesado en como el agua empezaba a tomar mas fuerza.
-En ti – vamos bien, pensé.
- Y se pude saber la razón?
-Me gustas Nina – eso hizo que esas mariposas que en algún momento pensé habían escapado de mi estómago, revolotearon de nuevo haciendo saber que aún estaban ahí.
-y tú a mí
-Pero eso no es bueno
-Como dices? – pregunte algo perdida
-Me gustas, no más bien me encantas Nina pero tienes razón no se que significa ser padre.... Pensé que era suficiente para ti, pero no se si soy suficiente para ellas – sentí como mi corazón latia con mas fuerza al entender lo que el estaba diciendo.
-Ryan si lo dices por lo que dije la vez pasada, yo estaba molesta y...
-Lo sé, pero cuando uno esta molesto a veces dice cosas que son ciertas, verdades que duelen.
Me senté en la orilla del sillón y recargué mis codos en mis piernas, era ahora o nunca.
-Mira Ryan escúchame, yo no te puedo pedir nada, entiende que yo no puedo exigirte nada porque entiendo que es una gran responsabilidad la que yo tengo y no es justo que alguien en contra de su voluntad se haga "cargo" de nosotras.
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Enamorado de una imposible (Completa)
Short StorySe llama Nina, ¿Qué donde la conocí? Bueno es una historia interesante y algo complicada el punto es que la rescate de un secuestro, pero eso no es todo, la bese mientras ella sangraba por una bala que había recibido en su hombro y desde ese día no...