Abrí los ojos lentamnente. Gracias al cielo las persianas estaba cerradas. Bostece y... Autch. Me dolía todo. ¿Dormir en el piso Alli? ¡Wow, eres una genia! -reproché para mi- Me levanté del suelo, ignorando totalmente que me sentía como un gigantesco moretón. Entre al baño y me miré al espejo. Suspiré. Bueno. Supongo que, hay días buenos y hay días malos. Este, definitivamente debía ser lo segundo.
Me dí una ducha rápida y salí de ahí. Caminé y ya frente de mi guardaropa estaba a punto de quitarme la toalla cuando escuché la puerta abrirse.
-All...¿Pero qué carajos? ¿Qué pasó aquí?-
-Idiota. Si no hubieras hablado, me hubieras visto como Dios me trajo al mundo. Aprende a tocar-
-Lo siento. Sólo venía a avisarte que ya está listo el desayuno, sólo te estamos esperando a ti- Desde que se mudaron, Daniel tiene esa estúpida idea de desayunar todos juntos, disque para "acercarnos más como familia". Pff. Cualquiera con sentido común sabe que esto perece todo, menos una familia.
-Ah. Ya bajo- Me limité a responder y luego Charly cerró la puerta trás su paso.
Me vestí con unos skinny jeans negros, una blusa blanca con rayas negras y unos borcegos guindas. Cepillé y deje mi cabello suelto para que se pudiese secar naturalmente. Luego bajé y miré que todos ya habían devorado su desayuno. Al parecer Dan y su política familiar de comer todos juntos podía tener algunas excepciones.
Me senté y serví el último hot cacke y un vaso de zumo de naranja.
-Me ha dicho Charly que pareciera que un tornado arrazó con tu habitación- Se dirigió Daniel a mí. Hijo de... ¿Por qué hizo eso? Me giré hacia Charles y lo fulminé con la mirada. Él sólo me hizo un gesto como de "Lo siento" y rodeé los ojos-¿Algo que decir al respecto?- Medité muy bien la respuesta.
-Pues... He escuchado esta mañana que hay fuertes vientos en las costas de Lancaster- Contesté indiferente echándome un bocado a la boca.
De un momento a otro se formó tanta tensión que podría nadar en ella, pero luego Ryan la rompió levantándose de la mesa y yendo directamente hacia la puerta. La abrió y aguardo un momento. "Ya vengo" musitó antes de salir, y otra vez la maldita curiosidad estaba matándome. Sin pensarlo dos veces me levanté y tomando a Charly del brazo lo jalé hasta la puerta
-Olvidé que tenemos que irnos-
-¿Ah si? ¿A dónde?-
-Alli prometió acompañarme a comprar un obsequio para Emma- improvisó Charles
-No se tarden, Charly- respondió Madison sonriente. Puaj.
-¿Qué fue eso?- cuestioné una vez fuera de la casa
-Intentaba salvarte-
-¿Quién demonios es Emma?- reí divertida
- Sí, sobre eso...-
-Me explicas luego ¿si? Ahora apresurate que a este paso nunca alcanzaremos a Ryan-
-¡¿Qué?! Para esto me sacaste-
-Sí, ¿que tu no tienes curiosidad de saber en donde se mete tu hermano?
-Bueno. Sí, pero de eso a seguirlo. Alli, Ryan siempre ha sido así. Misterioso, pero esa es su personalidad. Si me quiere contar que pasa esta bien, y si no; lo respeto. No violaré su privacidad. Además no me quiero imaginar como reaccionará si se entera de esto-
-No lo hará si te callas- dije ignorando todo su rollo de privacidad y esas cosas.
Vi a lo lejos una casa abandonada y a Ryan adentrandosé en ella.
-Creí que no vivía nadie a más de dos kilómetros a la redonda-
- Esto no concuerda-
-¿De que hablas? ¿Tampoco tú sabías de este lugar?
-No, pero vamos a averiguar porque Ryan si- Caminé apresuradamente a la entrada de la casa
-Alli espera- se echo a correr detrás de mi-
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Where did your innocence go?
Teen FictionAlli Richards, siendo una chica con un alma inocente que comparación de todas las adolescentes de su edad vive aislada en medio de un bosque al sur de Lancaster, UK. Sólo tiene a su padre y su padre sólo la tendrá a ella, pero luego de una serie de...