Me desperté debido a los rayos de sol que se provenían de la ventana. Joder, olvide cerrar las cortinas. Talle mis ojos y tire de ellas para deslizarlas. Iba a levantarme y caminar hasta el baño pero recordé que Jack estaba tirado sobre el colchón desplegable de mi cama. Lo mire. Lucia tan lindo dormido. Solo así debía no ser impertinente. De pronto me percate de algo "extraño" en su cuerpo y me eche a reír, lo que provoco que se despertara. Al verme me sonrió como suele hacerlo. Idiota. Juro que estaba tratando de controlarme, pero era casi imposible no reír y adquirí una sonrisa enorme gracias a eso. Luego el levanto la cabeza y cuando vio el bulto en sus pantalones sus ojos estuvieron a punto de salirse de sus cuencas. Bajo las manos, tapando su erección y se giró para quedar boca abajo, pero como el chico estaba justo en la orilla del colchón, cayó al suelo. En ese momento estalle en carcajadas sobando mi estómago, que ya dolía de tanto reír.
-Oye, no puedo más. Lo juro.- dije divertida- pero ya enserio. Te dejo con tu... amigo- Tome algo de ropa para después adentrarme en el baño. Una vez dentro lave mi rostro, cepille mi cabello, al igual que mis dientes y sustituí mi pajama de ositos por unos jeans y una blusa. Salí y Jack había metido el colchón en su lugar, ahora se encontraba sentado en mi cama con un retrato en la mano, mirando atentamente la fotografía que había en este.
-¿Sabes? De niña, hasta te veías tierna- bromeo.
-Cierra la boca, tarado- respondí a la defensiva, sonriendo, sin embargo-¿Alguna vez te he dicho que preparo muy buen café?- Inicie el tema, teniendo en cuenta la resaca que debe estar invadiendo su cuerpo en este momento.
-No, no creo- dijo moviendo la cabeza hacia ambos lados.
-Pues ya lo veras- sonreí orgullosa
-Eso lo juzgare yo- volvió a su insolencia, a lo que yo rodee los ojos. Bajamos y caminamos hasta la cocina, y en todo el trayecto no hubo señales de vida.
-Es bueno tenerte de vuelta, Jack. Comenzabas a asustarme- dije citando lo ocurrido anoche. Vertí el líquido oscuro de la cafetera en dos tazas y le di una a Jack, quien había tomado asiento en uno de los bancos de la pequeña isla de la cocina y me senté a un costado de él.
-Sí. Sobre eso... hablo muchas mierdas cuando bebo.- se excusó.
-Lo sé, créeme- hice una mueca.
-¿Qué quieres decir?-cuestiono curioso.
-Que, se enfriara tu café. Anda, bébelo.- esquivé su pregunta. Hubo un pequeño silencio el cual, gracias al cielo, fue cortado por Jack antes de que se volviera incómodo.
-Supongo que debería irme- soltó rascándose la nuca.
-sí, Cath debe estar preocupada por ti.- se levantó y justo cuando saldría de la cocina se volvió a mi.- Oye ¿quieres ir a almorzar algo?- sonrió, pero esta vez tímidamente. ¡Vaya! Así que Jack Miller siente vergüenza ¿Qué sigue? ¿Autos voladores? ¿Perros parlantes?
-Claro.- Sonreí torcidamente.- Solo, déjame ir por mis cosas.- subí las escaleras rápidamente y tome mi celular y un poco de dinero. Me acerque al peinador y me rocié perfume. ¿Qué demonios, Alli? ¿Qué te está pasando? Sacudí mi cabeza y baje de nuevo.- Ya estoy- informe a Jack y estábamos a punto de salir cuando...
-Alli...- ¡Oh, vamos! ¿Era esto necesario? Suspire y di media vuelta fingiendo una sonrisa.
-¿Qué pasa, Dan?-
-Podrías... ¿Qué está haciendo el aquí?- Pregunto, percatándose de la presencia de mi acompañante.
-¿Quién? ¿Jack?- tonteé.
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Where did your innocence go?
Teen FictionAlli Richards, siendo una chica con un alma inocente que comparación de todas las adolescentes de su edad vive aislada en medio de un bosque al sur de Lancaster, UK. Sólo tiene a su padre y su padre sólo la tendrá a ella, pero luego de una serie de...