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Halo~ 💙💜 Bye~ 💜💙

Pov Noemi:

Y se fue. Inconscientemente, comencé a llorar; tomé el ramo de flores que se hallaba aplastado en el suelo, lo pegué a mi pecho y miré a la puerta entreabierta con las lágrimas cayendo. ¿Qué había hecho?
La verdad es que Stuart estaba distinto, muy distinto a como lo conocí en un principio... ¿y si me decía la verdad? ¿Y si solo quería de una vez por todas una relación estable? Pero fui una estúpida.

Tomé mi teléfono y entré al chat de Stuart. Rompí en llanto nuevamente al escuchar sus audios y su tono de voz arrepentido, intentando convencerme, intentando hacer las cosas bien.
No estaba en línea, aún así decidí llamarlo.

Llamando, llamando, llamando, llamando...

Justo cuando iba a colgar, lo cogió. Una pequeña chispa de esperanza surgió en mi pecho.

― ¡Stu!

...

Mordí mi labio inferior algo nerviosa.

― Q-Quería disculparme por mi comportamiento... estaba cegada por los celos y el dolor y pues... lo siento mucho. Sé que realmente habías hecho el intento de cambiar y no ayudé en nada.

...

― Stu, sé que estás ahí...

¿Para qué me llamas?

Dijo frío y ronco.

― De verdad que lo siento... por favor... volvamos a empezar... yo-

Me cortó― Dijiste muchas cosas que me dolieron y yo te aclaré que no éramos nada. Adiós.

― ¡Esper-

Y colgó sin dejarme terminar. Más lágrimas brotaron.
Todo es mi maldita culpa. ¡Joder! Llamé a Audrey, necesitaba un abrazo urgente.
A los pocos minutos, mi mejor amiga se encontraba sentada en mi cama, conmigo llorando en su pecho, mientras acariciaba mi cabello y me decía que todo estaba bien. Era obvio que no estaba bien, me comporté como una imbécil y le hice mucho daño a Stuart.

― Mañana es domingo ―habló Audrey con una sonrisa pícara― ¿Por qué no vas a su casa?

Negué rápidamente― Solo conseguiré que me eche de su casa... ―sequé mis lagrimas― Merezco su indiferencia... su frialdad...

Posó su mano en mi hombro― Tonta ―sonrió de lado― Si no te aferras, lo perderás para siempre.

Y tenía razón.

Suspiré― Bueno... ya veré...

― No, "ya veré", no ―me obligó a mirarla a los ojos― Irás. ¡Y punto y pelota, cojones!

Me reí ante el vocabulario exagerado de Audrey consiguiendo que ésta riera conmigo. Realmente la necesitaba para sentirme un poco mejor.
Nos pasamos la tarde viendo series en Netflix y comiendo comida basura; tan bien fue la tarde, que nos quedamos dormidas sobre el sofá quién sabe a qué hora. Me desperté en el sofá sintiendo un sudor frío, desorientada y mareada. Me puse en pie y vomité casi de inmediato. Nota mental: no mezclar pizzas con hamburguesas, burritos, tacos, sushi, helado de chocolate con galletas, cerveza y vodka.

Audrey abrió los ojos de golpe al escuchar mi quejido y llevó su mano a su frente, de seguro que tenía una dulce resaca tras bebernos un paquete entero de cerveza y las dos botellas de vodka que conservaba. ¿Cómo no habíamos muerto? Ni idea.

― Mierda, ¿qué coño? ―me miró confusa.

Suspiré pesadamente, notando como todo daba vueltas y más vueltas.

Fuckboy Hotline (2dle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora